'Wii Music'. Análisis

'Wii Music'. Análisis
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Señoras y señores vayan pasando. Quítense sus abrigos y sombreros y tomen asiento, nos encontramos aquí reunidos para llorar una gran pérdida. La magia de Nintendo, ha muerto.

Bueno quizás no esté muerta, pero desde luego, como nuestra economía, se encuentra en un proceso de recesión.

Cuando se gasta más en promocionar un juego de música que a una obra tan bien parida como 'Wario Land: The Shake Dimension', cuando Sony lanza un plataformas con aspecto infantil y la prensa se desvive por él, cuando el 'Zelda' al que estás jugando no es mejor que el anterior, cuando te paras a pensar en que en las pasadas navidades compraste 'Super Mario Galaxy' y ahora solo ves en la estantería copias de 'Wii Music'; algo va mal.

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Puede que muchos me tildéis de neurótico al realizar estas declaraciones, y muy posiblemente así sea, pero es que tras trabajar en este análisis me siento abandonado por la gran N. Y, ojo, no voy a entrar en la infinita guerra de si es casual o no es casual y si en eso se basa su calidad.

En primer lugar porque creo que es un debate que a estas alturas ya es absurdo seguir alimentando. En segundo porque al igual que hay juegos hardcore malísimos, también encontramos títulos casual que son dignos de ocupar nuestras juegotecas.

Tras varias horas experimentando con lo que nos propone 'Wii Music' debo decir que, o esta industria crece tan deprisa que yo me he perdido algo, o este título no merece llevar el sello de calidad que Nintendo introdujo en los ochenta.

Odio tener que aburriros con la explicación de los diversos modos de juego que se incluyen en cada título (algo que podéis ver en cualquier otra noticia o mirando el manual del juego), pero creo que en esta ocasión debo de hacer mención.

El modo principal consistirá en que vayamos tocando canciones, con el fin de desbloquear más paisajes, más canciones y más instrumentos (hasta sesenta distintos). La combinación de ellos, grabando en varias partes cada canción, o con la ayuda de tus amigos, hará de cada sesión una obra distinta en cada ocasión, ya sea para mejor o para peor.

Hasta aquí podríamos decir que se trata de un nuevo concepto de juego musical, uno que consigue aportar un soplo de aire fresco al trillado 'Guitar Hero'. Pues sí, podríamos; otra cosa muy distinta es que tuviésemos razón. Os explicaré porqué.

Tenemos cuatro tipos de instrumentos en función de la colocación de los mandos. Piano, guitarra, violín y trompeta. Con la combinación de wiimando y nunchako, cambiando la posición como si estuviésemos sujetando uno de esos instrumentos, y moviendo ambos o uno de ellos, conseguiremos realizar las distintas notas.

Al comenzar a ver vídeos y leer sobre 'Wii Music' pensaba: "si realmente consiguen calibrar nuestros movimientos como si fuesen notas distintas, va a ser un juegazo". Lamentablemente no es así.

Las notas están totalmente prefijadas, por lo que tanto importa si movemos las manos como mandan los cánones lógicos o si nos empezamos a rascar la oreja, siempre oiremos la misma entonación. Sí es cierto que al pulsar ciertos botones el tono cambiará pero ¿Qué sentido tiene?

Estaréis pensando que si me limito a mover el mando arriba y abajo sin ton ni son y encima paso olímpicamente de aportar tonos distintos a cada nota no voy a superar ni una sola fase.

Eso también pensaba yo, pero no. Puedes olvidarte perfectamente de la fantástica guía que te marca el tempo para cada nota y destrozar completamente la canción, el juego ni se inmutará. Aquí la única puntuación es la que te das tú a ti mismo al finalizar cada actuación. Ni margen de error, ni record, nada. Nuevo instrumento, nueva canción y vuelta a empezar hasta el infinito.

