Como un buen shinobi, lo último de From Software ha llegado de la nada y ha cumplido su misión con una eficacia milimétrica. Bueno, de la nada no, porque es el último juego del incombustible Hidetaka Miyazaki.
Sekiro: Shadows Die Twice ha vendido ya 3,8 millones de copias en todo el mundo. Los datos proceden del informe financiero de Kadokawa, compañía propietaria de From. Números nada desdeñables para ser una nueva IP, más si tenemos en cuenta que salió a finales de marzo.
Pero lo dicho, el nombre hace mucho. Hace unos años Dark Souls y derivados eran juegos de nicho, pero la enorme comunidad de fans que han ido consiguiendo a lo largo del tiempo ha catapultado a la desarrolladora hasta un primer plano en los lanzamientos del año.
Este juego, aunque comparte muchas similitudes que ya son seña de identidad de Miyazaki, se distancia bastante de lo visto en los anteriores. Hay un mayor componente de sigilo, un sistema de combate con mil y una variantes, un protagonista predefinido, una verticalidad inusitada y un sistema de progresión propio. Activision ya puede estar contenta de haberles fichado.
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