En episodios anteriores... Encontré a la mujer e hija del Barón Sanguinario, aunque la historia no acabó como la familia esperaba. El Barón cumplió su palabra y me contó que Ciri estuvo en Percha del Cuervo tras escapar de las brujas y que finalmente tuvo que marcharse tras usar sus poderes para salvar salvarle del ataque de un Wyvern. Se dirigió a Novigrado, así que tengo destino.
Antes de irme del Cenagal del Jorobado, el Barón Sanguinario me cita en Percha del Cuervo para recoger mi recompensa. El bastardo parece que ha cambiado realmente, pero ya es tarde. Su hija vuelve a Oxenfurd y su mujer está muerta... y aun así está dispuesto a darme más de lo que pactamos en un principio.
Decido volver a Percha del Cuervo relajado, contemplando el paisaje y reflexionando sobre lo ocurrido con las Brujas del Bosque. Me hierve la sangre no haber podido hacer más, pero tampoco puedo salvarlos a todos. La noche se me echa encima, así que decido parar en un campamento abandonado, prender la hoguera y dejar pasar la noche mientras ceno en la vida real.
Llego a Percha del Cuervo con las primeras luces del día. Los hombres del Barón Sanguinario están amontonados en el patio de la fortaleza interior, mirando al gran árbol central. El Barón Sanguinario no pudo soportar el dolor y aprovechó la noche para ahorcarse. El viento mece su cuerpo como a un muñeco de trapo. Su segundo está al mando. Me pide que recoja la recompensa y que me vaya.
Novigrado, ciudad de fanáticos religiosos, corrupción y quema de brujas
Todas las pistas conducen a Novigrado. Ciri acudió a la ciudad en busca de una vieja amiga, Triss Merigold. En The Witcher 2 tuvimos un romance producto de la amnesia de Geralt, algo que Yennefer todavía se esfuerza en recordarme. El primer paso es evidente: buscar a Triss.
Mi llegada a Novigrado es un espectáculo dantesco de racismo, misoginia y fanatismo religioso. La Orden del Fuego Eterno está quemando vivas a varias personas en hogueras en mitad de una plaza. Un orador incita al odio del pueblo y la masa responde como el rebaño servil que suele ser.
La orden religiosa, liderada por humanos, ha marcado a cualquiera relacionado con la magia, lo que incluye a otras razas como Elfos, enanos y más. Los primeros en caer han sido los magos y brujas, y cualquiera que tenga un conocimiento científico (químicos, por ejemplo) que la orden asemeje a la magia debido a su ignorancia. Ficción, pero no mucho.
"Monstruos", pienso tras finalizar la cinemática. Retomo mi camino hasta la casa de Triss. Está desvalijada. Dos ladrones me cuentan que han echado a la bruja y que planean robar sus cosas. Justo cuando voy a intervenir, un alto mando de la Orden del Fuego Eterno arresta a los ladrones por robo... puesto que las pertenencias incautadas pertenecen a la iglesia. ¿Esto no era ficción? Logro que se vaya, no sin antes amenazarme.
Encuentro varias pertenencias de Triss y me dispongo a hablar con la fuente de información más fiable de la ciudad: ladrones y mendigos. Busco la Arboleda. Nada que no solucionen unas cuantas monedas. Obtengo la contraseña y entro en la zona, donde encuentro al Rey de los Mendigos y a Triss debatiendo, aunque esta no tarda en despedirse para poder hablar conmigo.
Triss y yo nos ponemos al día con alguna que otra insinuación romántica. Ella me cuenta la situación de la ciudad y su plan de ayudar a todo el que quiera escapar de la ciudad. Me cuenta que no sabe nada sobre Ciri, pero que conoce a alguien que puede ayudar. Finalmente, me pide un favor antes de que vaya a ver a su contacto. Accedo, obviamente.
Su encargo es sencillo: eliminar a una plaga de ratas de un almacén. Sospecho que es una excusa para estar juntos y seguir poniéndonos al día. Una vez en el almacén, pongo en práctica los métodos de los brujos para negociar: la mitad antes de empezar el trabajo y la otra mitad al terminar.
Zanjada la negociación, ponemos los cebos para acabar con la plaga y esperamos. Es obvio que Triss sigue sintiendo algo por mí y que yo tengo una debilidad enorme por ella. La bruja logra cortar la conversación justo a tiempo, puesto que la plaga ha sido eliminada.
El dueño entra por la puerta... junto a varios soldados de la Orden del Fuego Eterno. Ha delatado a Triss para no tener que pagarle. Saco la espada de acero y mato a los guardias que querían llevarse a Triss. Acto seguido, centro mi furia en el dueño del almacén: le obligo a pagarle el doble de lo acordado y lo amenazo. Triss no comulga del todo con mis actos, pero no me importa. Nadie jode a Triss.
El altercado ha llamado demasiado la atención, así que Triss debe esconderse. Me insta a visitar a su contacto y a que la mantenga informada sobre todo lo que ocurra. Prometo ponerme en contacto con ella en cuanto sepa algo. Aunque en realidad no hay mucho que contar. Su contacto no me revela gran cosa, a pesar de ser totalmente sincero con ella, pero me da un hilo del que tirar: Jaskier, mi viejo amigo juglar. Debo buscarlo... pero nadie tiene ni idea de donde está.
En VidaExtra | En qué orden leer los libros de The Witcher: la Saga de Geralt de Rivia
En VidaExtra | 23 videojuegos basados en novelas y personajes literarios: de DUNE a The Witcher, pasando por Los Pilares de la Tierra
En VidaExtra | 33 curiosidades, guiños y secretos alucinantes sobre The Witcher 3 que lo hacen todavía más extraordinario
Ver 1 comentarios