Aquí es donde muchos comenzarán a criticarme por no entender una revolución como la que nos propone el maestro Shigeru Miyamoto. Pues bien, que baje y me lo explique porque yo desde luego no le veo la gracia. No existe un aliciente para mejorar cada canción. Hasta con 'Brain Training' mi abuela compite con su amiga por ver quién tiene la edad cerebral más joven. Aquí no, simplemente pones el juego veinte minutos y tocas algo.

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Quizás el error reside en que no soy el público objetivo y por eso no consigo averiguar donde reside la magia de este concepto. Así que preparo tres mandos y siento frente al televisor a mi novia y a mi hermano pequeño para que hagamos una canción entre los tres. La inexperiencia a los mandos por un lado y la habilidad de poder entretenerte con cualquier cosa que todos teníamos de niño deberían enfocar la mecánica de 'Wii Music' desde otro ángulo. Puede que ellos lo disfruten más, e incluso puede que me contagien esa diversión.

O puede que no. El juego girando dentro de la consola no ha durado más de treinta minutos. De verdad que lo he intentado, pero han sido ellos los que se han sentido más atraídos por la idea de echarnos unas carreras al 'Mario Kart' o unas partidas a 'Wario Ware' que volver a tocar otra canción con el banjo.

He fallado de nuevo en el intento de encontrar la magia que supone jugar a 'Wii Music'. Pero no me rendiré, me niego a pensar que tras una obra de Shigeru Miyamoto se esconde solo lo que puedo ver a simple vista. Así que continúo investigando el juego y sus posibilidades.

Entre otras opciones podemos grabar nuestras actuaciones, crear una carátula y archivarlas. Pero tras tres o cuatro carátulas, las siguientes se quedan en blanco.

Tal vez los minijuegos que tiene el título consigan orientarme para saber sobre que escribir, así que me pongo a experimentar con ellos. Un modo en el que deberemos marcar el compás para nuestra orquesta. Otro en el que tocaremos campanas cuando pasen las notas por encima con el fin de crear una melodía en lo que podría denominarse ‘Campana Hero’. Uno más en el que deberemos de afinar nuestro oído para diferenciar unas notas de otras tal y como hacíamos en clase de música…

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Un momento, ahí está la clave, lo tengo. ‘Wii Music’ es un juego educativo, por eso Miyamoto visitaba escuelas japonesas para presentarlo. Pero claro, igual que pasaba en el colegio, la asignatura de repente se vuelve aburrida. Puede que necesite a alguien que forme parte de ese mundo, una persona que haya dado clases de música para poder valorarlo como es debido.

Afortunadamente cuento con una amiga que lleva muchas horas de solfeo a sus espaldas. Toca el fagot en una orquesta, por lo que ella comprenderá mejor que yo la mecánica del juego.

Cuál es mi sorpresa cuando nada más comenzar la primera canción me comenta: "Para ser un juego de música, si pretende enseñar algo es bastante simple ¿Por qué se escucha tan mal? ¿No hay sonidos reales?"

Para un oído que ha crecido entre melodías de Super Nintendo y ruidos de ordenador ese es un detalle que se puede pasar por alto, pero no para alguien que escucha música clásica en sus ratos libres.

Todos los sonidos de los instrumentos son en formato MIDI. ¿Quizás es que hemos vuelto de golpe a la época de los politonos y yo no me he dado cuenta? Pero claro, pese a que eso hubiese pasado, junto al auge de las músicas para móviles de la pasada generación también nacieron sagas como 'Gran Turismo'. Título que contaba con la particularidad de poseer en un cd los sonidos de motor de decenas de coches distintos.

¿Tan difícil era grabar sonidos reales para cada instrumento? Podría llegar a entender que eso no fuese posible si realmente pudiésemos acceder a cada nota de esos instrumentos, pero es que, señores, los sonidos están prefijados.

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Que sí, también es cierto que contamos con más de sesenta instrumentos pero, ¿no podríamos haber obviado algunos tan inútiles como el sonido de un gato o un perro en pos de la calidad de un título de estas características?

