Hablar de ‘Flappy Bird’ es hablar de una complicada historia que mezcla éxito, envidia, depresión, dinero a espuertas y un fenómeno viral que pocos alcanzan a entender. Es la historia de Don Nguyen, un joven desarrollador vietnamita que ha llegado a ganar casi 50.000 dólares diarios gracias a un juego de calidad cuestionable pero juego legítimo al fin y al cabo (por mucho que se inspire en otros juegos o que a nivel artístico no sea más que un refrito).
Al margen de la calidad del título, la atención mediática y la oleada de críticas que Don Nguyen recibía le hicieron retirar el juego de la AppStore y del GooglePlay. Una situación que ha propiciado la aparición de iniciativas como la Flappy Jam, un certamen de desarrollo pensado para apoyar al creador de ‘Flappy Bird’ y de la que ha salido una curiosidad llamada ‘Floculus Rift’.
Su nombre indica todo lo que debéis saber de él. Es un clon de ‘Flappy Bird’ en 3D y en el que jugamos desde la vista del pájaro en cuestión. Además es compatible con Oculus Rift así que la sensación de ir avanzando y superando tuberías por los pelos tiene que ser bastante heavy. Y sí, antes de que lo preguntéis, la dificultad parece intacta y yo diría que incluso supera al original. ¿Cómo medir si estás pasando bien entre las dos tuberías si no tienes consciencia de lo que mide tu cuerpo? La risa.
Vía | Tecnhabob
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