Análisis de Age of Empires II Definitive Edition para Xbox: el clásico de culto regresa a consolas sentando nueva cátedra

Veni, vidi, vici. La primera alegría para los apasionados por la estrategia real del año ya está servida y no es para PCs, sino para consolas. Y no con cualquier juego, que conste:  la saga Age of Empires llega a Xbox superado las expectativas puestas: conquistar el mundo a través de la intachable fórmula atemporal de Age of Empires II jamás se había sentido tan rematadamente bien a los mandos. ¿Prefieres jugar con el ratón y el teclado? No te preocupes, que también tenemos buenas noticias para ti. Forgotten Empires y Tantalus lo han dejado todo bien atado para que este muy esperado debut sea, además, una gran celebración.

Y no es para menos: han tenido que pasar más de veinte años para que se alineen los astros. Mucho, mucho tiempo. La buena noticia es que, pese a conservar su naturaleza de clásico de culto, nos encontramos con uno de esos juegos a los que el propio tiempo y sus restauraciones recientes les ha sentado de maravilla: Age of Empires II Definitive Edition para Xbox redondea el esperado renacer de una saga que maravilló a generaciones enteras y busca posicionarse como el mejor juego de estrategia en tiempo real que lanzado en consolas.

Un doble desafío, ya que esta edición para consolas no cede un ápice de lo logrado y lo aplaudido en la imprescindible versión restaurada de PC que vimos en 2019. Más bien, todo lo contrario: todo ello juega a favor de esta imprescindible secuela creada a medida para Xbox Series X / S y Xbox One. O, más concretamente, con los jugadores de consola como eje central a la hora de introducir cambios.

Microsoft es plenamente consciente del enorme tirón que tiene esta entrega dentro de la saga Age of Empires. Tanto la clásica, lanzada en 1999 como la remasterizada.  Pero el punto de partida es diferente: los jugadores de consola tienen una predisposición diferente a los juegos de estrategia con respecto a los usuarios de ratón y teclado y eso, lo mires como lo mires, en una barrera por superar hasta para Age of Empires II.

Y en este aspecto, la primera gran alegría que te vamos a dar es que Forgotten Empires y Tantalus, responsables de esta versión, parte de esa premisa. Es más, nada más arrancar el juego veremos en pantalla un mensaje en el que se nos dice que esta edición es tanto para los fans de Age of Empires como para los jugadores que se inician en la estrategia en tiempo real. No son palabras: es una declaración de intenciones que se cumple desde los compases iniciales.

La segunda, y esto es clave, es cómo el gran proyecto de Microsoft y su empeño por difuminar las diferencias entre jugar en escritorios y sobremesa redondean el valor de esta iniciativa. Es más, si ya tenías el juego en PC, no tendrás que volver a comprarlo en Xbox. Y lo mismo se aplica a todos y cada uno de los DLCs y contenidos que tengas y funciona en las dos direcciones. Si haces que salte un logro  específico en consola, lo habrás desbloqueado también en PC. Tan sencillo como suena. Como debe ser.

Lo cual nos lleva a las dos grandes incógnitas a partir de este punto: qué me ofrece Age of Empires II Definitive Edition para Xbox si vengo de nuevas y cómo de viable es conquistar el mundo con un mando. Bueno, de entrada necesitarás algo más que saber cómo construir o iniciar asaltos: tal y como se espera de estos juegos, tendrás que tener más o menos clara una estrategia. Siendo más concisos, una idea de qué quieres hacer. Dicho lo cual, lo que siempre ha distinguido Age of Empires II de la mayoría de sus predecesores y sucedáneos es que, lejos de ser un trámite o un proceso tedioso, es la parte más jugosa de la experiencia.

Todo lo que que convirtió el clásico en un juego de culto, pero mejor

Sobre el papel, empezar una nueva partida de Age of Empires II debería abrumar, especialmente si no es con ratón y teclado. Salvo que seas un auténtico incondicional de la saga, lo normal es tener una predisposición muy especial a la hora de poner el primer pie en esta inagotable fuente de horas de juego. En esta obsesión con todas las letras. En la práctica: esta versión creada a medida te lleva de la mano desde los compases iniciales y tú mismo puedes soltarte cuando te veas preparado. El modo en el que consigue que des ese gran paso es a base de abrirte posibilidades y campañas realmente interesantes. Y darlo en Xbox es un gustazo.

