Análisis de A Plague Tale: Requiem, la soberbia y emocionante aventura que se ha convertido en mi mayor aspirante al GOTY

Es posible que llevemos un tiempo viendo que auténticos videojuegos se están retrasando hasta el año que viene, dando la impresión de que este 2022 tampoco ha sido gran cosa, pero sin duda pasará a la historia por ser el año que nos ha dejado títulos de la talla de Elden Ring o el prometedor God of War: Ragnarök, dos de los mayores candidatos a ser elegidos como el mejor juego del año.

Sin embargo, a ambos les ha salido un duro rival, porque se ha vuelto a repetir exactamente la misma jugada que en 2019. En aquel momento un tapado como A Plague Tale: Innocence se convirtió en una de las obras más excelentes que fueron publicadas, colándose en nuestro top 10 de lo mejor de aquel año, porque desde luego lo que consiguió Asobo Studio era digno de aplaudir sin parar.

Pues bien, tres años después, la historia tiene pinta de que se va a repetir con A Plague Tale: Requiem, porque el estudio francés ha puesto toda la carne en el asador para desarrollar un producto redondo. Ya era difícil teniendo en cuenta el listón tan alto que había dejado su primera parte, pero solo tenéis que leer el siguiente análisis para comprobar por qué este juegazo es un claro aspirante al GOTY.

Buscando la cura de la terrible mácula

Si hubo algo que me encantó de la primera parte de la saga fue, entre otras cosas, su argumento, porque presentaba una historia enternecedora que no tardaba en darle la vuelta a la tortilla para pasar a algo más tétrico, sombrío y desgarrador. Se podría decir que algo así ha sucedido con esta segunda parte que transcurre seis meses después de los anteriores eventos.

Ambientada en la Francia del siglo XIV, la pareja de hermanos formada por la joven Amicia y el pequeño Hugo vuelve por todo lo alto. De primeras están disfrutando de una época tranquila, pensando que nada puede salir mal y que todos los peligros han cesado, con la infernal plaga de ratas que no ha vuelto a hacer de las suyas. Por desgracia para ambos, parece ser que la vida les ha condenado a no ser felices y a tener que estar preparados para superar cualquier adversidad.

La enfermedad que padece Hugo, conocida como la mácula, sigue recorriendo sus venas hasta el punto de que cada vez se está volviendo más peligrosa y su vida corre peligro. Por lo tanto, a nuestros protagonistas no les queda otra opción que buscar una cura que pueda sanarle por completo, lo que los llevará a emprender un emocionante viaje hacia una misteriosa isla que aparece en los sueños del menor de los hermanos, ubicada en el Mediterráneo.

Hasta llegar allí deberán hacer frente a nuevas amenazas, mientras la mácula cada vez se va volviendo más peligrosa, desatando un poder oculto en Hugo que le permite controlar a las ratas a su antojo. Sin embargo, esto provoca que nadie lo vea con buenos ojos, lo que no quita que a nuestros jóvenes protagonistas no les vayan a salir aliados que les echarán una mano en su trepidante aventura en la que recorrerán infinidad de lugares en los que la plaga de ratas y un ejército de soldados no pararán de pisarles los talones.

Así a lo largo de las fácilmente 15-20 horas que puede durar esta emocionante odisea, que viene a ser el doble en comparación con el juego original. Aun así, no os penséis que se ha metido relleno para alargarlo más todavía, porque en absoluto es así. La historia está narrada a la perfección y engancha con una facilidad pasmosa que hace que resulte difícil encontrar el momento de soltar el mando con tal de seguir jugando para saber qué más sucederá.

Cada uno de los capítulos no para de dejarnos con momentos sorprendentes y tremendamente emocionantes. Sin duda ayuda el hecho de que las cinemáticas son alucinantes y parece enteramente que estás frente a una película por lo bien que están hechas y por cómo van transcurriendo todos los acontecimientos, porque el ritmo de la trama es muy ágil, logrando que las horas se pasen volando sin que te des cuenta de ello.

Es más, hay partes en las que parece que te acercas al final y en realidad todavía quedan más asuntos por resolver. De hecho, hasta eso mismo me suponía una alegría porque es una de esas aventuras que te atrapa tanto y resulta tan interesante que desearías que no acabara nunca, con unos personajes con los que es fácil empatizar, especialmente con Amicia y Hugo a los que resulta inevitable no pillarles un gran cariño por todas las terribles vivencias que les toca sufrir.

