‘Child of Eden’ es principalmente dos cosas, un excelente shooter sobre raíles que mezcla clasicismo y vanguardia, y el juego que mejor aprovecha las posibilidades de Kinect, el periférico que nos hace prescindir del mando tradicional en Xbox 360.
La nueva obra del genial Tetsuya Mizuguchi es la perfecta continuación, no declarada, del clásico y adictivo ‘REZ’. Aquel título original de la añorada Dreamcast es todavía hoy uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos. ‘Child of Eden’, copiando su mecánica y disparando hasta el infinito el aspecto visual, es un digno sucesor que sin embargo ha hecho aguas en ventas. Me da pena admitir que posiblemente este detalle esté detrás del atractivo precio con el que llegará la tardía versión de PS3.
Por 19,95 euros los usuarios de la consola de sobremesa de Sony podrán hacerse con esta brillante experiencia sensorial. Espero que en su nueva casa ‘Child of Eden’ encuentre el éxito que le ha sido esquivo en la máquina de Microsoft. El público suele pedir calidad, jugabilidad, originalidad y buen precio, elementos que suelen ser difíciles de ver a la vez en un juego. Esta pequeña maravilla los aglutina todos sumando además un alto grado de belleza. Estoy deseando que llegue septiembre para ver si se impone la lógica o el público simplemente miente.
Vía | Meristation
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