El lanzamiento de Xbox Series X y Xbox Series S está a menos de un mes y, en consecuencia, Microsoft está apretando el acelerador para comunicar los cambios, mejoras y bondades de sus consolas de nueva generación. Ahora, la compañía de Redmond ha puesto el foco y detallado la retrocompatibilidad de sus nuevas máquinas.
La propuesta, en resumen, consiste en reproducir miles de juegos de las tres generaciones previas exprimiendo las capacidades de Series X y Series S e implementando mejoras de distinta índole en todos ellos. Así, prometen, "todos los juegos compatibles ofrecerán el mejor rendimiento posible", incluyendo mejoras sustanciales en la tasa de frames, la resolución y los tiempos de carga.
Sobre el primer punto, la tasa de imágenes, la compañía argumenta que gran parte de la mejoría proviene del procesador personalizado de sus máquinas y la capacidad de que juegos de consolas anteriores exploten en su totalidad las mejoras de GPU, CPU y memoria. Asimismo, el equipo dedicado a implementar mejoras en los títulos retrocompatibles "ha desarrollado nuevos métodos para doblar el framerate en ciertos videojuegos". Esto no será aplicable a todo el catálogo, debido a problemas con animaciones o físicas, pero hará que juegos como Fallout 4 pasen de unos irregulares 30 frames por segundo a una estable tasa de 60fps.
Y es que Microsoft cuenta con un equipo de ingenieros encargados de desarrollar y mejorar el sistema de retrocompatibilidad de sus consolas para que cualquier título, sin intervención o trabajo adicional de sus desarrolladores originales, pueda aprovecharse de estas mejoras. Así, volveremos a ver cómo juegos con resoluciones originales de 360p, 720p o 1080p alcanzan los 4K al ser jugados en Series X y Series X al tiempo que contarán con filtro anisotrópico 16x en la inmensa mayoría de casos.
La última de las principales mejoras detalladas por Microsoft es el HDR automático; este modo de imagen, que mejora sustancialmente el rango de luminosidad y colores, empezó a ser implementado hace apenas unos años en algunos títulos de Xbox One pero es una opción con la que no cuentan ninguno de los juegos de Xbox y Xbox 360 así como cientos de los lanzados en la presente generación.
Ahí es donde entra la solución desarrollada por Microsoft, añadiendo automáticamente el modo HDR a juegos que no cuentan con él de forma nativa, siempre "respetando la propuesta artística original" de los videojuegos compatibles y evitando cualquier problema de rendimiento o latencia añadida. De esta forma, evitando de nuevo cualquier trabajo adicional en parches o mejoras por parte de los desarrolladores originales, podremos disfrutar de imágenes más brillantes y coloridas en la inmensa mayoría de juegos retrocompatibles.
Desde luego, a falta de probarlo de primera manos y ver qué juegos son compatibles desde el inicio y cuántos van llegando poco a poco, parece difícil hacerlo mejor en este apartado: contar con la posibilidad de disfrutar títulos lanzados en Xbox, Xbox 360 y Xbox One con framerates mejorados hasta alcanzar los 60fps, resolución 4K, filtro anisotrópico 16x y HDR automático es una de las grandes bazas de las nuevas consolas de Microsoft.
Xbox Series X y Series S llegan a las tiendas el próximo 10 de noviembre.
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