Construye tu propia máquina recreativa: ¿qué materiales y accesorios necesitas comprar? Consejos y recomendaciones

En un momento en el que el sector del videojuego ha realizado unos avances hasta hace muy poco impensables y tenemos a nuestro alcance un amplísimo catálogo de plataformas y títulos en los que perdernos durante cientos de horas, lo retro, lo vintage, sigue tan de moda como siempre.

Lejos de quedar eclipsado por tal cantidad de novedades, el amor por lo retro está tremendamente vigente, habida cuenta de la gran cantidad de consolas, máquinas, emuladores y demás modos existentes que tenemos de jugar a títulos míticos. Más los lanzamientos que no dejan de sucederse, como ocurre con las exitosas Game & Watch de Nintendo.

Como decimos, para jugar a títulos clásicos tenemos una amplia variedad de alternativas. Pero probablemente la más interesante de todas pasa por usar máquinas recreativas arcade que emulan la experiencia que obteníamos, años atrás, cuando pasábamos interminables tardes en los salones recreativos.

En este sentido, tenemos un amplio catálogo entre el que elegir, con juegos para todo tipo de gustos: de lucha, de aventuras, de plataformas... Pero es cierto que los modelos más cuidados y con mejores prestaciones suponen un gran desembolso económico, algo que sólo puede llegar a merecernos la pena si el presupuesto no es un problema o si tenemos pensado echar muchas, muchas horas con ellos.

Sin embargo, una alternativa muy interesante que se sitúa a caballo entre las máquinas recreativas que podemos adquirir y los emuladores en PC y dispositivos móviles, es la de fabricarnos nuestra propia máquina arcade.

Se trata de una tarea laboriosa y no apta para todos los usuarios. Además, no es que resulte precisamente económica. Pero una vez acabada, el resultado tiene un componente emocional difícilmente igualable por ningún otro modelo del mercado, por no hablar del valor de tener un producto exclusivo y personalizado al milímetro.

Así que si nos encontramos en la tesitura de querer dar un pasito más allá desde los emuladores de juegos arcade y no queremos adquirir ninguna consola retro, sino que preferimos crear una desde cero, a continuación repasaremos los accesorios, materiales y artículos básicos que necesitamos para ello. Aunque, claro está, al tratarse de una creación DIY está sujeta a mil cambios y personalizaciones.

El resultado final, por tanto, variará y dependerá de la pericia de cada cual, la elección de las piezas que la conforman y, en definitiva, de lo que vayamos buscando. Pero en cualquier caso, estas indicaciones pueden servirnos perfectamente como base para levantar una máquina arcade con la que divertirnos durante cientos de horas.

Nuestra selección de piezas para crear tu máquina arcade, de un vistazo

• Monitor con ratio 4:3 o 5:4, para tener esa sensación de pantalla antigua.
• Mini PC Raspberry Pi 4, una pieza fundamental para que funcione todo correctamente.
• Botones y sticks retro, para darle ese toque vintage.
• Tarjeta microSD, para almacenar los juegos.
• Cable microHDMI a HDMI, para que la pantalla funcione correctamente.
• Altavoces, para escuchar la música de los videojuegos.
• Mueble arcade, que podrás pintar y personalizar a tu gusto.

Máquina recreativa arcade DIY: compras recomendadas

Monitor con ratio 4:3 o 5:4

Actualmente, lo habitual es encontrarnos con pantallas de proporciones alargadas. E incluso podemos llevarlo al extremo de la mano de los ultrawide. Sin embargo, años atrás eran mucho más comunes los monitores, televisiones y pantallas en general con una relación de aspecto cuadrada: principalmente, de 4:3 y 5:4.

La mayoría de los videojuegos retro, por tanto, empleaban dichos ratios cuadrados, por lo que la pantalla que elijamos para nuestra máquina arcade debería de ser así para que resulte completamente compatible y evitar así problemas de imágenes alargadas. Por este motivo, y como no podía ser de otra manera, la elección del monitor de nuestra máquina recreativa debe ir en esta dirección, aunque estos hoy en día no abundan precisamente en un mercado dominado por pantallas mucho más modernas.

Sin embargo, encontramos pantallas como esta Dell, que por 201,19 euros cumple a las mil maravillas para nuestro cometido. Con un panel IPS, lo que nos asegura una buena representación y viveza de los colores, cuenta con una diagonal de 19 pulgadas en formato 5:4. Lo que junto a su resolución de 1280 x 1024p resulta ideal para jugar a juegos míticos.

Es negra, con un tiempo de respuesta de 6 milisegundos y una frecuencia de actualización de 60 Hz, más que suficiente para el tipo de juegos al que va destinada. Y algo muy importante: incluye conexiones entre las que se encuentra el HDMI, que es el que necesitaremos para conectarla al cerebro de la máquina arcade: la conocida Raspberry Pi.

Mini PC Raspberry Pi 4

El famoso mini PC Raspberry Pi quizá sea la pieza fundamental de cualquier consola DIY. Y por lo tanto, no sólo no puede faltar en esta máquina recreativa que estamos construyendo, sino que es el centro de todo. En el mercado encontramos diferentes modelos, con diferentes prestaciones y a diferentes precios. Pero ya puestos, mejor hacernos con una de las Raspberry Pi más recientes y así estar cubiertos de cara al futuro, por si queremos reciclarla más adelante y emplearla para otros menesteres.

