Viejos amigos, peleas esperadas y una sorpresa: el capítulo 1107 de One Piece sigue la línea de los anteriores y no deja ni un solo momento de respiro

Eiichiro Oda no quiere pausas en la trama de One Piece y sigue cuesta abajo y sin frenos

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Aviso: Spoilers del capítulo 1107 del manga de One Piece

One Piece ha regresado después de un breve descanso, pero parece que era necesario, ya que todo lo que está por venir será una verdadera locura. Tras ver cómo dos de los personajes más antiguos de la serie hacen su regreso, Eiichiro Oda no se ha detenido ahí y ha dejado claro que estamos más cerca que nunca del final de Egghead.

El capítulo ha comenzado con la llegada de los gigantes a Egghead y, como era de esperar, una imagen que se ha convertido en la favorita de muchos: Usopp llora de alegría después de ver a sus amigos reconciliados. Se da cuenta de que han dejado las rencillas a un lado y que su único objetivo es rescatar a los Mugiwara.

Después de esto, hemos visto cómo Luffy continúa con su risa y activa el Gear 5 junto a Bonney, quien aún no se cree que tenga a Nika delante suyo y le pide al Sombrero de Paja que le dé un puñetazo a Saturn. Como era de esperar, el joven pirata ve cómo el Sabio ha herido a sus amigos y, después de mucho tiempo esperándolo, ejecuta el primer ataque poderoso a Jaygarcia, quien se queda sin palabras y casi sin poder moverse.

Mientras todo esto ocurre, vemos a Jinbei tratando de encontrar a Zoro para avisarle de que deben irse cuanto antes, pero desafortunadamente está demasiado ocupado luchando contra Lucci en su forma despertada.

Pero esto no termina aquí: Kizaru parece estar decidido a acabar con la tripulación de los Sombrero de Paja y lanza un rayo de luz directamente a Bonney. Para sorpresa de todos, es Sanji quien detiene el rayo con una patada y, según él, gracias al poder del amor, algo que al almirante de la Marina le parece que desafía las leyes de la física.

Todo parecía que se calmaría en el resto del episodio, pero Eiichiro Oda no está para tonterías y nos presenta la inesperada llegada de Catarina Devon y Van Augur, los subordinados de Barbanegra. Es aquí donde ocurre lo más importante, en mi opinión, del capítulo: Catarina toca a Saturn, lo que significa que gracias a su fruta Inu Inu: modelo kyubi-no-kitsune, podrá transformarse en el sabio cuando ella quiera.

También mencionan algo muy interesante que debemos tener en cuenta a partir de ahora: Barbanegra proviene de un linaje muy especial y forma parte de una familia aparentemente importante dentro del universo de One Piece.

Por último, pero no menos importante, vemos que, después de 10 años intentando alcanzarlos de una manera u otra, Caribou finalmente intercepta a los piratas de Kurohige, rogando de rodillas y de una manera muy cómica que lo acepten en su tripulación. Así, Oda pone punto final a un episodio lleno de eventos inesperados, aunque no nos dará mucho margen de respiro, ya que la próxima semana volveremos con un nuevo capítulo de este arco que claramente apunta hacia Elbaf.

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