Durante las últimas semanas ha cobrado fuerza el rumor de que Microsoft estaría trabajando en la llegada de la marca Xbox a otras consolas. Con Switch como principal objetivo, el río de rumores no sólo parece factible, también podría ser la respuesta a un proyecto mucho más ambicioso e inteligente.
Lo aparentemente absurdo de la situación, “regalar” a la competencia su mejor baza, no ha tardado en despertar quejas y muecas de desaprobación. Pero si analizamos la trayectoria de Xbox durante los últimos años, es fácil ver cómo el rumor se convierta en algo factible y la locura en una estrategia acertada.
Xbox como hardware, pero también como servicio
En no pocas ocasiones hemos escuchado hablar a Phil Spencer de la intención de llevar Xbox a cualquier dispositivo. De la mano de su Project xCloud, el servicio de streaming de videojuegos que afirman estar preparando, incluso hemos visto vídeos promocionales anunciando la llegada de juegos de la casa a móviles.
La propuesta es aún más lógica si pensamos en la combinación de todo lo que Microsoft ha ido presentando hasta la fecha. Empezando por la idea de Xbox Play Anywhere para llevar los juegos de Xbox a PC, terminando con Xbox Game Pass para ofrecer el servicio de suscripción definitivo de la industria, y adornándolo todo con la llegada de Xbox Live a iOS, Android y Switch.
Hay un giro evidente, pero no a sacar Xbox de su medio habitual, sino a convertir ese medio en algo mucho más amplio y prometedor. Las cifras de Xbox Game Pass se han encargado de afianzar un proyecto con resultados sobre los que, francamente, nunca habría puesto la mano en el fuego.
El crecimiento más allá de nuestras fronteras
Los resultados esperados hablan de cómo la base de jugadores crece cuando se añaden títulos al servicio o cómo todos ellos han aumentado el número de juegos que prueban y el tiempo que le dedican, pero en realidad son los que menos importan en este ecuación. La clave está en que si Xbox Game Pass en Xbox One es capaz de ampliar en un 25% las reservas y en un 10% las ventas, ¿qué conseguirá cuando pase de 40 millones de consolas a 2.500 millones de smartphones?
Igual de lógico parece el miedo hacia un cambio que, a priori, dejaría al hardware Xbox en una posición secundaria. Al fin y al cabo, si puedo jugar en una Switch a los juegos de Xbox, ¿para qué iba a querer una Xbox? El discurso es similar al que muchos planteamos en su día con la llegada de sus exclusivos a PC, pero en este posible futuro escenario hay muchos más matices.
El primero de ellos es que abrazar el mercado de PC no es equivalente a abrazar todo lo demás. Al fin y al cabo era reducir el potencial de Xbox en favor de un sistema que ya controlaba Microsoft, por lo que había poco margen de maniobra y un sector, el de tiendas como Steam, que además ser un duro competidor ya ofrecía soluciones similares en forma de juegos triple A.
Una lucha que crece en dureza y competencia
Hacer lo propio con Switch, móviles o incluso Smart TV en el futuro, tiene un cariz completamente distinto. Allí llegaría a ampliar y completar un catálogo de opciones que esos dispositivos no tienen, y además lo haría en unas condiciones que favorecerían la adquisición de usuarios y, a la larga, la necesidad de adquirir un hardware Xbox para disfrutar de la experiencia en su mejor versión. No es lo mismo un juego en streaming que uno corriendo en nativo, por muy prometedora que pueda ser la tecnología de Microsoft.
Más complicada es la visión de Xbox Game Pass o xCloud llegando a PS4, pero sólo desde qué perspectiva lo mires. Pese que Microsoft parezca ir a remolque en la industria del videojuego, no lo hace en la de los servicios u otros sectores. Tan viciados estamos a mirar la lucha entre Microsoft, Nintendo y Sony que, más a menudo de lo que deberíamos, olvidamos que esas dos compañías no son la competencia directa de los de Redmond.
Microsoft, y en consecuencia también Xbox, en realidad pelea contra otros gigantes mucho más grandes y duros. Compite con Amazon, Apple, Google, nombres que van mucho más allá de la parcela que estamos acostumbrados a vigilar. Titanes que ya han confirmado estar trabajando en entrar en el mundo del videojuego y contra los que sólo se puede luchar tirando de estrategias agresivas y revolucionarias. Que puedas jugar a Halo en una consola de Nintendo, bien puede ser una de ellas.
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