La Raspberry Pi 4 B tiene un precio de 87,96 euros y cumple de sobra para instalarle los emuladores y los juegos necesarios para nuestra máquina arcade. Es pequeña, súper completa y está llena de los puertos y conexiones que necesitamos para que los diferentes elementos de la máquina arcade se entiendan entre sí.

Este modelo en concreto incorpora 8 GB de memoria RAM, un procesador de dos núcleos, Bluetooth, toma RJ45, conector microHDMI (fundamental), slot para tarjeta microSD, toma jack de audio y varios USB.

Una vez ensamblada en el mueble que veremos a continuación y conectada a los correspondientes periféricos, no tenemos más que instalar cuantos emuladores y programas queramos para empezar a jugar a los títulos que marcaron nuestra infancia y adolescencia. Y como decimos, se trata de un dispositivo tan, tan versátil que además de como cerebro de la máquina que estamos construyendo, en el futuro puede servirnos como centro multimedia y mil cosas más.

Botones y sticks retro

En el mercado encontramos montones de botoneras que imitan a las de las máquinas recreativas, y la elección de una u otra dependerá en gran medida de los gustos de cada cual (como también sucede con el resto de los elementos que estamos recopilando). Pero si no queremos complicarnos mucho, y sobre todo si no queremos gastar demasiado en este punto, este modelo por 49,99 euros es una buena opción de compra.

Este pack incorpora las piezas, botones, cables y sticks como para añadir a nuestra máquina retro mandos para todo tipo de títulos para dos jugadores. Entre los que se encuentran botones de colores, palancas negras y sus correspondientes controladoras, que deberán ir conectadas a la Raspberry Pi. Cuenta con unas excelentes valoraciones y promete una latencia mínima.

Almacenamiento principal: tarjeta microSD

Para almacenar emuladores y demás software que harán las veces de videoconsola retro, así como los cientos de títulos que conforman los catálogos de estos videojuegos, necesitamos una unidad de almacenamiento. Y nada mejor que una tarjeta microSD para la Raspberry Pi que es, como decimos, la piedra angular de toda la máquina recreativa.

Usarla es tan sencillo como añadirlo en el slot que a tal efecto incorpora el mini PC, y con un modelo como este de 64 GB tendremos más que suficiente para todos los juegos que queramos. Estos títulos ocupan muy poco espacio (contrariamente a los de última generación), y con los 64 GB de esta SanDisk (a un precio de 8,34 euros) nos sobrará y bastará.

Cable microHDMI a HDMI

Seguimos con un cable que conecte la Raspberry Pi con el monitor de nuestra máquina recreativa. Y teniendo en cuenta los puertos de cada dispositivo, tendremos que decantarnos por uno u otro. Pero tomando como referencia el mini PC y la pantalla que hemos elegido para esta configuración, lo óptimo es usar un cable con tomas microHDMI y HDMI en sus extremos.

Este, por apenas 7,98 euros, cumple perfectamente en nuestro caso. Tiene una longitud de un metro (más que de sobra) y cuenta con unas excelentes valoraciones por parte de los usuarios, por lo que no pedimos mucho más a un complemento como este.

Altavoces

Dependiendo del monitor o pantalla que tengamos, necesitaremos o no el uso de unos altavoces externos. Muchos modelos incorporan altavoces, lo que nos facilita mucho las cosas al no tener que añadir periféricos adicionales a nuestra máquina arcade. Pero en caso de que no, como el Dell superior, es tan simple como fijarnos en la compatibilidad con el mueble arcade que elijamos (que vemos ya mismo) y adquirir unos altavoces adecuados.

En este caso, por 41,30 euros tenemos estos de la marca ASHATA, con 30 W y lo más importante de todo: unas dimensiones de dos pulgadas. Como veremos a continuación, el mueble que hará las veces de estructura de todo el equipo incorpora unas ranuras de dos pulgadas para altavoces, por lo que nos aseguramos de que todo casará perfectamente.

Mueble arcade

Y bien, finalmente, llegamos al mueble arcade que será la parte visible de nuestra máquina retro y que encerrará todos sus componentes. En este sentido, existen diferentes alternativas más grandes y pequeñas, y elegir una u otra depende en gran medida de cada setup, el espacio que tengamos disponible y lo que vayamos buscando. En este caso hemos elegido un modelo de pie, de tamaño completo, de esos que se sitúan directamente en el suelo y tienen unas dimensiones similares a las de las máquinas arcade de salones recreativos.

Se trata de este modelo te TALENTEC, que con un precio de 299,95 euros ofrece todo lo que le pedimos a un producto de este tipo. Está fabricado en un tablero con 16 milímetros de espesor que nos asegura que la estructura se mantendrá firme una vez añadamos todos los accesorios, componentes y complementos. Es compatible con monitores de hasta 19 pulgadas con un ratio de 4:3 o 5:4, y este es el motivo por el que elegimos el monitor que elegimos.

Por otra parte, incluye orificios en los que introducir los altavoces, los botones y sticks para jugar y los soportes VESA para el monitor. A este, además, se le pueden añadir cuatro escuadras para reforzar el peso. Y tiene unas medidas totales de 52,2 x 43,5 x 145 centímetros, similar al de una máquina recreativa de tamaño completo.

Es de color marrón, por lo que para terminar de darle un toque súper personal no estaría de más decorar este mueble con el diseño que más nos guste y mejor se adapte al resto del setup, una vez tengamos todo bien ensamblado, todo montado y nos cercioremos de que funciona como nosotros esperamos.

Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

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