Llegado a este punto me siento frente a la pantalla del ordenador y comienzo a escribir todo lo relatado previamente. Con cada letra mi enfado empieza a crecer, no puede ser, me siento engañado, esto no es un videojuego.

De repente, silencio. Que tonto he sido, todas estas horas dándole vueltas y ni siquiera me he dado cuenta. Si no puedo sacar una conclusión de este análisis no es por culpa de ‘Wii Music’, la culpa es mía, lo estoy enfocando mal, estoy intentando criticar algo que no es un videojuego. Es un juguete.

'Wii Music' no es más que el siguiente paso en la escala evolutiva de aquél teclado electrónico Casio, que reproducía melodías mientras tu tocabas las teclas y introducías ruidos estridentes. Y como juguete que es, simplemente cumple con su cometido, ni más, ni menos.

Y permitidme aclarar que esto no se convierte en un punto negativo para 'Wii Music'. Eso sí, siempre y cuando las pretensiones por parte de Nintendo no sean otras y el público no se sienta engañado al invertir su dinero. Algo que no necesariamente debería pasar con 'Wii Music' pero que, la experiencia nos dice, no es tan inusual.

El problema es que, tal y como todos hemos hecho en más de una ocasión cuando éramos niños, tras abrir un juguete y disfrutar de él un par o tres de días, el siguiente paso era abandonarlo en una esquina y jugar con su envoltorio.

Así que la verdadera cuestión a analizar es: ¿Tras desembolsar los 49,95 euros que cuesta ‘Wii Music’, le importará a Nintendo que abandonemos el DVD en un estante para jugar con su caja?

Ficha Técnica: 'Wii Music'

Señoras y señores vayan pasando. Quítense sus abrigos y sombreros y tomen asiento, nos encontramos aquí reunidos para llorar una gran pérdida. La magia de Nintendo, ha muerto.

Bueno quizás no esté muerta, pero desde luego, como nuestra economía, se encuentra en un proceso de recesión.

Cuando se gasta más en promocionar un juego de música que a una obra tan bien parida como 'Wario Land: The Shake Dimension', cuando Sony lanza un plataformas con aspecto infantil y la prensa se desvive por él, cuando el 'Zelda' al que estás jugando no es mejor que el anterior, cuando te paras a pensar en que en las pasadas navidades compraste 'Super Mario Galaxy' y ahora solo ves en la estantería copias de 'Wii Music'; algo va mal.

wiimusic12441.jpg

Puede que muchos me tildéis de neurótico al realizar estas declaraciones, y muy posiblemente así sea, pero es que tras trabajar en este análisis me siento abandonado por la gran N. Y, ojo, no voy a entrar en la infinita guerra de si es casual o no es casual y si en eso se basa su calidad.

En primer lugar porque creo que es un debate que a estas alturas ya es absurdo seguir alimentando. En segundo porque al igual que hay juegos hardcore malísimos, también encontramos títulos casual que son dignos de ocupar nuestras juegotecas.

Tras varias horas experimentando con lo que nos propone 'Wii Music' debo decir que, o esta industria crece tan deprisa que yo me he perdido algo, o este título no merece llevar el sello de calidad que Nintendo introdujo en los ochenta.

Odio tener que aburriros con la explicación de los diversos modos de juego que se incluyen en cada título (algo que podéis ver en cualquier otra noticia o mirando el manual del juego), pero creo que en esta ocasión debo de hacer mención.

El modo principal consistirá en que vayamos tocando canciones, con el fin de desbloquear más paisajes, más canciones y más instrumentos (hasta sesenta distintos). La combinación de ellos, grabando en varias partes cada canción, o con la ayuda de tus amigos, hará de cada sesión una obra distinta en cada ocasión, ya sea para mejor o para peor.

