El juego ‘Uncharted 2: El reino de los ladrones’ es lo que debería haber sido la, en muchos casos fallida, última película de Indiana Jones. Así de claro y rotundo. El alumno superaba a su maestro en un brillante ejercicio exento de complejos.
Indiana Jones surgió como un homenaje de sus creadores (unos Lucas y Spielberg en la cima del mundo a finales de los 70) a los seriales clásicos de aventuras de los años 30 y 40, donde el héroe de turno terminaba siempre los capítulos en una situación de peligro supuestamente imposible de resolver.
Y es en ese punto entre la vida y la muerte donde precisamente arranca ‘Uncharted 2’, con nuestro protagonista a punto de morir en un tren que se despeña por un acantilado. Desde ahí, un flashback nos lleva al inicio de la historia, respondiendo poco a poco a la pregunta que se hace Nathan y por tanto también nosotros:
¿Cómo demonios he llegado a esta situación?
‘Uncharted 2’ disparaba hasta el infinito las buenas maneras apuntadas por su primera parte. Esto es, aventura de la buena ambientada en lugares exóticos, con un protagonista que a base de chispeantes líneas de diálogo conseguía hacerse un hueco en nuestros corazones.
Socarrón y sinvergüenza, Nathan es el antihéroe perdido (en todos los sentidos) en los confines del mundo, donde siempre va a encontrar a algún amigo, a muchos enemigos y a aquella chica a la que le partió el corazón.
Si una de las premisas formales de Indiana Jones era un toque clásico y artesanal que ignoraba conscientemente los avances técnicos de su época, ‘Uncharted 2’ hace lo propio de una manera harto complicada, y es que en el juego de Naughty Dog se respira ese mismo ambiente cuando este está construido con tecnología punta.
La escena del helicóptero a la que hace mención el título del post es una muestra de ello. Todo encaja a la perfección en un envoltorio de lujo, con una planificación tan perfecta y medida que hace sonrojarse a la mayoría de películas de acción pasadas y presentes. Y aun así tenemos la sensación de estar presenciando un clásico de los de toda la vida.
Los dos únicos problemas que podría ponerle a tal maravilla es que, por un lado, se utilizó de demostración en el E3 2009, destrozando la sorpresa a los jugadores. Por otro, su ubicación temporal en la historia, mucho antes del final del juego. Y es que me vienen a la cabeza las frases de un agobiado Francis Ford Coppola tras el rodaje del ataque de los helicópteros en la inabarcable ‘Apocalypse Now’:
¡El jodido cenit de la película aparece en su primer tercio, y no tengo ni idea de cómo voy a superar esto en lo que queda de metraje!
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