Por lo general todo juego de lucha hace trampas con sus jefes. Hay ciertos ataques ante los que poco puedes hacer, puesto que anulan tus propios ataques. Ahí o los esquivas (si es posible) o intentas minimizar el daño hasta el final.
Y luego está Akuma en Tekken 7, que vuelve a demostrar la mala baba que se gasta Bandai Namco con ciertos enemigos especiales. Porque lo que sentimos con Devil Kazuya en los primeros Tekken al ver que podía disparar un rayo en un juego de lucha eminentemente de cuerpo a cuerpo es un juego de niños a su lado.
Es precisamente en un duelo entre ambos donde podemos ver lo rastrero que puede llegar a ser el luchador invitado de Super Street Fighter II Turbo en Tekken 7, como sufrió en sus propias carnes la persona I AM OP en una de sus partidas.
Y es que el temible Shin Shun Goku Satsu de Akuma "persigue" a Devil Kazuya hasta que finalmente pisa el suelo después de lanzar su rayo. Una troleada épica que justifica todos los mandos rotos por culpa de esta clase de jefes. Demencial.
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