La premisa no ha cambiado desde 1999. faltaría más. Elegimos una civilización, comenzamos en un mapa, extraemos recursos e invertimos en tecnologías a base de distribuir por el terreno visible tanto unidades como edificios y, con algo de suerte, avanzamos una edad para que se nos desplieguen nuevas y mejores opciones. Existe un riesgo, claro, más allá de las decisiones que tomemos. Ser atacados por otras civilizaciones. Y no te lo vamos a negar: que nosotros seamos esa amenaza invasora también es la sal de esta experiencia.

Las mismas reglas y premisas del juego original se manifiestan es esta Edición Definitiva que en consolas Xbox Series X se manifiestan en gloriosas 4K, dejándonos unas imágenes sencillamente impresionantes que se desmarcan y a la vez atan cabos con el clásico de Ensemble Studios: Xbox Game Studios ha restaurado cada pedacito del juego para que luzca como nuevo y eso nos deja unas vistas maravillosas convenientemente aderezadas con textos y voces en español y una orquestación de la banda sonora que transmite solemnidad y nostalgia a partes iguales.

Un tratamiento de diez, desde luego, que no nos pilla muy de nuevas. ¿Y qué ocurre con el apartado jugable? Esa es, desde luego, la mejor parte.

Forgotten Empires y Tantalus se apoyan en los hitos del Age of Empires II Definitive Edition de 2019, faltaría más, pero en el proceso replantean la interfaz de arriba a abajo para que todo esté a mano y a la vista. Dicho de otro modo: se cargan los cajetines inferiores y muestran los recursos y el mapa en pantalla, a la vez que despliegan acertadísimos menús radiales que brotan al usar los gatillos para que no tardemos en dar instrucciones o gestionar nuestra producción de manera intuitiva.

Esto se complementa con accesos rápidos a los que se accede desde la cruceta del mando, de modo que con un simple gesto podremos controlar esa unidad suelta que está esperando instrucciones sin tener que perder el tiempo en encontrarla.

Dicho lo cual, y esto es importante, pese a que el juego ofrece una serie de atajos por defectos, nosotros podremos personalizarlos al gusto y sobre la marcha. Permitiéndonos adaptarnos tanto a nuestra civilización como a cada circunstancia. Porque en Age of Empires II, la civilización que escojamos importa y tiene un peso específico en el desarrollo de la partida.

El primer gran acierto de esta versión es cómo se ha adaptado la experiencia Age of Empires II al mando permitiéndonos hacer zooms o personalizar elementos. ¿Necesitas seleccionar varias unidades a la vez? Tienes varias opciones que van desde mantener pulsado un botón sobre una superficie para que se despliegue un área concreta o crear un atajo. Y ojo: lo mejor de esto es que esta edición para Xbox no renuncia a ninguna de las ventajas del ratón y el teclado: los enchufas a la consola, aparece un puntero y lo puedes usar como en PC al vuelo. Tan simple como suena.

Todo lo que te gustó en PC, ahora (¡por fin!) en consolas

Llegados a este punto no está de más tener algo presente: pese a que estamos ante el debut de la saga Age of Empires en Xbox, lo cierto es que no es la primera vez que Microsoft lleva su saga de estrategia a las consolas. Es más: se creó una versión a medida de esta secuela tanto para PS2 como para Nintendo DS. Lo que hoy tenemos entre manos se acomoda perfectamente a los mandos y el perfil de jugador de consolas, pero la gran diferencia es que se trata de la experiencia integral de PCs y, a la vez, una legítima extensión de la misma.

Age of Empires II Definitive Edition para Xbox no solo se beneficia de que las consolas de Microsoft abren la puerta al uso del ratón y el teclado, sino a la enorme infraestructura y filosofía del ecosistema de Xbox. Lo cual pasa por las ventajas del Smart Delivery entre PC y cualquiera de los tres modelos de consola (Xbox Series X, Xbox Series S y Xbox One) sino también por el sistema de guardado en la nube de Xbox. El cual, por cierto, es el único gratuito y funciona en las dos direcciones.

Pero ahí no acaba la cosa, porque no tendrás que pagar dos veces por jugar en otra plataforma a lo que ya tienes en propiedad. Al menos, si lo adquiriste en la tienda de Microsoft. Pero también porque esta edición viene acompañada de sus respectivas expansiones, todos los modos de juegos, incluidas sus campañas y, por supuesto, los mods: buscas el que más te gusta, incluso si se creó en 2019, y lo instalas. Si, además, te gusta puedes suscribirte y regalar a su creador un "Me Gusta". Como debe ser.