Hasta aquí podríamos decir que se trata de un nuevo concepto de juego musical, uno que consigue aportar un soplo de aire fresco al trillado 'Guitar Hero'. Pues sí, podríamos; otra cosa muy distinta es que tuviésemos razón. Os explicaré porqué.

Tenemos cuatro tipos de instrumentos en función de la colocación de los mandos. Piano, guitarra, violín y trompeta. Con la combinación de wiimando y nunchako, cambiando la posición como si estuviésemos sujetando uno de esos instrumentos, y moviendo ambos o uno de ellos, conseguiremos realizar las distintas notas.

Al comenzar a ver vídeos y leer sobre 'Wii Music' pensaba: "si realmente consiguen calibrar nuestros movimientos como si fuesen notas distintas, va a ser un juegazo". Lamentablemente no es así.

Las notas están totalmente prefijadas, por lo que tanto importa si movemos las manos como mandan los cánones lógicos o si nos empezamos a rascar la oreja, siempre oiremos la misma entonación. Sí es cierto que al pulsar ciertos botones el tono cambiará pero ¿Qué sentido tiene?

Estaréis pensando que si me limito a mover el mando arriba y abajo sin ton ni son y encima paso olímpicamente de aportar tonos distintos a cada nota no voy a superar ni una sola fase.

Eso también pensaba yo, pero no. Puedes olvidarte perfectamente de la fantástica guía que te marca el tempo para cada nota y destrozar completamente la canción, el juego ni se inmutará. Aquí la única puntuación es la que te das tú a ti mismo al finalizar cada actuación. Ni margen de error, ni record, nada. Nuevo instrumento, nueva canción y vuelta a empezar hasta el infinito.

Aquí es donde muchos comenzarán a criticarme por no entender una revolución como la que nos propone el maestro Shigeru Miyamoto. Pues bien, que baje y me lo explique porque yo desde luego no le veo la gracia. No existe un aliciente para mejorar cada canción. Hasta con 'Brain Training' mi abuela compite con su amiga por ver quién tiene la edad cerebral más joven. Aquí no, simplemente pones el juego veinte minutos y tocas algo.

wiimusic12444.jpg

Quizás el error reside en que no soy el público objetivo y por eso no consigo averiguar donde reside la magia de este concepto. Así que preparo tres mandos y siento frente al televisor a mi novia y a mi hermano pequeño para que hagamos una canción entre los tres. La inexperiencia a los mandos por un lado y la habilidad de poder entretenerte con cualquier cosa que todos teníamos de niño deberían enfocar la mecánica de 'Wii Music' desde otro ángulo. Puede que ellos lo disfruten más, e incluso puede que me contagien esa diversión.

O puede que no. El juego girando dentro de la consola no ha durado más de treinta minutos. De verdad que lo he intentado, pero han sido ellos los que se han sentido más atraídos por la idea de echarnos unas carreras al 'Mario Kart' o unas partidas a 'Wario Ware' que volver a tocar otra canción con el banjo.

He fallado de nuevo en el intento de encontrar la magia que supone jugar a 'Wii Music'. Pero no me rendiré, me niego a pensar que tras una obra de Shigeru Miyamoto se esconde solo lo que puedo ver a simple vista. Así que continúo investigando el juego y sus posibilidades.

Entre otras opciones podemos grabar nuestras actuaciones, crear una carátula y archivarlas. Pero tras tres o cuatro carátulas, las siguientes se quedan en blanco.

Tal vez los minijuegos que tiene el título consigan orientarme para saber sobre que escribir, así que me pongo a experimentar con ellos. Un modo en el que deberemos marcar el compás para nuestra orquesta. Otro en el que tocaremos campanas cuando pasen las notas por encima con el fin de crear una melodía en lo que podría denominarse ‘Campana Hero’. Uno más en el que deberemos de afinar nuestro oído para diferenciar unas notas de otras tal y como hacíamos en clase de música…

wiimusic12442.jpg

Un momento, ahí está la clave, lo tengo. ‘Wii Music’ es un juego educativo, por eso Miyamoto visitaba escuelas japonesas para presentarlo. Pero claro, igual que pasaba en el colegio, la asignatura de repente se vuelve aburrida. Puede que necesite a alguien que forme parte de ese mundo, una persona que haya dado clases de música para poder valorarlo como es debido.

