El E3 es un formato con fecha de caducidad. EA y Nintendo ya han demostrado que pueden montar su sarao a espaldas de lo que haga la feria de Los Angeles y no habrá ningún problema. La vida sigue. Ahora Sony anuncia que sus planes van un poco en esa línea. Que ni asistirá al E3 ni ofrecerá una conferencia en el evento.
Los creadores de PlayStation afirman que ha llegado el momento de crear su propia experiencia. Dar vida a un formato propio que, ya sea de forma virtual o física, sea mucho más controlado. Sin asumir los costes de una feria cargada de competencia y con un evento que les permita explayarse todo lo necesario en su siguiente gran objetivo, el salto a la nueva generación.
El primer E3 sin Sony
“Sobre [el evento de este año], y sé que esto será decepcionante para algunos fans, hemos decidido no ofrecer un 'PlayStation Experience'. Este año no se celebrará en Estados Unidos y aunque estamos realizando grandes progresos en nuestros juegos, no hay mucho [que podamos mostrar]”
Así anunciaba Shawn Layden, presidente de Sony Interactive Entertainment, que la compañía dejaría pasar su famoso evento propio para dejar un cierre de 2018 mucho más calmado. Los Video Game Awards son ahora nuestra última gran esperanza de cara a recibir anuncios o actualizaciones de los juegos más potentes que están en camino.
Jennifer Clark, vicepresidenta de comunicaciones de la marca PlayStation, aseguraba que tanto su evento como la feria de Los Angeles estaban atados a un calendario que no les resulta favorable, queriendo dar a entender que no hay suficiente material para mostrar y asegurando que “hay muchas novedades en camino de las que esperan poder compartir información pronto”.
Con más de 86 millones de unidades de PS4 distribuidas y casi 778 millones de juegos en la misma situación, si hay alguna compañía lo suficientemente fuerte para poder tomar esta decisión, esa sin duda es Sony. Y no debe ser por pereza, por problemas de costes o porque son tan buenos que no quieren elevar el hype de forma descontrolada, algo que se les da especialmente bien y de lo que seguro podrían decir dos o tres cosas los desarrollos de The Last Guardian, No Man’s Sky o Final Fantasy VII. Apunta a estar mucho más ligado a algo que, al menos por ahora, llamaremos PS5.
La respuesta está en la nueva generación
Apenas un mes desde que el CEO de Sony asegurase que una nueva generación de consolas está en camino, se acerca una temporada interesantísima en lo que a movimientos de ajedrez se refiere. Tanto los japoneses como su principal competidor, Microsoft, han anunciado que sus próximas máquinas ya están en desarrollo, pero ahora queda por ver cómo afrontan la presentación en sociedad de ambas plataformas.
Con la presentación de Xbox One vivimos una situación compleja. Una ristra de rumores que Microsoft no salió a defender o desmentir con la suficiente fuerza y que, con una comunidad que no parecía preparada para el giro hacia lo digital, le dejó en bandeja de plata a Sony la estrategia de su presentación. En 2013 tuvimos dos conferencias por parte de los de Redmond, una en mayo y la de junio en el E3.
Con el anuncio de PS4 se vivió una estrategia similar, con un anuncio en febrero y la posterior conferencia en Los Angeles unos meses después. Pero pese a que Sony intentó golpear antes, fue el análisis de la estrategia de Microsoft (o la falta de ella) lo que facilitó una entrada en la actual generación con todo de cara.
Ahora queda por ver si Sony prefiere seguir ese mismo camino. Que deben tener material más que suficiente para dar vida a una PlayStation Experience basada en la nueva generación es evidente. Que no quieren hacerlo para evitar que la campaña navideña se vea afectada, también.
En cambio, con el E3, la decisión puede responder a dos estrategias: o no hay suficiente material para mantener la atención en dos presentaciones, la propia y la de la feria, o prefieren quedarse agazapados y con el rifle amartillado a la espera de qué hace la división Xbox para intentar disparar a matar.
El futuro de Microsoft frente al futuro de Sony
La realidad respecto a la situación actual, pese a venir de una generación en la que ha dominado por completo, obliga a Sony a estar preparados para cualquier cosa. Microsoft sigue sumando adeptos con su Xbox Game Pass y, esta vez sí, parece que la idea de una máquina enfocada hacia lo digital y el streaming puede ganar más adeptos de los que cosechó hace cinco años.
Si esa es el camino que pretenden marcar los de Redmond, el vídeo de pasarse un juego entre directivos no funcionará tan bien. Menos aún si, siguiendo los rumores que aventuraban el futuro de Xbox One antes de que saliese a la luz, aquí la idea es que podamos acabar compartiendo perfiles entre familiares y amigos. ¿Una suscripción a Xbox Game Pass entre cinco? ¿Pudiendo jugar en cualquier dispositivo gracias al streaming? ¿Con todos los posibles bombazos de la marca disponibles con el servicio de juegos desde el día 1? Bueno, pues ¿dónde hay que firmar?
Sony debe aprovechar el tirón de PS4 para no quedarse atrás y, de hecho, parece que ya ha empezado a hacer movimientos respecto a los que PS Now es capaz de ofrecer. La duda está en si están realmente preparados para esa generación de grandes cambios que nombres como Ubisoft llevan aventurando desde hace meses, o si de lo contrario la posición de comodidad que han vivido durante estos años les han hecho dormirse en los laureles.
Para el próximo E3, aún a siete meses de distancia, probablemente conozcamos alguno de esos movimientos en el tablero. O ambas compañías han levantado el telón sobre sus nuevas máquinas o sólo lo ha hecho Microsoft en su conferencia de Los Angeles, todo depende de si están apuntando a 2019 o 2020.
La falta de anuncios a finales de 2018 por parte de Sony invitaban a pensar que el próximo año sería el elegido, pero si se acaban manteniendo en silencio hasta después de la feria por excelencia del medio, igual toca esperar un poco más. Sea como sea, se avecinan tiempos interesantes en los que cualquier paso en falso puede ser peligroso. Normal que quieran andarse con pies de plomo.
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