El otro día me quedé cismando tras el análisis de Predator: Hunting Grounds. ¿Era posible que a pesar de sus fallos y carencias, por muy divertido que pudiese llegar a ser, estuviésemos ante el mejor juego de Depredador en su historia sin contar las múltiples colaboraciones con Alien? Tras meditarlo muy friamente, así fue.
El motivo es bien sencillo: Predator nunca tuvo un buen juego. Y lo volvemos a repetir: sin tener en cuenta los duelos contra Alien, como la recreativa Alien vs. Predator de Capcom o los shooters en primera persona, especialmente los de su primera etapa en los noventa. En solitario, los Predator pierden una barbaridad.
Los fallidos Predator de finales de los 80
Entre 1987 y 1989, hubo dos vertientes muy distintas para los primeros juegos oficiales de Predator tras el estreno de la memorable película de Schwarzenegger en 1987. Para las computadoras de la época, se optó por un juego de scroll lateral que pretendía ser realista, pero que adolecía de un montón de fallos que lastraban la experiencia; mientras que en consolas (NES y MSX) se optó por un sucedáneo de Contra con exceso de fantasía que tampoco era precisamente buen juego.
Predator (Commodore 64, Amiga 500, Atari ST...)
Por mucho que a nivel visual la conversión a máquinas superiores, como Atari ST o Amiga 500, fuese mejor, parece haber cierto consenso al afirmar que aquel Predator de 1987 para Commodore 64 tenía mayor encanto. Desarrollado por el estudio Source y editado por Activision, se trataba de un juego que aparentemente respetaba la esencia de la película, pero que en seguida se iba al traste por culpa de fallos en el control o en la detección de las colisiones, entre otras lindezas.
Realmente, lo único destacable fueron sus gráficos, todo un portento para la época en dicho sistema, puesto que se mostraba extremadamente lento por mucho que contase con una versión "rápida". Además, no se aprovechaba la imponente figura del Depredador hasta el final... y el resultado no era ni remotamente parecido al de la película dirigida por John McTiernan.
Predator (NES y MSX)
Curiosamente, en consolas se optó por otro estilo, como adelantamos. Ahí fueron los estudios Pack-in-Video (MSX, 1988) y Klon Co. (NES, 1989) los encargados de perpetrar un juego que se pasaba la licencia Predator por el forro de los cojones para crear algo muy distinto, donde tenían cabida enemigos que parecían sacados del típico run & gun repleto de monstruos. Eso sí, había muchos Predator al final.
Pero... ¡menudos Depredadores! Todos cortados bajo el mismo patrón de la simpleza más absoluta para rematar cada fase, hasta esa última sorpresa en forma de cabezón volador. Cómo no, este juego de Predator contaba con errores inexplicables en el control y diseño de niveles, lo que lo convirtió en una de las peores licencias de la época. Hasta Angry Video Game Nerd le dedicó un vídeo.
Las sangrantes secuelas a inicios de los noventa
La tendencia de crear dos juegos totalmente distintos no cambiaría con la llegada de su secuela a comienzos de 1990, probando suerte con la perspectiva isométrica en Mega Drive (o semi-cenital en Master System y Game Gear) en un juego de acción sin alma; optando por un shooter en primera persona sobre un plano fijo que iba hacia la derecha en el caso de las computadoras de la época.
Predator 2 (Commodore 64, Amiga 500, Atari ST, MS-DOS...)
Como si de un shooter sobre raíles se tratase, pero sumamente limitado, aquel Predator 2 de sistemas como Amiga 500, donde debutó en 1991, seguía el estilo de la recreativa Terminator 2: Jugdment Day, casualmente del mismo año. La diferencia es que estuvo muy por debajo de juegos como Operation Wolf e incluso del propio Terminator, sobre todo por lo caótica que resultaba la propuesta.
Sobra decir que cualquier parecido con la película de 1990 dirigida por Stephen Hopkins fue meramente anecdótica, salvo por la referencia en algunos escenarios y personajes relevantes, hasta culminar en un duelo final contra un popurrí de Depredadores y marines del espacio de lo más surrealista. Y duró un suspiro.
Predator 2 (Mega Drive, Master System y Game Gear)
La cosa no mejoró en consolas de SEGA, donde debutó en Mega Drive en 1992 con un juego de acción isométrica donde había que hacer frente a un montón de narcotraficantes y rescatar a no pocos civiles en el proceso. Más o menos como en la primera parte de Die Hard Arcade, pero sin gracia y con una presencia francamente anecdótica por parte de Depredador hasta el tramo final del juego.
En Master System y Game Gear fue a peor el asunto, dejando claro hasta ese entonces que un personaje de este calibre necesitaba un salto de calidad a nivel gráfico para que se crease la misma tensión que en las películas. Algo que por fortuna llegó con aquel Alien vs. Predator de Atari Jaguar en 1994. Pero claro, ahí volvemos a lo del principio: Depredador tuvo que compartir protagonismo con Alien para contar con su primer buen juego, el que conquistaría a todo el público.
Predator: Concrete Jungle, otra mancha más
Desde entonces, al igual que en el cine, donde regresaría con la pasable Predators en 2010, la franquicia se tomaría un descanso bastante pronunciado de casi dos décadas en barbecho. En el sector de los videojuegos no hubo que esperar tanto, puesto que en 2005 nos llegaría Predator: Concrete Jungle para PS2 y Xbox.
Nos las prometíamos felices, puesto que parecía que el estilo casaba bastante bien con lo que se esperaba de un juego de Depredador, pese a su ambientación dentro de una ciudad (como en la secuela, de ahí lo de "jungla de cemento" del título), pero no tardó en hacer aguas por culpa de un control pésimo, entre otro tipo de taras que lo llevaron a la mediocridad más absoluta en todos los medios.
Fue, a la postre y sin contar los posteriores juegos de Predator para móviles, como uno para Java en 2008 o Predators para iOS en 2010, aprovechando el estreno de su película homónima, el último videojuego oficial en sistemas de sobremesa sobre la figura de Depredador hasta el reciente Predator: Hunting Grounds. De ahí que, viéndolo en retrospectiva, no resulte tan descabellado decir que estamos ante el mejor juego de la saga. Porque en el país de los ciegos, el tuerto es el rey...
Ver 5 comentarios