Cuando Goku viajó atrás en el tiempo y casi se carga toda la obra de Akira Toriyama con una paradoja fatal

El saiyan utilizó la máquina del tiempo de Trunks en uno de los videojuegos más raros de la saga

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La ciencia ficción tiene un papel muy importante en la trama de Dragon Ball, pues Akira Toriyama incorporó un elemento tan disruptivo como el de los viajes en el tiempo. Trunks apareció en la franquicia para revelar una línea temporal desastrosa donde todos los Guerreros Z morían a manos de los terribles androides.

Aquella máquina inventada por Bulma para cambiar de época fue también utilizada en Dragon Ball Z: Atsumare! Goku World, un videojuego lanzado para la consola Terebikko en el año 1992. Los japoneses fueron los únicos afortunados de disfrutar de este contenido que, entre otras cosas, contenía muchísimo metraje realizado directamente por Toei Animation.

La idea detrás del proyecto residía en que el aparato podía usarse como un teléfono de juguete, el cual recibía llamadas de los personajes de los diferentes juegos. De esta forma se puede interactuar con ellos para contestar a las preguntas que formulan, todo ello con un tono educativo y destinado a los más pequeños. Empaquetado en una cinta VHS, el título propone viajes temporales en diferentes momentos de la historia de Dragon Ball.

La primera parada la realizan Goku, Trunks, Gohan, Bulma y Krilin en el momento en el que los dos discípulos del Maestro Mutenroshi entrenaban duramente con él cuando eran unos niños. Lo gracioso del asunto es que, a pesar de que Trunks pide que no interactúen con sus versiones del pasado, Goku no hace ni caso y se pone a charlar consigo mismo. Aquí podéis ver el momento a partir del minuto 3:47.

"Bien, bien. Crecerás muy fuerte", anima Goku de mayor a su versión más joven en una escena que podría poner patas arriba el continuo espacio-tiempo. Al ver esa interacción, Trunks se abalanza sobre Goku y lo aparta de sí mismo para evitar problemas, al mismo tiempo que le recuerda que evite cualquier contacto directo con su pasado.

El Goku pequeñajo demuestra su ingenuidad al no darse cuenta de quién estaba hablando realmente con él, por lo que olvida rápidamente el asunto y el universo se mantiene en paz. Una anécdota divertida que muy pocos usuarios llegaron a ver, pero que con el paso de los años se ha difundido a otros países para echarnos unas risas.

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