Los seres humanos hemos sido exploradores desde el comienzo de nuestra historia. Es algo intrínseco de nuestra especie. Fuimos nómadas antes de asentarnos en ciudades gracias al descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Incluso así, ningún destino ha conseguido saciar por completo nuestra curiosidad.
Nuestro espíritu aventurero y la exploración son pilares importantes de nuestro desarrollo como especie, aunque actualmente parezca que todo eso haya quedado relegado a unos pocos privilegiados y a los documentales. Y esta sensación se debe en gran medida a que hace tiempo que alzamos la vista hacia las estrellas.
La gente ha olvidado quiénes somos: Exploradores. Pioneros. No cultivadores. [...] Antes mirábamos hacia arriba soñando con qué lugar ocuparíamos entre las estrellas. Ahora miramos hacia abajo, angustiándonos con qué lugar ocuparemos entre el polvo. - Joseph A. Cooper, Interstellar.
Es algo muy enraizado en nuestro ADN. El arte lleva cientos de años tocando esa fibra para emocionarnos: cuadros como El caminante sobre el Mar de Nubes de Caspar David Friedrich, libros como Veinte mil Leguas de viaje Submarino de Julio Verne, películas como Interstellar, Marte y la saga de Indiana Jones, series como The Expanse... y finalmente la experiencia definitiva: los videojuegos.
Los videojuegos de mundos abiertos son tan populares y queridos porque apelan a este sentimiento primigenio de aventura. Resultan irresistibles para la mayoría y muchísimo más para quienes encontramos placer en la exploración en sí misma en vez de como un medio para recompensas. Y hay una compañía en la industria del videojuego que, le pese a quien le pese, ha logrado atraparnos durante miles de horas.
Los mundos abiertos de Bethesda: Fallout, The Elder Scrolls y Starfield
Cualquier fan de los mundos abiertos de Bethesda recuerda exactamente el videojuego con el que quedó atrapado. En mi caso, Fallout 3. Seguro que hay un buen número de vosotros que diréis The Elder Scrolls, concretamente Skyrim. Y no os culpo, esa monstruosidad nos ha robado a todos más horas de las que debería. Todavía quedan jugadores descubriéndolo, explorando y encontrando nuevos secretos.
Y es cierto que la compañía no ha estado muy acertada desde Skyrim y Fallout 4. Si bien Fallout 76 ha mejorado mucho desde su lanzamiento, la realidad es que el hecho de que sea un multijugador centrado en actividades cooperativas resta un poco de fuerza a los apartados de exploración e historia (no ocurre lo mismo con TESO)... ¡Y aun así un servidor ha acumulado cientos de horas explorando Appalachia!
Ahora, Bethesda planea repetir una nueva fiebre de la exploración con su nueva promesa: Starfield, la culminación de 25 años de experiencia en sagas como The Elder Scrolls y Fallout, entre otras. Una nueva entrega que se unirá a No Man's Sky, Star Citizen y Elite Dangerous en la temática de exploración espacial.
Si hasta ahora parecía prometedor, el Starfield Direct del Xbox Games Showcase durante el Summer Game Fest 2023 ha hecho que muchísimos jugadores soltemos todas las amarras de nuestra mente para soñar sin límites. Su presentación de 40 minutos dejó claro que Bethesda y Microsoft van con todo.
La presentación fue tan maravillosa, que muchos decidimos poner un pie en tierra para evitar repetir lo ocurrido con Cyberpunk 2077. Starfield ha cruzado una línea de no retorno: o sale bien y nos conquista a todos o no sale a la altura de las expectativas y tenemos la gran polémica de 2023.
Starfield: un nuevo bastión para los amantes de la exploración
Estoy seguro de que Starfield (si sale bien) va a conquistar a muchísimas personas y los verdaderos amantes de la exploración encontraremos un nuevo bastión. La presentación reveló que la exploración es un apartado muy importante (1000 planetas, no es para menos) y que Bethesda recompensará nuestra curiosidad. Además, contará con construcción de bases, minería, roles como comerciante y cazarecompensas, relaciones con los personajes y facciones...
Los desarrolladores han tenido acceso a datos de la NASA y otras fuentes oficiales para crear el sistema que genera los planetas. Prometen que tendrá en cuenta la posición del planeta con respecto a los soles para establecer todas sus características, desde los biomas hasta la fauna y la flora. La diversidad que hemos visto hace que a muchos se nos caiga la baba.
Starfield supone la promesa de un grito de libertad, un videojuego en el que todo es nuevo (y diferente para cada uno), hay mucho que explorar y en el que podemos ser lo que queramos: desde el protagonista épico de la historia hasta simples comerciantes/mineros que buscan hacerse ricos con los recursos de los planetas. Otros preferirán ser cazarrecompensas y otros tantos exploradores que estudian la fauna y flora.
El 6 de septiembre de 2023, cada sistema, planeta, ciudad, colonia y horizonte será una nueva experiencia. Los exploradores viviremos la pasión de pisar por primera vez cientos de lugares completamente nuevos. No solo por la recompensa de posibles misiones, ítems y experiencia, sino por el lujo de contemplar las vistas, maravillarnos y de sentirnos diminutos en un espacio enorme. Y así durante cientos y miles de horas.
Lo único que podemos hacer hasta el lanzamiento de Starfield es matar el gusanillo en otros juegos como No Man's Sky y confiar que tanto Bethesda como Microsoft saben lo que hacen. Ya cuentan con nuestra atención y han despertado nuestro espíritu de exploradores... ahora tienen que cumplir con una experiencia a la altura de las expectativas. Quiero creer, pero tengo miedo. Bethesda, no nos decepcionéis, por favor.
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