Ha pasado tiempo desde que los pájaros de Rovio tocaran techo. Sin embargo, hay que reconocer que el recientemente lanzado Angry Birds VR: Isle of Pigs es la propuesta más interesante que han protagonizado Red, Chuck, Bomb y los Blues en mucho tiempo.
Junto con Resolution Games, la compañía de Finlandia ha regresado a sus raíces proponiendonos desarmar todo tipo de construcciones con el propósito de pulverizar a los malvados Bad Piggies. Pero en esta ocasión usaremos tirachinas y pájaros virtuales.
Y pese a que la idea está más que vista, en movimiento pinta mejor de lo que puede parecer sobre el papel.
¿Las reglas? Las de siempre: elegir nuestro Angry Bird, tensar la goma, echarle un ojo a la trayectoria y, tras el lanzamiento, ver como se derrumba la fortificación de los Piggies mientras puntuamos. Aunque las vistas y, la experiencia en sí, tiene poco que ver con la que vimos en nuestras pantallas táctiles.
Una entrega que inicialmente cuenta con 50 niveles aunque, a diferencia de las versiones de móvil, es de pago (12,49 euros en Steam o la tienda de HTC Vive ) Eso sí, Rovio adelanta que se irán añadiendo nuevos niveles y contenidos en el futuro.
Quizás Red, Chuck y compañía tarden en volver al candelero, sobre todo tras un generoso empacho de lanzamientos y una película que no terminó de cuajar. Sin embargo, Angry Birds VR: Isle of Pigs es mucho más que nostalgia en Realidad Virtual: es una idea demoledora desde una perspectiva única.
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