Además, la interpretación de los actores de doblaje vuelve a ser magistral una vez más, al menos en inglés con ese acento francés. En castellano sorprende que esta vez sí se han doblado las voces en nuestro idioma y lo cierto es que las que se han escogido les pegan a todos los protagonistas, pero desde luego se quedan lejos de igualar la calidad que tienen en inglés. Encima son voces normales que no enfatizan el acento francés ni nada, lo que no quita que también logren transmitir las mismas sensaciones pese a no ser tan buenas.

Unos espectaculares entornos con acción y puzles a partes iguales

A la hora de desarrollar esta segunda parte Asobo Studio indicó que tan solo sería publicada en la actual generación de consolas con el fin de aprovechar todo su potencial. Desde luego no exageraban y se nota que el equipo ha cumplido con lo prometido, porque recorrer cada uno de los escenarios es una auténtica pasada por lo preciosos o tétricos que lucen dependiendo de la situación.

Más que nada porque tan pronto estás en un colorido campo de flores o en un bello bosque con riachuelos, como de pronto pasas a una caverna repleta de cadáveres o a una mazmorra bañada con charcos de sangre. La luz y la oscuridad juegan un papel fundamental para dotar de brillo u oscuridad a cada uno de los lugares por los que pasaremos, impregnando de crudeza y terror la mayor parte de zonas por las que pasaremos por culpa de las hordas de ratas que arrasan con todo.

Por eso mismo el viaje de Amicia y Hugo resulta tan hermoso como conmovedor a partes iguales, con unas secuencias en las que de nuevo he de mencionar porque son realmente impresionante, al igual que sucede con ciertos momentos en los que la destrucción está presente a causa de las dichosas ratas, porque aquí no nos encontraremos con pequeños grupos. En su lugar la tecnología alcanzada permite que en pantalla puedan aparecer cientos de miles de estos temibles roedores al mismo tiempo.

Así pues, imaginaros lo que impresiona que una ola gigante de ratas se abalance hacia ti mientras va recorriendo y arrasando con absolutamente todo a su paso, sin importar que sean humanos, animales o incluso edificios. Por lo tanto, otra razón para mantenernos tensos y muy atentos a todo lo que ocurre delante de nosotros para no acabar siendo devorados en apenas un par de segundos por estos seres que de nuevo se desplazan únicamente por la oscuridad, de ahí que la luz sea tan necesaria para mantenernos sanos y salvos.

En este sentido nos encontramos con puzles similares a los de la anterior entrega, teniendo que encender antorchas o buscando siempre la forma de poder encender fuego a nuestro alrededor para no acabar muriendo de forma tan trágica. A su vez, los arbustos o cualquier elemento del escenario que pueda servirnos para escondernos siempre serán bienvenidos cuando los soldados enemigos patrullen por los alrededores para darnos caza.

Aun así, habrá más maneras de pasar desapercibidos, como por ejemplo golpeando cajas, tirando piedras o rompiendo vasijas. Pero no todo se basará en el sigilo sin más, porque también habrá la suficiente cantidad de secciones en las que únicamente nos dedicaremos a examinar los escenarios para resolver otros puzles activando palancas, rompiendo cuerdas, buscando trampillas secretas, etc. Vamos, que no hay ninguna situación que predomine especialmente sobre el resto para que así no sea repetitivo.

Así se las gastan nuestros jóvenes protagonistas

A pesar de que dé la impresión de que Amicia y Hugo están vendidos y poco o nada tienen que hacer frente a todos estos enemigos que se interpondrán en su camino, lo cierto es que los dos están más preparados que nunca para hacer frente a cualquier peligro. Sobre todo porque la mayor de ambos, a quien controlaremos siempre de principio a fin, hará la función de guardiana y protectora de su hermano, sin importar que le cueste la vida porque lo único que le importa es protegerle a toda costa.

Atrás ha quedado la dulce chica de la primera parte que únicamente iba equipada con su honda. Aquí seguirá empleando la misma arma en general, pero esta vez también estará equipada con una demoledora ballesta capaz de acabar con la vida de cualquier persona que se ponga a tiro de una flecha. Por supuesto la munición es extremadamente limitada para que así no nos limitemos a resolver cualquier situación de esta forma, obligándonos a pensar de qué otras formas podemos superar los niveles.

