Cada cierto tiempo se revelan nuevas incorporaciones en el catálogo de Nintendo Switch Online, aunque en enero se produjo uno de los anuncios que más tiempo llevaba esperando, como fue el del regreso de la saga Golden Sun. Sin duda, fue uno de los RPG que más me marcó cuando tuve una GBA, a pesar de que originalmente recuerdo que no me llamaba demasiado la atención, así que no le hice mucho caso hace unos 22 años.
Aun así, le di una oportunidad y fue de las mejores decisiones que he tomado en toda mi vida con un videojuego, de ahí que vosotros haríais bien en seguir el mismo ejemplo si estáis suscritos al paquete de expansión de este servicio de Nintendo Switch, ya que podréis jugar sin ningún coste adicional a este clásico tan maravilloso desarrollado por Camelot y de lo mejor que recibió en su momento Game Boy Advance.
En cuanto me puse a los mandos me sentí como si volviese a la época en la que pasaba tardes enteras jugando con la portátil de Nintendo. Por mucho que recordaba perfectamente todos los acontecimientos, me encantó revivir desde el principio esta magnífica historia que traslada a la acción al mundo de fantasía de Weyard, donde la Alquimia es la fuente que usa toda la población para prosperar, aunque eso también causó que la ambición de ciertos individuos se disparase y quisieran emplearla para fines maquiavélicos.
Para evitar que cayese en malas manos, un grupo de sabios logró contener este poder en el Monte Aleph, aunque eso también provocó que la luz de los Faros Elementales se extinguiese. Si se volviesen a encender sus luces, Weyard correría un grave peligro, así que ahí comienza el viaje de un grupo de jóvenes aventureros dispuestos a evitar que los villanos del juego se salgan con la suya.
Los protagonistas, liderados por Hans, son capaces de dominar perfectamente la Psinergía, que viene a ser una serie de poderes elementales que les permiten interactuar con objetos que hay por el mundo. De hecho, esta es la forma de resolver los numerosos puzles que hay por los escenarios, entre los que hay algunos que consisten en desplazar rocas, otras veces es necesario apagar las llamas de lugares que están ardiendo o incluso crear remolinos.
Del mismo modo, estos poderes son esenciales a la hora de combatir contra los enemigos en unos combates por turnos. Y que no os confunda su toque algo más pixelado, porque estas batallas se vuelven de lo más impresionantes. Eso se debe principalmente a que por las diferentes zonas hay escondidos unos seres llamados Djinn, que hay que localizarlos para obtener sus poderes basados en la tierra, fuego, viento y agua.
Gracias a ellos, es posible realizar unas invocaciones que son las que dan rienda suelta a los ataques más demoledores de todos con unas secuencias de las que no te cansas de ver una y otra vez sin parar, aparte de por la cantidad de vida que quitan a cualquier criatura. No obstante, tras usarlos hay que esperar a que se recarguen, por lo que su uso no es ilimitado, así que mientras tanto hay que aprovechar para repartir golpes muy demoledores o lanzar hechizos ofensivos o curativos para reforzar el equipo.
En este sentido, a los miembros del equipo se les puede personalizar para potenciar sus estadísticas y otorgarles determinadas capacidades dependiendo de los Djinn que tengan asignados, así que es importante no dejar ningún rincón sin explorar para dar con todos ellos. Algunos están escondidos a conciencia y otros más a la vista, pero al final merece la pena hacer el esfuerzo por dar con todos ellos porque es como se desbloquean las invocaciones más alucinantes, como por ejemplo la del Juicio Final y hasta puede salir a escena el mismísimo Thor.
Asimismo, los encuentros son completamente aleatorios, así que a la larga pueden resultar algo molestos, sobre todo teniendo en cuenta que la aventura no baja de las 30-40 horas y eso sin contar los secretos que se ocultan por algunas zonas, con sub-tramas y otras formas de fortalecer más todavía al cuarteto de personajes principales. En cualquier caso, es un viaje que disfruté en su momento y que ahora me ha vuelto a parecer simplemente épico, porque hay que reconocer que ha envejecido perfectamente y sigue mereciendo la pena tanto como el primer día.
En algunos momentos resulta sorprendente que un producto así hubiese salido a la venta en Game Boy Advance por lo completo y asombroso que es en todos sus apartados. Y es que, más allá de su mágico mundo, su trama repleta de giros y sus combates tan brutales, la banda sonora compuesta por Motoi Sakuraba se podría considerar como uno de los mejores trabajos que ha realizado a lo largo de toda su carrera. Además, está traducido al castellano, lo que también suma más puntos a su favor.
Como apunte, cuando lleguéis al final comprobaréis que el argumento se queda totalmente abierto, aunque eso no es un problema. Su secuela, Golden Sun: La Edad Perdida, también forma parte del catálogo de Nintendo Switch Online, aunque ya volveré a ella en algún momento, porque desde luego esta segunda parte no tiene absolutamente nada que envidiar al título original, siendo ambos dos de los mejores RPG que he jugado en toda mi vida y de los que son capaces de dejar un recuerdo imborrable, por muchos años que pasen.
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