Llegó el mes que todo aficionado a los videojuegos espera con ansias año tras año. La Navidad del jugador no se celebra en diciembre, sino en junio, y en vez de regalos tangibles recibe un saco de ilusiones con las que aguantar agarrado durante el resto del año.
2020 nos ha invitado a vivir una Navidad distinta. A estas alturas tanto nosotros como la gran mayoría de compañeros del medio estaríamos preparando nuestra particular lotería del E3. Lo que esperamos de tal compañía, lo que nos gustaría ver en la conferencia de otra. Sin duda el mes que más trabajo, atención y dedicación nos demandaba. También el que más disfrutábamos muchos de nosotros.
Un E3 distinto, pero igual de ilusionante
El evento angelino, aunque no el único pero sí el más importante hasta la fecha, era el punto de inflexión anual que marcaba el salto de un año a otro. Un particular Año Nuevo del mundo del videojuego que sólo se rompía cuando los rumores y filtraciones invitaban a comerse alguna de las uvas antes de tiempo.
Y casi tan importante como todos esos anuncios y sorpresas era este momento, el que vivimos de igual forma año tras año. El silencio absoluto de compañías y la falta de anuncios revolucionarios que invitan a tomarse con más calma de la que merecen los juegos que van asomando la mano tímidamente para hacerse notar.
Puede que la próxima semana no empiece un nuevo E3, pero la situación es exactamente igual. Estamos atónitos y ansiosos contemplando la calma que precede a la tormenta. No una borrasca cualquiera, la tormenta perfecta que sólo se forma cada X años para consolidar la llegada de una nueva generación.
Quedaremos contentos o decepcionados. Llegarán los juegos que esperábamos o nos sorprenderán con otros. Nos gustará más o menos lo que las compañías tengan preparado. Pero que nada ni nadie nos impida disfrutar de este momento.
Disfrutad la calma antes de la tormenta
PS5 dará a conocer sus primeros juegos de la nueva generación el próximo 4 de junio. El PC Gaming Show volverá a mostrarnos la otra cara de la moneda. Llegarán EA y Ubisoft. Volverá Xbox. Gracias a esta última, por cierto, por habernos invitado a saborear un poco las uvas antes de tiempo con Xbox Series X. Un agradecimiento que también merece Epic Games por su Unreal Engine 5.
Dentro de unas horas dará comienzo junio y, con él, probablemente el verano más importante e impactante de los próximos años. Un futuro cercano que también tendrá su ración de calmas y tormentas, pero que no podrá ni acercarse al entusiasmo que generará este preciso momento.
Y así, con las uñas mordidas y la ilusión de un crío que se despertará el día de Navidad con el más ínfimo ruido o un mínimo rayo de sol, disfrutamos y odiamos esa calma de una forma especial. Porque sabemos que pasará, que llegará la tormenta, y que tras ella vendrá lo tangible.
El poner las manos sobre un mando de nueva generación y disfrutar con los juegos que nos depara el futuro. El volver a ilusionarnos con algo nunca antes visto. Leer los ya clásicos “no me lo creo”. Que los ojos se nos iluminen mientras al otro lado de la pupila hay un espectacular vídeo dejándonos atónitos. Qué fácil es disfrutar de esta afición y qué larga se ha hecho la espera. Ya queda menos.
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