Yo cada vez hago menos análisis de videojuegos. No puedo, es superior a mi. Cada vez me resulta más difícil valorar el trabajo de los estudios de desarrollo ya que conozco la dificultad de hacer cualquier cosa. Las horas de trabajo improductivo, los cambios de opinión en la producción, el montón de trabajadores que dejan su salud día tras día y trabajan con el mayor esfuerzo para que aquello consiga divertirnos y que, al final, por una serie de motivos normalmente ajenos a ellos, no pueden conseguirlo. Es muy duro hacer un juego por eso pensar en ni tan siquiera puntuarlo se me hace imposible.
¿Quién demonios es un analista de videojuegos para poner una simple nota o una simple estrella que englobe el trabajo que un grupo de gente ha realizado durante dos años?¿Puede esa nota ser verídica, ajustarse a la realidad o servirle a alguien de algo? En VidaExtra creemos que no, pero por supuesto entendemos y respetamos a los que opinan lo contrario. Por eso cuando decidimos hacer un análisis intentamos compartir con vosotros nuestras sensaciones, lo que nos ha parecido determinado aspecto o ir directamente al grano, ¿nos ha conseguido divertir? Partiendo siempre de una premisa clara, lo que para mi es divertido para ti, que estás leyendo, puede no serlo. Y al revés.
Primero dejemos las cosas claras
Sí, es muy complicado y es imposible no cagarla, permitidme la expresión. Yo mismo releo análisis que hice hace unos años y pienso si no existía una mejor forma de decir esto o aquello, de no resultar tan categórico, de que mi opinión os hubiera servido mejor en definitiva. Pero amigos, nadie está libre de pecado, aquí nos conocemos todos e intentamos ir mejorando poco a poco.
Puede que a veces seamos muy duros, que en otras elijamos la peor forma de explicar las cosas o que tengáis la impresión de que sentamos cátedra cuando todas las opiniones valen lo mismo pero creedme, jamás os engañaremos. Es parte del juego y nuestra opinión, sea la que sea, será siempre real, verídica y argumentada. Es la base sobre la que se asienta la línea editorial de esta publicación, una base sólida que defenderemos a muerte ante quien sea y sin dudar.
La otra parte de la moneda la tienen los estudios de desarrollo, las distribuidoras y las agencias de publicidad.
Son gente normal que lee los análisis de los juegos en los que trabajan y lo ven desde otro prisma totalmente diferente. Ellos, que llevan dos años trabajando a muerte en un proyecto, tienen que soportar la opinión de alguien que ha dedicado unas horas (las que dure el juego, vamos), que ignora todas las dificultades que ha habido y que, además, emite un juicio sumarísimo sobre el producto.
Juicio que pueden compartir en privado, en público o no compartir en absoluto. Pero es aquí donde entra su profesionalidad y es que crear algo conlleva exponerlo a las críticas. Y las críticas existen de todos los colores, formas y sabores. El creador, los creadores, tienen que estar dispuestos a soportarlas, asumirlas, analizarlas, intentar mejorar si las comparten y seguir siendo profesionales.
Entended aquí que no hablo de la micro relación que se podría establecer entre un editor de VX y un comentarista crítico. Hablo de un producto comercial, de algo grande, de un juego, una película, un documental, una obra de arte, algo con mucho dinero detrás… ¿os imagináis que Electronic Arts se enzarzara a pelear con todos y cada uno de los que critican sus juegos? La crítica viene implícita en la obra y a veces será buena y otras veces mala.
Pero existen barreras que ninguno de los dos bandos (qué violento suena llamarlo así) debe cruzar.
¿A qué viene lo que os estoy contando?
Es muy sencillo, quiero resumir y compartir con vosotros lo que ha pasado con Joystiq y el estudio de desarrollo High Voltage.
Os digo, de antemano, que bajo mi punto de vista los dos se han comportado de un modo poco profesional. Unos como unos críos buscando llamar la atención y otros como una diva que no acepta una crítica cuando viene implícita en su profesión.
La historia comenzó hace unos días cuando el editor de Joystiq, Michael Murdock, publicaba la review oficial de ‘Conduit 2’. En dicha review puntuaba al juego con sólo una estrella de las cinco posibles, dato que lo colocaba francamente mal frente a la audiencia.
El artículo, escrito con un tono de “buah, qué malote soy, ¿eh?”, ridiculizaba en numerosas ocasiones al juego llegando a un punto en el que, evidentemente, alguien implicado en el desarrollo podría ofenderse. En opinión del señor Murdock el juego no vale absolutamente nada, de las 7 horas que dura tan sólo salva 4 minutos, tan poco que incluso recomienda otros juegos en su lugar o, en última instancia, ni acercarse a él.
Pero hace algo más grave y amparándose en que nadie lo debería jugar y que pobres de los que lo hagan, llega a spoilear el final del juego (una de las sorpresas de la trama) y a, de nuevo, ridiculizar a los guionistas y a los creativos detrás del título. Sí, habéis leído bien, en medio del análisis se explica exactamente el final del juego, sorpresa incluida.
