Se han escrito muchos artículos y creado miles de vídeos que explican cómo empezar a jugar en Stardew Valley. Y no hablemos de los miles de consejos que hay pululando en videos cortos en Instagram y TikTok, por ejemplo. Pese a ello, muchas personas todavía continúan descubriendo cosas después de jugar durante horas.
Hablemos de los árboles frutales. La capacidad de maravillarnos con nuestros huertos no tiene límites. Siempre es un gustazo, especialmente durante las primeras veces, verlo crecer y recoger los frutos. El problema es que el sistema de cultivo de Stardew Valley tiene su miga y cuenta con detalles muy curiosos que los recién llegados suelen pasar por alto.
Existe la posibilidad de que un rayo caiga justo sobre uno de tus árboles frutales. Las tormentas eléctricas no discriminan. Manzanos, plataneros, cerezos, naranjo... Todos pueden sufrir la caída de un rayo por igual. Si cualquiera de vuestros árboles corre la suerte de sufrir un impacto así, lo primero que debes saber es lo siguiente: ¡No lo tales!
Si bien sacar el hacha es el primer instinto, mejor que lo pienses dos veces. Has tenido mucha suerte porque ese árbol negruzco ahora producirá carbón durante 4 días aproximadamente. Luego, recuperará su color y volverá a producir frutos. De esta forma, lo que parece mala suerte se acaba convirtiendo en una mina temporal de carbón. Ahora que sabes esto, seguro que rezarás para que caiga uno en cada tormenta.
Fuente | Wiki Stardew Valley
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