Esa es otra, porque ahora los escenarios son más grandes todavía y menos lineales que en la anterior aventura. Si bien el punto de destino siempre será el mismo, para alcanzarlo habrá varias rutas posibles y nunca habrá una única forma de salir adelante, por lo que a veces podemos optar por no matar a nadie y movernos sigilosamente o tal vez haya quien quiera utilizar todos sus recursos en no dejar títere con cabeza y entrar como un elefante en una cacharrería. Ahí dependerá de la forma de jugar de cada uno.

De todos modos, hay veces que el propio juego te obliga a actuar de una forma determinada, por lo que no faltarán los momentos de acción y las partes en las que la paciencia deberá convertirse en nuestra mejor virtud si queremos vivir para contarlo. Así, aparte de utilizar la honda y la ballesta, Amicia podrá sacar a relucir sus conocimientos de alquimia para producir fuego, nubes de humo o también sustancias que atraigan a las ratas a un punto determinado brevemente.

He de decir que en las primeras impresiones tuve la sensación de que los recursos eran excesivamente limitados, aunque ahora he comprobado que resulta difícil quedarse sin ellos en el caso de administrarlos adecuadamente y muchísimo menos sin gastarlos a lo loco. Por otro lado, nuestro comportamiento influirá en las capacidades de Amicia, porque poco a poco irá ganando puntos en habilidades secundarias dependiendo de si decidimos ser muy agresivos, sigilosos o sacamos a relucir nuestro ingenio para salir adelante.

Por su parte, Hugo no se dedicará únicamente a seguir los pasos de su hermana mayor sin más. Antes indiqué que la mácula le había concedido un poder adicional como es el de controlar a las ratas, así que en esta ocasión podemos utilizarlas a nuestro favor para que vayan detrás de los soldados y así abrirnos paso más fácilmente, a no ser que nos excedamos, de lo contrario podría tener un grave impacto en su salud mental si llegara a perder el control.

El poder del amor de los hermanos

Otro punto que se merece una mención aparte es la relación que mantienen Amicia y Hugo, quienes desprenden un amor incondicional el uno por el otro y cómo su comportamiento verá afectado por las decisiones morales a las que se verán sometidos. No dejan de ser simples niños que no están preparados para matar a cualquier persona, a no ser que les quede más remedio con tal de protegerse entre ellos.

A causa de ello, el viaje interior que experimentarán los llevará pelearse en alguna que otra ocasión y al mismo tiempo perder el control de ellos mismos con tal de evitar que la otra parte muera. Sin duda la evolución que van sufriendo ambos poco a poco es excepcional y con mucho sentido, porque en el caso de Amicia se convertirá cada vez más en una guardiana a medida que vaya perdiendo el miedo de enfrentarse y acabar con cualquier soldado.

En el caso de Hugo, pese a la tenebrosidad que impregna al ambiente, no dejará nunca de lado su inocencia, con comentarios infantiles que son los que te hacen sonreír de oreja a oreja y los que desprenden como un rayo de luz entre tanta oscuridad. Así pues, ambos tienen unas personalidades muy definidas con unas animaciones maravillosas y unos diálogos emotivos que los convierten en una de las mejores parejas de personajes que he llegado a ver en un juego.

La Opinión de VidaExtra

Por títulos como A Plague Tale: Requiem tengo claro por qué los videojuegos es una de mis mayores aficiones, porque así puedo disfrutar de experiencias tan brillantes y sobresalientes como esta que se ha marcado Asobo Studio una vez más. En su momento, con A Plague Tale: Innocence, pensé que era una aventura irrepetible y ahora el estudio francés me ha vuelto a sorprender con una continuación magistral que me ha conquistado por completo.

Pocos defectos se le pueden sacar a un producto cuando te encuentras frente a un argumento magnífico a lo largo de todos sus capítulos, unos personajes a los que desearías acompañar en todas y cada una de sus aventuras, unos escenarios repletos de detalles y que lucen excelentes, un apartado gráfico soberbio y una banda sonora que acompaña perfectamente con cada una de sus melodías, sin dejar de lado la lección de vida que dan Amicia y Hugo por la relación que mantienen ambos.

No sé si A Plague Tale: Requiem llegará a ser el GOTY de 2022. Desde luego se lo ha ganado a pulso por méritos propios hasta el punto de ser uno de esos juegazos que no importa la plataforma en la que juguéis, porque no debería faltar en absoluto en vuestra colección si queréis presumir de haberos hecho con una de las mayores obras maestras del año.