Que Xbox Series S es menos potente que Xbox Series X es algo que quedó patente al conocer su precio (300 frente a 500 euros) y, sobre todo, ver con detalle sus especificaciones técnicas, con tan solo 4 TFLOPS frente a los 12 de su hermana mayor, o 6 GB menos de memoria RAM. Sin embargo, es otra consola next-gen.
O dicho de otro modo, podrá correr cualquier juego de Xbox Series X, aunque sin ofrecer su mismo rendimiento, lógicamente. Por eso no pensamos realmente que esto pudiese afectar a la retrocompatibilidad con los juegos de Xbox One, Xbox 360 y la primera Xbox, pero así será igualmente, sin contar con tantas mejoras.
Según podemos leer en VGC, será una retrocompatibilidad similar a la de Xbox One S (y no Xbox One X), pero con las mejoras de la propia Xbox Series S, como por ejemplo ese almacenamiento en SSD o una tasa de refresco en pantalla más estable. Todo sin llegar al rendimiento de la potente Xbox Series X, claro.
No hay que olvidar que Xbox One X tiene más RAM que Xbox Series S (12 frente a 8 GB) e incluso la supera en TFLOPS, por mucho que Xbox Series S vaya a ser capaz de mover los juegos de próxima generación... a 1440p y 60 fps, eso sí.
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