Ahora bien, pese a todas las puertas que abren los mods, a nivel de contenido Age of Empires II Definitive Edition para Xbox va sobradísimo, ofreciendo montones de campañas y contenidos para improvisar escaramuzas o crear partidas propias, pero también una serie de desafíos propios basados en El Arte de la Guerra de Sun Tzu que sirven tanto de tutorial como a modo de reto para los conceptos básicos del juego.

¿Quieres más? La edición Deluxe del juego suma los lotes de Señores de Occidente, El amanecer de los duques y Dinastías de la India, con mucho más contenido y tres nuevas campañas por cada DLC. También los puedes comprar por separado, que conste, pero con lo que llega al Game Pass muy difícilmente te vas a aburrir. Más bien, todo lo contrario.

A partir de aquí queda un elemento esencial dentro de la experiencia Age of Empires a tener muy en cuenta. La experiencia individual es intachable y hay opciones para jugar y conquistar el mundo por la razón o la fuerza durante años. Como cualquier clásico de culto de la estrategia, pero ¿y qué pasa con el multijugador?

En la versión a la que tuvimos acceso no fue posible organizar o unirnos a ninguna partida online. Pudimos curiosear por los menús, e incluso se nos mostró la calidad de la conexión, pero en honor a la verdad no logramos encontrar rivales o jugadores con los que experimentar los modos cooperativos. Que los hay.

Como es de esperar, tienes por delante todas y cada una de las opciones con una nueva interfaz creada para la ocasión cada uno de los filtros y ajustes que más quieras. La versión de Xbox de Age of Empires II permite improvisar partidas rápidas e ir a lo loco con elementos aleatorios. Atreverte con las puntuadas, buscar una sala específica o crear una y compartirla por código o simplemente entrar al modo Espectador y tomar nota mientras ves como otros jugadores se matan entre sí mientras esperan prosperar con unas palomitas recién preparadas.

A falta de poder jugar en competitivo pudimos improvisar partidas contra la IA en diferentes modos de dificultad. El resultado fue una de cal y otra de arena. El planteamiento funciona muy bien, pero si queremos un auténtico desafío toca aclimatarse a los nuevos sistemas de control para poder reaccionar a tiempo y de manera precisa.

Lo que se gana con los atajos se pierde en esos reflejos y la memoria muscular propia de quien ha invertido incontables horas con el ratón y teclado. Siendo justos, nada que no se pueda arreglar a base de jugar. Y tanto por contenido como por su fórmula de estrategia en tiempo real, no es un problema: Age of Empires II Definitive Edition para Xbox se presta a que nos demos verdaderos maratones.

La opinión de VidaExtra

Age of Empires II Definitive Edition para Xbox es mucho más que un sueño hecho realidad para los fans de la estrategia en tiempo real: es un ejemplo de cómo, de qué manera y por qué se deben llevar esta clase de imprescindibles atemporales a las consolas. Una cita obligada con un juego de merecido culto que se manifiesta en toda su gloria y esplendor en dos generaciones de consolas y que llega con la mentalidad de seguir ofreciendo horas de juego y buenos momentos durante al menos dos generaciones de sobremesas más. Como mínimo.

Sobra decir que Age of Empires II Definitive Edition para Xbox es, además, una de las dos puntas de lanza que Xbox Games Studios esgrime de cara a la nueva etapa de Microsoft en los videojuegos. Sumando todas las ventajas de su gran plan que pasa por el Game Pass y, por extensión, el juego en la nube: gracias al uso de los mandos será posible jugar en navegadores y móviles a través de Xbox Cloud Gaming. Otra barrera superada con un movimiento maestro y en una etapa muy importante para la propia Xbox.

Y es que, casi 25 años después de su lanzamiento, Age of Empires II sigue siendo una de esas varas de medir la calidad de los juegos de estrategia en tiempo real. Lo cual incluye, por cierto, las dos entregas posteriores dentro de la propia saga. Y su entrada en Xbox por la puerta grande revalida todos y cada uno de sus aciertos. Sumando todo lo bueno del juego original con todo lo que se espera de los juegos de estrategia actuales y aderezándolo con su mejor sorpresa: un uso prácticamente intachable del mando. Lo mejor: si no te gusta el sistema de control por defecto, tampoco hay problema: también puedes personalizar botones o tirar de ratón y teclado.

Un hito para un juegazo por el que no pasan lo años y que, por cierto, no tardará en encontrar la horma de su zapato: Age of Empires IV llegará en cuestión de meses también a Xbox, aunque con una ventaja añadida: para entonces, muy posiblemente nos hablemos acostumbrado a usar el mando. Porque Age of Empires II es el mito que no cesa. Un mito hecho realidad que, además, le sienta de escándalo a las consolas Xbox .