Afortunadamente cuento con una amiga que lleva muchas horas de solfeo a sus espaldas. Toca el fagot en una orquesta, por lo que ella comprenderá mejor que yo la mecánica del juego.

Cuál es mi sorpresa cuando nada más comenzar la primera canción me comenta: "Para ser un juego de música, si pretende enseñar algo es bastante simple ¿Por qué se escucha tan mal? ¿No hay sonidos reales?"

Para un oído que ha crecido entre melodías de Super Nintendo y ruidos de ordenador ese es un detalle que se puede pasar por alto, pero no para alguien que escucha música clásica en sus ratos libres.

Todos los sonidos de los instrumentos son en formato MIDI. ¿Quizás es que hemos vuelto de golpe a la época de los politonos y yo no me he dado cuenta? Pero claro, pese a que eso hubiese pasado, junto al auge de las músicas para móviles de la pasada generación también nacieron sagas como 'Gran Turismo'. Título que contaba con la particularidad de poseer en un cd los sonidos de motor de decenas de coches distintos.

¿Tan difícil era grabar sonidos reales para cada instrumento? Podría llegar a entender que eso no fuese posible si realmente pudiésemos acceder a cada nota de esos instrumentos, pero es que, señores, los sonidos están prefijados.

wiimusic12443.jpg

Que sí, también es cierto que contamos con más de sesenta instrumentos pero, ¿no podríamos haber obviado algunos tan inútiles como el sonido de un gato o un perro en pos de la calidad de un título de estas características?

Llegado a este punto me siento frente a la pantalla del ordenador y comienzo a escribir todo lo relatado previamente. Con cada letra mi enfado empieza a crecer, no puede ser, me siento engañado, esto no es un videojuego.

De repente, silencio. Que tonto he sido, todas estas horas dándole vueltas y ni siquiera me he dado cuenta. Si no puedo sacar una conclusión de este análisis no es por culpa de ‘Wii Music’, la culpa es mía, lo estoy enfocando mal, estoy intentando criticar algo que no es un videojuego. Es un juguete.

'Wii Music' no es más que el siguiente paso en la escala evolutiva de aquél teclado electrónico Casio, que reproducía melodías mientras tu tocabas las teclas y introducías ruidos estridentes. Y como juguete que es, simplemente cumple con su cometido, ni más, ni menos.

Y permitidme aclarar que esto no se convierte en un punto negativo para 'Wii Music'. Eso sí, siempre y cuando las pretensiones por parte de Nintendo no sean otras y el público no se sienta engañado al invertir su dinero. Algo que no necesariamente debería pasar con 'Wii Music' pero que, la experiencia nos dice, no es tan inusual.

El problema es que, tal y como todos hemos hecho en más de una ocasión cuando éramos niños, tras abrir un juguete y disfrutar de él un par o tres de días, el siguiente paso era abandonarlo en una esquina y jugar con su envoltorio.

Así que la verdadera cuestión a analizar es: ¿Tras desembolsar los 49,95 euros que cuesta ‘Wii Music’, le importará a Nintendo que abandonemos el DVD en un estante para jugar con su caja?

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Ficha Técnica: 'Wii Music'

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  • Plataformas: Wii
  • Distribuidor: Nintendo
  • Estudio: Nintendo
  • Lanzamiento: Ya disponible
  • Precio: 49,95€
Wii Music
  • Plataformas: Wii

  • Distribuidor: Nintendo

  • Estudio: Nintendo

  • Lanzamiento: Ya disponible

  • Precio: 49,95?

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