Bajo mi punto de vista Murdock traspasa la barrera del respeto en varias ocasiones. El juego puede ser malo, malísimo, terrible, el peor… pero seguro que existen otras formas de compartirlo con los lectores sin llegar a ser tan faltón o adoptar ese papel impuesto de enfant terrible.
La otra parte de la historia arranca en las oficinas de High Voltage, el estudio de desarrollo detrás del proyecto. Un estudio polémico que hace unos años aseguraba poder conseguir el aspecto visual de Xbox 360 y PS3 con Nintendo Wii gracias a su tecnología y que poco a poco ha tenido que ir matizando hasta llegar a ‘Conduit’ y ‘Conduit 2’.
Ambos juegos se quedan lejos de las viguerías técnicas de las consolas mayores pero caramba, marcan un buen hit dentro del catálogo de Nintendo Wii que precisamente anda escaso de FPS.
El caso es que después de leer la demoledora crítica del señor Murdock, en High Voltage pasaron a la acción instigados por su director de arte, Matt Corso. Descubrieron que el editor de Joystiq tiene un libro de fantasía publicado y decidieron, amigablemente, dejar claro lo que también les parecía. Aquí podemos leer el e-mail filtrado que Matt Corso envió al resto del equipo de High Voltage en el que les instaba a escribir una review en Amazon sobre ‘The Dragon Ruby’, el libro que había escrito Michael Murdock y que hasta entonces cosechaba buenas críticas (curiosamente en un sistema puntuado también con estrellitas).
“He pensado que os gustaría saber que el analista de Joystiq, Michael T. Murdock, tiene un libro que ha escrito él disponible en Amazon. Parece que tiene unas notas decentes basadas en el análisis de seis personas.Michael fue muy amable al darnos su análisis de ‘Conduit 2’. Por lo que deberíais sentir total libertad para (por supuesto leedlo antes) devolverle el favor escribiendo un análisis de su libro.
Pasadlo bien amigos.”
No hace falta ser un lumbrera para darse cuenta de lo que el señor Corso pretendía con el e-mail. Quizá fue casualidad que al cabo de unas horas empezasen a aparecer comentarios negativos sobre el libro que lo puntuaban con tan sólo una estrella y que estaban escritos con la misma falta de respeto que el artículo original.
Después de unas horas y suponemos, las pertinentes quejas por parte del autor, fueron borrados de la página de análisis de Amazon.
Quizá es fruto del azar, quizá fueron los fans del juego indignados con el duro análisis… lo único que está claro es el mail. Un correo electrónico que ya ha sido confirmado como verídico por el propio estudio y es que Eric Nofsinger, jefe creativo de High Voltage, aseguraba que ese e-mail fue enviado por Corso pero matizaba que con tono amistoso y sin ánimo venganza por el análisis tan duro.
Más tarde el mismo Matt Corso entraba al trapo.
“Mi mente realmente no estaba en ese lugar tan oscuro cuando escribí eso. De hecho seriamente consideré el comprar el libro. Quería saber cómo de bueno era ese chico que se había sentido con el derecho de tirar a la basura nuestro juego y encima reventar el final del modo en el que lo hizo. Y entonces poner un comentario en su página diciéndole que nosotros apestamos y que él es un genio.”“Pero lo olvidé, me lié con otras cosas… aunque entiendo el motivo por el que la gente puede estar viendo otros significados en todo esto. Lo que quiero decir es que quiero que sepáis que no nos vengamos de los analistas por sus opiniones. Aprendemos a través de la crítica.”
Yo no he sido mama, yo no he sido. Él me ha pegado primero, mama
Se puede criticar de un modo duro pero siempre con argumentos. Se pueden buscar maneras más o menos explosivas de decir las cosas, uno se puede equivocar y debe aprender de ello. Pero nunca se debe faltar al respeto de la manera en la que el analista de Joystiq lo hizo. Cruzó una línea que no debería de haber cruzado por muy “enfant terrible” que le guste ser.
Y en High Voltage lo mismo. Uno debe aprender a encajar las críticas, por muy duras que sean, cuando realiza un trabajo de este tipo. Eso sí, seguramente si se hubiesen puesto en contacto con la dirección de la web para comentar la situación y lo que ellos consideraban una falta de respeto se podría haber solucionado de un mejor modo. Desde luego no parece muy profesional enviar a una horda de trolls a Amazon para que se carguen el libro de alguien que ha criticado tu trabajo. Han pasado de ser víctimas a ser culpables con todas las de la ley.
En los dos casos estamos ante un comportamiento infantil y poco profesional que seguramente no se vuelva a repetir. Ni hacer videojuegos ni analizarlos es tarea fácil amigos. Un analista debe ser imparcial y mantener el respeto por sus lectores y por el producto que analiza. Un estudio de desarrollo / distribuidora / agencia de publicidad debe mantenerse al margen, evitar interferir en la línea editorial de una publicación o cebarse personalmente con uno de sus editores y si toca aguantar críticas por un mal producto, pues toca. Es difícil conseguirlo pero como mínimo se debe intentar.
¿Alguien dijo que analizar videojuegos era sencillo? Pardiez.
Más información | Maroonersrock, Joystiq, Amazon
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