Jugar a videojuegos no se diferencia demasiado de estar enamorado: primero nos invade la incertidumbre hasta ver que somos compatibles, luego todo es pasión, enganche y color; y finalmente la cosa se calma hasta convertirse en una relación estable. La mayoría de personas y videojuegos caen durante la primera fase o cuando toda la intensidad termina.
Ocurre de forma muy recurrente que muchos videojuegos entran y salen de nuestras vidas muy rápido. El ritmo de la industria es muy frenético y no solemos tener todo el tiempo que deseamos para estar frente a la pantalla. ¡Y no pretendo criticarlo! Algunas aventuras dan para lo que dan. Soy el primero que juega a un montón de títulos a lo largo del año.
A pesar de todas las entradas y salidas, hay varios videojuegos que siempre tengo instalados en mi PS5 y a los que regreso casi a diario para vivir experiencias que sé a ciencia cierta que me gustan y apasionan. Seguro que muchos de vosotros hacéis lo mismo. Los míos son The Division 2 y Destiny 2, irónicamente ambos encasillados como repetitivos y aburridos tras superar sus campañas.
No es magia ni hay secreto, solo debes saber a qué estás jugando
Hace unos días estaba navegando por Reddit y encontré una publicación de un jugador que cuenta por qué no se aburre después de 1.000 horas jugando a Diablo IV, un videojuego cuya crítica principal es que es aburrido, repetitivo y que no hay demasiado que hacer. Y aunque podría debatir algunos apartados, me identifico muchísimo con el mensaje que quiere transmitir.
El único objetivo de un videojuego es el entretenimiento. No veo un programa de televisión que me parezca aburrido, no juego juegos que me parezcan aburridos y ciertamente no juego durante cientos de horas para decirle a todo el mundo que el juego es "aburrido".
He estado reflexionando y charlando sobre el asunto con algunos amigos a lo largo de la semana. Si bien no han sido todos lo que quería por falta de tiempo, he conseguido reunir diferentes perspectivas y reforzar una idea que tengo en la mente desde hace tiempo. Y seguro que muchos de vosotros también.
¿Cómo es posible que alguien juegue cientos y miles de horas a un videojuego sin cansarse? En mi caso, +1000 horas a The Division 2 y +700 horas a Destiny 2. Y no solo las he acumulado, sino que sigo jugando activamente en la actualidad. Estoy seguro de que muchos de vosotros coincidiréis conmigo en la respuesta, aunque juguéis a World of Warcraft, Valorant, Fortnite, etc.
Creo que es importante conocerse a uno mismo y saber a qué demonios estamos jugando. Todos los días veo a personas lanzarse a videojuegos que son tendencia (modas, polémicas, jugados por creadores de contenido...) sin tener del todo claro dónde están entrando o a qué van a dedicar su tiempo libre.
Los comentarios que mejor ejemplifican esto son los que señalan que The Division 2 y Destiny 2 son malos porque hay que repetir muchas veces las mismas actividades para conseguir equipamiento mejor. Es cierto que debemos hacerlo, pero eso no implica que no exista variedad de actividades que repetir. Misiones semanales y diarias, modos, desafíos, mazmorras y raids, eventos de comunidad y estacionales...
En esencia es disparar a bichos, recoger cositas de colores y repetir, pero es un reduccionismo injusto que podría llevar a cualquier otro juego, especialmente que implique mejoras de personaje y equipo. Puedo aplicar la misma lógica al battle royale, por ejemplo: entrar, matar/morir y vuelta a empezar. Me aburren sobremanera, pero no son malos. Ni son para mí ni puedo disfrutarlos como millones de personas que los juegan a diario.
¿Qué nueva aventura toca hoy?
Mi experiencia y las conversaciones que he tenido con otras personas me han dejado claro lo siguiente: quienes dedican cientos y miles de horas a un videojuego (sin ser necesariamente de forma profesional) son plenamente conscientes de lo que están jugando. Conocen virtudes y carencias, están al día de las novedades y saben poner límites.
En primer lugar, nunca me obligo a hacer nada; por ejemplo, la gente se queja de lo horribles que fueron las 500 runs de Duriel [farmeo]... NO TENÍAS que hacerlas. ELEGÍSTEIS hacerlas, incluso cuando no queríais, incluso cuando la idea de hacer otra os llenaba de pavor. Simplemente... ¡No hagas eso!
A diario, veo muchas personas quemadas porque literalmente van a saco. Quieren lo mejor para ayer y no admiten otro camino que no sea el que hayan visto en la guía de turno, que suele indicar el más rápido y que aprovecha errores puntuales del juego. Abusan de las primeras fases del enamoramiento y llegan demasiado rápido a la calma, así que se aburren. Sé cómo se sienten porque me ha ocurrido.
Creo que está bien marcarse objetivos, pero obcecarse lleva casi siempre a la frustración. Sin ir más lejos, hace un par de semanas se me antojó que tenía que conseguir sí o sí el arma exótica Navegante de Destiny 2 y acabé agotado mentalmente después de repetir la misma mazmorra por decimoquinta vez. Y es que meter presión a uno mismo destroza cualquier videojuego. Tuve que darme unos días de descanso.
Otro error que he cometido en más de una ocasión es forzarme a jugar. Es cierto que The Division 2 y Destiny 2 han tenido temporadas de contenido reciclado y durante las cuales jugar durante sesiones largas no ha sido lo más placentero. Tras acabar quemado un par de veces, empecé a aprovechar esos momentos para darles un descanso y jugar a otros videojuegos. Todas las personas que conozco con miles de horas acumuladas en otros juegos hacen lo mismo cada poco.
Aprendí a jugar a videojuegos
Es obvio que las entregas de Ubisoft y Bungie son muy especiales para mí. Sin embargo, las horas acumuladas son la punta del iceberg, cifras que han ido creciendo sin que me diese cuenta a lo largo de los años. El quid de la cuestión es que conozco y acepto la experiencia que ofrecen, sabía dónde me estaba metiendo cuando empecé a jugar y precisamente vuelvo casi a diario porque he aprendido dónde/cómo puedo disfrutar y ser feliz dentro de sus enormes mundos.
Disfruto muchísimo viendo cómo el poder de mi personaje crece en la dirección que me he propuesto, ya sea en experiencias de puro farmeo como The Division 2 y Destiny 2 u otras centradas en la historia como God of War y Death Stranding. Convertir el personaje en algo mío, algo personal, es mi motivación para jugar. Es algo muy genuino, por eso busco experiencias que ofrezcan muchas horas de eso. Jugarlos es como volver a casa.
En definitiva: cada uno es libre de experimentar los videojuegos como quiera, siempre que no atente con el disfrute de otros. Podemos acordar que muchas veces se nos olvida que el objetivo de estos es disfrutar y enriquecer nuestras vidas, y no ensombrecerla con agobios y disgustos. Creo que tenemos la responsabilidad para con nosotros mismos de conocernos e invertir nuestro tiempo donde realmente disfrutemos. Así he acumulado cientos y miles de horas en estos videojuegos... aunque digan que son repetitivos y aburridos.
En VidaExtra | Nunca una segunda oportunidad a un videojuego me hizo sentir tan feliz y triste al mismo tiempo. Ahora solo quiero más de esto
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