Los últimos resultados fiscales publicados por Nintendo presentaban un muy destacado rayo de esperanza para una compañía que llevaba ya un tiempo recibiendo duros golpes en lo económico. Tras un arranque generacional que podríamos calificar de pausado para Wii U, siendo muy amables con el uso del lenguaje, el año 2014 por fin ha traído buenas noticias para las arcas de la compañía de Kyoto, espoleada en buena medida por el indiscutible éxito de un juego tan genial como 'Mario Kart 8'.
Con más de 600.000 unidades despachadas en el periodo de julio a septiembre y una nada despreciable cifra de 1,12 millones de consolas si ampliamos la ventana hasta abril, estos buenos resultados impulsan el parque mundial de Wii U hasta casi 7,3 millones. Lo mejor es que el estreno ya efectuado de 'Bayonetta 2' y la inminente llegada de 'Super Smash Bros. for Wii U' anticipan unas Navidades aún más dulces para la Gran N. A pesar de todos estos buenos datos, quienes acostumbran a ver el vaso medio vacío dirán que la situación sigue siendo muy pobre si la comparamos con el torbellino comercial que fue su antecesora directa.
A estas alturas de la película todos tenemos claro ya que Wii U no va a quedar ni mínimamente cerca de los registros de ventas que obtuvo Wii
A estas alturas de la película, creo que todos tenemos claro ya que Wii U no va a quedar ni mínimamente cerca de los registros de ventas que obtuvo la imparable Wii, cuyo ciclo de vida se cerró por encima de los 100 millones de consolas vendidas, el mejor resultado de una consola doméstica de Nintendo y muy cerca de la mítica Game Boy, que ya hizo saltar el mercado por los aires en su momento. El siguiente gráfico, que tomo prestado de Polygon, refleja a la perfección toda esta situación:
Precisamente lo que más llama la atención de dicha gráfica es la enorme anomalía en la tendencia de ventas domésticas de la compañía que supuso Wii, situándose como un fenómeno fuera de lo común en el proceso evolutivo que ha ido experimentando Nintendo. De hecho, si borráramos dicha consola y pusiéramos a Wii U justo a continuación de GameCube en la gráfica, cualquier observador ajeno a los movimientos de la industria durante estos últimos años lo vería como un transcurso mucho más lógico.
Lo que la verdad de las ventas esconde
Wii fue un brutal éxito comercial, pero dudo que haya muchos aficionados que vean en esa etapa la generación más interesante de Nintendo; es más, estoy casi seguro de que una encuesta arrojaría una mayoría de opiniones en el sentido opuesto. Wii U parece haber revertido por completo la situación, quedando de nuevo relegada a un plano secundario en lo que a ventas se refiere, pero cosechando, de forma casi velada, un catálogo muy sólido y cargado de auténticas joyas que quedarán olvidadas para la gran mayoría de usuarios. Si lo pensáis, es exactamente la misma situación que se dio con GameCube.
Wii U, al igual que GameCube, está quedando relegada a un plano secundario en lo que a ventas se refiere, pero cosechando un catálogo muy sólido
De hecho, si me preguntáis mi opinión, siempre he visto a GameCube como una de las consolas más infravaloradas de todos los tiempos, merecedora por su extraordinario catálogo de un reconocimiento por parte del público mucho mayor del que sus 21,7 millones de unidades vendidas refleja. Maravillas como 'The Legend of Zelda: Wind Waker', 'Metroid Prime', 'Eternal Darkness', 'Star Fox Adventures' o el remake de 'Resident Evil' me recuerdan que a los mandos del Cubo viví algunas de las mejores experiencias de ocio virtual en mi trayectoria como jugador.
Visto lo visto, parece que Wii U está llamada a realizar el mismo papel que GameCube en la historia del videojuego: el de sistema casi marginal, al menos en comparación con sus competidores, olvidado o incluso despreciado por muchos, pero cargado de grandes experiencias para quienes decidan darle una oportunidad. Experiencias que además se atreven a alejarse de la corriente mayoritaria de pensamiento, demostrando que no toda la industria ha de tirar forzosamente por el mismo camino y que otras fórmulas pueden ser perfectamente válidas.
Por muchos años de Nintendo como auténtica alternativa
Las voces más pesimistas del sector dirán que, por el bien de la compañía, ya es momento de ir pensando en una sucesora de Wii U, pero yo afirmo con rotundidad que lo mejor que nos puede pasar a todos es que siga aguantando mucho tiempo y que continúe fortaleciendo cada vez más su papel de fuerza independiente, estableciéndose una vez más como verdadera alternativa de mercado a lo que Sony y Microsoft proponen. Sí, exactamente lo que GameCube fue para la primera Xbox y PlayStation 2. Estoy seguro de que no era eso lo que Iwata y compañía tenían en mente cuando comenzó esta generación, pues obviamente lo mejor para ellos es facturar tanto como sea posible, pero siento que los jugadores ganamos más así.
Es lo que mi compañero Rubén definía hace unos días como la compra imprescindible de esta generación, postura que comparto totalmente. Porque la diversidad es imprescindible para el firme asentamiento de una industria cultural, y porque de las grandes compañías Nintendo es la que más firmemente apuesta por hacer las cosas de otra manera (una manera que conserva mucho de romanticismo), es por lo que veo tan necesario que siga jugando este papel de contrapeso durante mucho tiempo, en el cual resulta mucho más efectiva que como la implacable dominadora comercial que fue en la generación pasada con Wii.
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