No solemos hablar por aquí de lo que sucede con respecto a la industria del videojuego en zonas como Oriente Medio, ya que los principales mercados son el japonés, el americano y el europeo, pero la noticia relativa al no lanzamiento de ‘Dante’s Inferno’ en dicho territorio me ha hecho pensar las similitudes y diferencias entre lo que sucede ahí y lo que en muchísimas ocasiones vivimos los europeos.
EA ha decidido por voluntad propia no lanzar ‘Dante’s Inferno’ en Oriente Medio tras haber evaluado los gustos de sus consumidores, sus preferencias y otro tipo de factores. Y creo que son estos otros factores los que probablemente hayan tenido más peso en esta decisión. Casi con toda seguridad el juego no habría pasado el corte del Media Council, que vendría a ser el organismo que decide qué videojuegos (y otras piezas de entretenimiento digital, imagino) pueden ponerse a la venta y cuales no en Oriente Medio, así que la compañía ha decidido ahorrarse el trámite.
Para que os hagáis una idea de cómo funciona la cosa en ese territorio bastará con daros el siguiente dato: a parte de ‘Dante’s Inferno’ en Oriente Medio no han recibido ‘Darksiders’ ni van a recibir ‘God of War III’. Este último solamente por el hecho de llevar la palabra “God” (dios) en el título no puede salir a la venta, aunque el dios al que haga referencia pertenezca a una mitología que nada tiene que ver con sus creencias. En cuanto a grandes títulos solamente han podido hacerse con ‘Bayonetta’, ya que el resto de juegos mencionados tocan temas que allí son muy sensibles.
Esto es algo que no vemos posible en nuestro país. Aquí no se prohíbe ningún videojuego por tener ciertas connotaciones religiosas o relacionadas con diversas creencias, con lo cual podemos decir que es una situación en la que no coincidimos con Oriente Medio, pero sí es cierto que, como bien sabemos, no todos los videojuegos lanzados a lo largo y ancho del planeta llegan a nuestro país de forma oficial. Y aquí es donde entra la otra parte de las declaraciones de EA, la que habla de los gustos de los consumidores. ¿Cuántos videojuegos japoneses hemos dejado de recibir? Montones y montones. Y siempre por la diferencia existente entre nuestras dos culturas, los diferentes gustos de los consumidores de uno y otro país, etc.
Al final, por unas razones u otras, en todos los países hay juegos que no tienen cabida de forma oficial. Unos por violentos, otros por cuestiones religiosas, otros por gustos. Lo interesante sería comprobar hasta qué punto los jugadores de los países que forman Oriente Medio se sienten verdaderamente atraídos por los juegos a los que les prohíben jugar. ¿Les importará realmente que en algunos haya ciertas referencias religiosas? ¿Serán compradores compulsivos de juegos de importación? De hecho, ¿cómo estará la situación en cuanto a la entrada en según que países de ese territorio de material de importación?
Vía | Games Latests
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