¿Quién no quiere conocer una buena ración de historia del videojuego? Han sido escasas las ocasiones en las que el cine ha mirado hacia nuestra industria con el mismo enfoque que la película de Tetris y lo cierto es que se agradece. La producción de Marv Films y Access Industries relata -con un buen número de licencias- la cruenta batalla legal que se vivió a finales de los 80 por la propiedad intelectual del legendario título.
Una obra creada y pulida por el amigo Alexey Pajitnov, el cual consiguió que surgiese de su mente el considerado como juego perfecto. Tan matemático, preciso, adictivo y, sobre todo, inalterables sus cimientos en el tiempo que parece casi una fantasía que sea una realidad. Tampoco se lo creía Henk Rogers, interpretado por un magnífico Taron Egerton.
Más allá del simpático fallo relacionado con The Legend of Zelda: Four Swords para GameCube, es de agradecer esos tramos expositivos que el director Jon S. Baird ha optado por implementar. Que Rogers me explique a la cara de qué va esto del entretenimiento electrónico no es un mensaje que tenga que calar en mí, sino en todo aquel al que le resulte ajeno el terreno. Lo mismo que si tengo que ver una película relacionada con la pesca del salmón en Yemen. ¿No es cierto que los servicios soviéticos se interpusieran en el acuerdo? Licencia cinematográfica, al igual que la persecución final en la que vemos a directivos de Nintendo corriendo por su vida. Es divertido y funciona.
Rogers consiguió el pelotazo de su vida gracias al acuerdo con Nintendo para hacerse asquerosamente rico, pero tengo serias dudas de que pudiese imaginar la enorme variedad de versiones que posee Tetris. Tetris 99, Tetris Worlds, Puyo Puyo Tetris y solo faltaría Tetris Te Hace El Desayuno. Es gigantesco el abanico y bien ha hecho el dueño de los derechos en explotarlos hasta la saciedad, pero no fue hasta 2021 cuando se consiguió crear la mejor versión que se haya visto.
Lo de toda la vida, pero mejor
Mis plegarias finales irán dirigidas a Monstars, Resonair y Stage Games por ofrecernos semejante maravilla. Tetris Effect: Connected es una fantasía que no tiene un 94 en Metacritic por casualidad y no se ha ganado el cariño de la comunidad en tan poco tiempo por pura casualidad. Realmente pensaba que el culmen se había logrado con Tetris 99 para Nintendo Switch, pues la propuesta era modélica.
¿Juntar uno de los juegos más clásicos de todos los tiempos con el furor battle royale del momento? Parecía imposible, pero fue una demostración de que Tetris no tiene límites; en todo caso, las barreras las colocan los propios desarrolladores. La idea es que el entorno, la música, sea el eje conductor tanto dentro como fuera de la propia caída de bloques eterna.
Pero no desde el punto de vista de un juego de ritmo, sino logrando que la banda sonora se adhiera a tus actos en pantalla. Es decir, tú marcas la intensidad y sintonía y la única puntuación que sigue importando es la que consigas eliminando filas. Por ello los 30 niveles del modo historia son toda una experiencia sensorial que hay que gozar con los auriculares bien pegados a las orejas.
Entra en la Zona, sal de ella
La vibración del mando, los maravillosos fondos repletos de psicodelia, la inspiración en todas las regiones del mundo y fuera de la propia Tierra... la capacidad de imaginación de los tres equipos de desarrollo es asombrosa. Es un pequeño pecado perderse lo está sucediendo detrás, pero la acción es demasiado intensa frente a mis ojos.
Es una gozada colocar bloques a toda velocidad, no importa el tiempo que pase, es un placer que se disfruta muchísimo y aumenta cuando sus movimientos se encadenan con las notas. No soy el mejor jugador de Tetris, ni mucho menos, pero me defiendo con dignidad en mi nivel. Ha sido algo más de una hora y media de partida que recordaré perfectamente, aunque me ha sabido a poco. Es prácticamente un aperitivo de lo mucho que tiene entre bambalinas Tetris Effect: Connected.
Porque hay modos a cascoporro, con multijugador incluido. No me esperaba este giro de tuerca con variaciones loquísimas como competitivo a tres contra la CPU, uno contra uno con la magnífica Zona incluida o el clásico de conseguir la puntuación más alta. No tengo ni la más remota idea de qué es lo que hay en el interior de la pirámide, pero es una apuesta tan fabulosa para que no estemos frente a modos online vacíos que solo me queda aplaudir. A lo No Man's Sky con el centro del universo, vamos.
Saben tan bien lo que hacen los equipos de desarrollo que han incluido modo Friend Match para, sencillamente, disfrutar del espectáculo visual y sonoro. Sin ninguna clase de problema se puede usar la banda sonora de Tetris Effect: Connected como playlist habitual a la hora de trabajar -de hecho es lo que he tenido de fondo mientras escribía-. Una vez en este punto, la conclusión a la que llegó es que no creo que se pueda crear un mejor Tetris, pero la historia me ha demostrado que estoy equivocado. El mejor Tetris es el que está por llegar.
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