Exactamente dentro de medio año se lanzará Dying Light 2: Stay Human, la esperada secuela del juego de Techland. Hasta entonces, aquellos con una copia de Dying Light podrán seguir disfrutando de nuevos contenidos gracias a la expansión Hellraid que se publicó el verano pasado y que ahora ha recibido unas cuantas novedades.
Sin duda la más importante de ellas es la incorporación de un nuevo modo historia llamado El Prisionero. En él los jugadores descenderán a las profundidades del templo de Ba'al para salvar a Lucius, un mago poderoso que está retenido en las entrañas de este lugar, como podéis ver en el siguiente tráiler cinemático con motivo del anuncio.
Durante las nuevas misiones que se podrán completar será necesario hacer frente a nuevos tipos de enemigos. Por suerte, para salir airoso de estas peligrosas zonas, se han habilitado también nuevas armas de lo más letales: el arco ornamentado Justicia Corrupta, para atacar a distancia, y el martillo de dos manos Quebrantahuesos, para machacar a cualquier criatura con él.
Esta nueva actualización añade de paso otras mejoras, entre ellas una iluminación remodelada o más sonidos para que la atmósfera y la experiencia resulte más inmersiva, además de algunos cambios en las animaciones, gestión de inventario y otros detalles que podéis consultar detenidamente en las notas del parche.
La actualización es gratuita para todos los jugadores de Dying Light: Hellraid y será ideal para ir haciendo tiempo de cara al 7 de diciembre, el día en el que Dying Light 2 saldrá a la venta para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC junto con varias ediciones de coleccionista.