Por lo general, cuando uno hace cola para comprar un producto es porque le interesa mucho, está informado sobre todo lo que nos ofrece y qué requisitos necesitamos cumplir para poder disfrutarlo. Es lo lógico, creo yo. Y si os decimos que un usuario de Xbox 360 de Japón ha hecho cola durante dos días para ser el primero en llevarse su Kinect a casa, es porque estaba al tanto de todo. ¿O no?
En un mundo ideal, desde luego, pero la realidad es distinta. Muy distinta. De traca, diría yo. Porque ya nos hemos hartado de escuchar los requisitos del Kinect por activa y por pasiva, y si sabemos que en el país nipón no es muy habitual ver domicilios con grandes medidas y vemos que un japonés se queda dos días metido en una caja de cartón para poder disfrutar de ese aparato ya sabemos cuál es el desenlace de esta imagen de la semana. ¿O no?
Efectivamente, que el pobre usuario se queda sin poder disfrutar debidamente de su nuevo accesorio. No sé si es para reír o para llorar, o ambas cosas a la vez. Porque informarse a estas alturas tampoco cuesta tanto. ¿O sí?
Vía | No vale dar en pajaritos, Kotaku
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