Siempre que se presenta una IP nueva, hay dudas razonables. Por mucho que nos digan cómo será un videojuego, o quién lo está desarrollando, no es hasta que nos ponemos a los mandos del propio juego cuando podemos disipar todas esas dudas. Y con 'ReCore' había muchas dudas razonables.
Pese a que contaba con unos maestros de excepción, como son Keiji Inafune, uno de los padres de Mega Man, y Armature Studio, formado por gente que ha trabajado en 'Metroid Prime' (hechos que hemos repetido hasta la extenuación), era difícil imaginar todas las posibilidades de 'ReCore' debido a ese batiburrillo de ideas. Pero eso ya es historia. Ahora toca la valoración final.
La versión corta es: nos ha gustado, pero el aspecto técnico hace aguas.
Es algo que también habéis podido comprobar el viernes pasado, el día de su lanzamiento en Xbox One y Windows 10, mediante nuestra retransmisión de casi dos horas de juego. La recordamos para que os pongáis en tesitura.
Como se pudo ver aquel día, 'ReCore' es un juego de acción de la vieja escuela que nos planta ante un mundo abierto dominado por las máquinas. Joule Adams, la protagonista, una de los primeros miembros del contingente colonizador de Edén Lejano, recibe la ayuda de diversas máquinas que no han sido corrompidas para alcanzar su destino, llegar hasta la torre central y saber qué ha pasado ahí.
ReCore: la última esperanza para la humanidad
'ReCore' basa parte de su potencial en su ambientación. Al estar tan lejos de la Tierra (Joule estuvo en sueño criogénico hasta llegar a Edén Lejano para trabajar como Técnico de Torreta de Procesamiento Atmosférico en el sector 512), es normal que el planeta sea tan diferente del nuestro. De naturaleza desértica, destacan todas esas estructuras de fantasía que tanto nos gustan a los fans de la ciencia ficción. En este sentido, la obra de Comcept y Armature Studio cumple.
Ahora bien, aquí se nos va contando lo básico. Lo que va viendo la propia Joule y que queda registrado en sus notas, o bien los registros de audio desperdigados por todo Edén Lejano, donde no faltarán los de su propio padre, Thomas Adams, para averiguar por qué creó los núcleos prismáticos (de vital importancia en 'ReCore') y qué secretos ocultan, o qué pasó con el resto de humanos.
Ante esta tesitura, despertamos con Joule y el núclebot Mack, ese robot que parece un perro. El control cumple a la perfección. Como explicamos en nuestro directo, estamos ante un manejo de la vieja escuela, pero sin descuidar que estamos en pleno siglo XXI. Podemos fijar a los enemigos de modo automático, o bien prescindir de las ayudas e ir al apuntado manual, sin hacer zoom.
Comprendiendo la importancia de los núclebots
El núclebot, en este caso Mack, es un aliado esencial. No solamente para el combate, con dos tipos de ataque (uno normal y otro letal, gastando una barra de energía), sino también para resolver pequeños puzles para poder avanzar. Mack, por ejemplo, puede excavar para hallar diversos materiales. Más adelante, al desbloquear al resto de núclebots, como la araña Seth, tendremos acceso a otras zonas de Edén Lejano, como si de un 'Metroid Prime' se tratase.
Y es que se nota quién está detrás. Incluso por la parte de Mega Man. Desde la propia historia con máquinas (unas pocas buenas, el resto malas) hasta el sistema de colores para el rifle de Joule (pensado también para daltónicos), mediante el cuál propinaremos más daño si el color del enemigo coincide con el de nuestro disparo (o bien, entre núcleos híbridos: si el enemigo es verde, le haremos el mismo daño con un núcleo amarillo o azul activado).
El problema en 'ReCore', a diferencia del clásico de Capcom, es que tan solo podremos llevar dos núclebots a la vez. Al principio no hay problema, porque tan solo tenemos a Mack y poco después desbloqueamos a Seth. Pero con Duncan y el núclebot extra (que tenemos que acoplar a uno de los tres núclebots principales) todo se complica, ya que para intercambiarlos hay que volver a la base (o bien, desde un punto de teletransporte a cargo de Violet).
Y esto es un proceso tedioso, todo por culpa de unos exasperantes tiempos de carga (que por suerte, se van a acortar en el próximo parche). Esas esperas son de lo más exageradas y el gran culpable es, tal vez, ese deseo por ofrecer demasiada profundidad de campo en los mapas, mostrando objetos a muchísima distancia desde nuestra posición. En ciertos mapas podemos esperar dos minutos tranquilamente a que se cargue la zona. Incluso si nos matan y estamos ahí.
Acción de la vieja escuela, sí, pero con toque RPG
Volviendo a la importancia de los núclebots, hay que resaltar que cada uno es fuerte contra un tipo de máquinas, y a su vez, débil contra otras. Del mismo modo, cada núclebot destaca en uno de los tres parámetros básicos: ataque, defensa o energía. Y por último, pero no por ello menos importante, está el hecho de que podemos mejorar a los núclebots investigando planos para cambiar sus piezas.
