Al retroanalizar esa maravilla del año 2000 llamada Resident Evil Code: Veronica, hablamos del último gran survival horror de la vieja escuela por parte de Capcom (sin desmerecer el notable y arriesgado Zero de 2002), puesto que Resident Evil 4 marcó un punto de inflexión en la saga de terror de la mítica compañía nipona.
Por eso, ahora que sabemos que el remake de Resident Evil 3: Nemesis saldrá a la venta el próximo 3 de abril de 2020, es hora de fantasear con el demandado remake de Resident Evil Code: Veronica, pese a que vaya a ser imposible que coincida su salida con la celebración de su 20 aniversario este mismo año.
¿Por qué nos sigue gustando tanto Veronica?
Hace un año me dio por rejugar este clásico de Capcom, quedando patente que seguía en muy buena forma. Tampoco nos extraña sabiendo que fue uno de los mejores juegos que salieron de la Dreamcast de SEGA y el primero de la saga en ofrecer unos entornos creados en 3D bajo una cámara dinámica que ya no era fija (pero no controlable), pese a seguir el estilo de los planos cinematográficos.
Parte de su incalculable valor viene dado también por ser el último Resident Evil fiel al estilo del original de 1996 en todo lo relativo a movimiento del personaje, baúles, puzles y criaturas, transcurriendo su historia pocos meses después de los sucesos en Raccoon City, con Claire Redfield en busca de su hermano Chris.
A nivel visual el cambio respecto a Resident Evil 2 y la posterior parte de Jill Valentine en 1999 fue bestial, no en vano estábamos ante un salto generacional que no quiso romper los esquemas, por lo demás, de una saga que estaba en alza a finales de los noventa. Se pulió lo justo y necesario en el control para que resultasen más gratificantes las partes de acción o que consultar el mapa fuese más práctico, entre otro tipo de mejoras. Y con Claire repitiendo protagonismo.
Si gustó tanto también fue por su parecido con Resident Evil 2, al contar con dos historias que se entrelazaban, pero de un modo mucho más sorprendente que en aquella obra de 1998. Y es que esa misión de rescate de Chris era bastante enrevesada, primero por lo mucho que tuvo que sufrir Claire en la isla de Rockfort hasta su aterrizaje de emergencia en la Antártida. Y luego le llegó el turno a su hermano, algo que ni ocultó la contraportada del juego para evitar la sorpresa.
Este Resident Evil necesita un remake urgente
Capcom tardó tan solo seis años en lanzar al mercado el remake del primer Resident Evil, pero 21 años en hacer lo propio con su secuela, el mismo tiempo que para la aventura con Nemesis. Esto nos hace ser bastante optimistas al pensar en un hipotético remake de Resident Evil Code: Veronica a partir de 2021 viendo el patrón que está siguiendo Capcom ahora con estas puestas al día.
No es que necesite muchos retoques, pero sí que nos saben a poco las conversiones y reediciones en HD que ha tenido, sin cambios reseñables. Y desde luego que el impacto no es el mismo para esa clase de gente que ha descubierto ahora este clásico de Capcom con 20 años de historia repleto de momentazos.
Aparte de una renovación de su apartado visual en 3D, aprovechando la potencia de las tarjetas gráficas actuales en PC y hasta donde lleguen PS5 y la nueva Xbox, estaría bien que Steve Burnside contase un modo especial para conocer más su historia y unir posibles puntos (o no) con ciertas teorías que rulan por Internet, que se mejorase el Battle Mode y que la vista en primera persona viniese de serie (no, Resident Evil 7: Biohazard no fue el primero), sin necesidad de pasarse el juego.
De confirmarse, lo que parece más probable es que Capcom siga por los derroteros con una vista inicial sobre el hombro desde que Leon S. Kennedy se adentró en aquel territorio con muchos imbésiles por metro cuadrado que ansiaban su muerte a toda costa, ya que ese tipo de cámara ha sido el estándar en la saga desde entonces, salvo ligeras excepciones. ¿Cómo lucirá Resident Evil Code: Veronica en la próxima generación de consolas? Fijo que Alexia lo sabe...
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