Es curioso, como muchas veces nos obcecamos en alabar ciertos aspectos de un videojuego y, sin querer, dejamos de lado auténticas peripecias técnicas y creativas que deberían merecer un aplauso igual de entusiasmado y ruidoso. De eso, de ruido precisamente, va este curioso detalle.
De God of War Ragnarok hemos hablado de sus gráficos, de su historia, de su jugabilidad, y hemos analizado hasta el más mínimo detalle cada uno de esos apartados. Hoy toca centrarse en otro que merece algo más que un "sí, eso también está guapísimo". Su sonido.
La Chispa del Mundo, uno de los momentos más especiales de God of War
Es alucinante porque, de todas las cosas que podría llegar a acordarme cuando pienso en el God of War de 2018 y su secuela, lo primero que me viene a la cabeza es el sonido del hacha Leviatán al volver a tus manos. Una sensación tan satisfactoria como para poder convertirse, al menos para mí, en la absoluta protagonista de un juego.
Y es que pese a no ser un gran fan de las bandas sonoras -en el momento puedo decirte si me gusta o no me gusta, pero me cuesta horrores recordar tonadillas o canciones específicas pasados algunos días-, sí debo reconocer que me alucina, y es algo que se queda una buena temporada dando vueltas en mi cabeza, lo que algunas películas y videojuegos son capaces de hacer con los efectos de sonido. No el efecto en sí, sino cómo han llegado a veces hasta él.
Hace poco me encontraba con uno tan currado y emocionante que no he podido evitar la oportunidad de compartirlo con vosotros para poder hablar un poco más sobre él. Antes de nada, por aquello de poneros en situación, os dejo el clip sobre estas líneas para que recordéis qué es lo que sonaba al llegar a la Chispa del Mundo en God of War Ragnarok.
Es curioso como este momento tiene la capacidad de ofrecer, a la vez, un sonido tan perturbador como reconfortante. Sabes que algo no está bien, hay algo que no cuadra, pero inevitablemente te llama la atención convirtiéndose en una especie de valle inquietante del efecto sonoro sonoro.
El latido fetal de la hija de un desarrollador
Habiendo por ahí muchos fans del juego que tuvieron una sensación similar con este sonido y este momento, hace poco su propio creador salió al paso de los comentarios para hablar más sobre él, y resulta que es un sonido aún más especial de lo que podríamos llegar a imaginar. Eso que escucháis de fondo, como un tenue tambor, es el corazón de su hija latiendo en el vientre de su madre.
Si hay un recuerdo que tengo miedo a perder por culpa de alguna enfermedad degenerativa cuando me haga viejito, el que guardo con más cariño y aprecio en mi cabeza, es la emoción que sentí cuando escuché por primera vez el latido de mis hijos a través de una ecografía Doppler.
A diferencia del nuestro ahora mismo, y por si no habéis tenido la oportunidad de escuchar ese sonido alguna vez, es como una locomotora demencial sonando lo más fuerte y lo más rápido posible en una repetición constante y abrumadora que no te esperas en absoluto.
La magia detrás de los arreglos de este artista, Alex Previty, está en reducir notablemente el latido para convertirlo en una suerte de percusión mucho más lenta. Y con un girito adicional en forma de canto gregoriano infantil, manipulado de forma brutal hasta convertir un tono completamente opuesto, nos cede con ello uno de los ambientes más espectaculares que ha dado de sí el juego de PS5.
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