En esta aventura de Joule Adams hay mucho componente de saqueo. Desde piezas sueltas de distinto grado de calidad (bronce, plata y oro) desperdigadas por todo Edén Lejano y que están a la vista, pasando por cofres de alijo escondidos donde también se incluyen planos y núcleos de energía, hasta las propias máquinas controladas por Víctor. Sobre esto último, hay dos opciones: destruir a la máquina y llevarnos una pieza, o bien extraer su núcleo de energía.
Las piezas son necesarias para poder fabricar el material que dicta el plano, mientras que los núcleos sirven a mayores para potenciar los campos de ataque, defensa o energía del núclebot. Toda máquina tiene su límite, por supuesto, delimitado por su nivel. Tanto a la hora de equiparle un aumento para la cabeza, por ejemplo, como para potenciar su defensa. Y del mismo modo, sabremos en todo momento el nivel de las máquinas enemigas: si tienen una calavera, ¡huid!
A pesar del gran inconveniente de la limitación de dos núclebots activos (donde realmente tan solo podemos llevar a uno solo a la vez: los intercambiamos a placer, eso sí, respetando el leve tiempo de recarga entre uno y otro), es de agradecer que todos suban de nivel independientemente de dónde estén. Así nunca sentiremos que los combates están desnivelados.
Todo lo que podemos hacer en Edén Lejano
En relación a lo que contamos casi al inicio, con eso de que 'ReCore' nos va contando lo básico en torno a Edén Lejano y que dependemos mucho de la información de los registros de audio y demás, está también esa libertad de su universo. En cierto modo, es bastante puñetero. Nos explicamos.
La culpa es de los núcleos prismáticos, el misterioso elemento fabricado por el padre de Joule. Con ellos iremos desbloqueando accesos a otras zonas. Al principio no habrá problema: avanzaremos sin más siguiendo la historia. Pero llegará un punto en el que si no cumplimos misiones secundarias, no podremos avanzar debido a que se nos piden muchos más núcleos prismáticos.
Así pues, tocará explorar la zona y revisar constantemente el mapa para ver si estamos cerca de alguno. Pueden estar dentro de un contenedor especial, dentro de alguna máquina legendaria... O también dentro de los calabozos, pruebas especiales en las que Joule podrá conseguir alijo extra a mayores.
La peculiaridad de estos calabozos es que para conseguir todo el botín habrá que cumplirlos en cierto tiempo, conseguir una llave amarilla y disparar a todos los interruptores. Además, hay distintos tipos de calabozos. Unos contarán con un diseño estándar con un poco de todo, otros serán una especie de coliseo en donde nos enfrentaremos a muchas máquinas en oleadas, y finalmente estarán los que podrán a prueba la habilidad de salto y dash de Joule en alianza con el núclebot Seth. Estos últimos nos acabarán sacando de quicio.
No es que 'ReCore' falle en el control, sino que los tiempos que nos marcan los calabozos de mayor nivel son exagerados. Si a eso le unimos que no se permite ningún error para lograrlo, o que algunos puntos de control están mal delimitados, tenemos un cóctel de lo más explosivo. Sin olvidar que ha sido en estos donde he encontrado fallos críticos que me obligaron a reiniciar el calabozo o directamente usar el viaje rápido al exterior porque no se podía continuar debido a un bug.
Aunque ReCore hace aguas en el apartado técnico
En líneas generales, esta obra de Keiji Inafune me ha encantado, sin embargo se nota que le falta un hervor, especialmente en el apartado técnico: esos tiempos de carga demencialmente eternos, un apartado gráfico pobre (aunque con estampas preciosas, en algunos casos), ciertos bugs inexplicables... O también decisiones extrañas en cuanto al diseño de la propia historia, sobre todo su final.
'ReCore' es un juego bastante largo, más de lo que se puede intuir de inicio. Si vamos a saco, en unas diez horas podemos llegar al tramo final... pero no podremos ver el final porque se nos pedirán más y más núcleos prismáticos si queremos hallar la verdad. Es bastante extraño, porque rompe por completo la dinámica del juego. Al final las misiones secundarias se convierten en principales y lo que parecía durar poco más de diez horas se multiplica con creces.
Aparte de esta decisión tan atípica, que en cualquier caso no desagradará del todo a los completistas (a mí me encanta explorar cada rincón del mapa en busca de coleccionables y desafíos), se suma otra más preocupante: descubrir zonas a las que no podemos acceder porque falta el quinto núclebot, ese diminuto tanque que hemos visto en las imágenes promocionales del juego. Hay quien habla de que vendrá en forma de DLC (esperamos que de manera gratuita), y supuestamente con él podré llegar, por fin, a esa zona que podéis ver en la imagen superior.
La opinión de VidaExtra
Y es que si hubiese que valorar a 'ReCore', es inevitable pensar que se ha creado con prisas. La base funciona y es muy divertida, pero a la vez se ve lastrada por un apartado técnico a medio hacer. Sigo pensando que estamos ante uno de los sleepers del año, pero también ante un juego que podría haber dado más de sí si se le hubiese dedicado más mimo. Al menos siempre nos quedarán los parches...
A favor
- El control de Joule Adams
- Los núclebots
- Los secretos de Edén Lejano
En contra
- Apartado técnico muy pobre y con fallos
- Los exasperantes tiempos de carga
- No viene doblado al castellano
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