El diseño de videojuegos es una labor realmente complicada, pues hay que tener en cuenta muchísimos factores que deben estar equilibrados. Un desajuste en alguno de ellos resultará en una mala experiencia, pero también hay que pensar en la optimización de los recursos. Si debemos fijarnos en los maestros en este arte, Bethesda ocupa un destacado lugar.
Los padres de Fallout y la saga The Elder Scrolls han utilizado toda clase de trucos para disimular efectos y sensaciones en sus títulos. Un ejemplo realmente gracioso lo podemos descubrir en uno de los DLC de Fallout 3, pero en Skyrim también existen trucos muy simpáticos. Uno de ellos tiene que ver con las numerosas mesas pequeñas que nos encontramos a lo largo del norte del continente de Tamriel.
No hay nada demasiado llamativo en ellas, más allá de los objetos y elementos que se encuentren descansando sobre las mismas. Sin embargo, si conseguimos mover la cámara por debajo del suelo del escenario, nos toparemos con que en realidad estamos ante las mismas estanterías que hay en las habitaciones. Así lo mostró David Amador en X/Twitter.
Así pues, una de las baldas de la estantería sirve perfectamente para aparentar ser una mesa básica de madera. Una forma sencilla de ahorrar tiempo, ya que usando el mismo mueble de dos formas distintas se gana en versatilidad. Evidentemente, Bethesda ni nadie del equipo capitaneado por Todd Howard pensó en ningún momento que la comunidad del RPG de fantasía se enteraría del detalle. Con todo, es una demostración de inteligencia y buena práctica para emplear esfuerzos en tareas más importantes.
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