Con más de 140 millones de Switch vendidas en solo siete años y nuevas sorpresas por anunciar antes de llegar al ecuador de 2024, Nintendo comienza a preparar su próxima gran jugada sin prisa por mostrar sus cartas: no hay información oficial sobre las características de Switch 2 (o como se llame) ni tampoco pistas sobre los juegos que llegarán a ella. Sin embargo, la manera en la que Shuntaro Furukawa ya se refiere abiertamente a ésta arroja algo de luz al respecto.
Durante la ronda de preguntas con los inversores, tras presentar el último informe de la compañía, se le preguntó al presidente de Nintendo si la nueva consola iba a ser algo completamente nuevo o sería parecida a la propia Switch. Su respuesta textual fue que la forma apropiada de describirla es "el próximo modelo de Switch". ¿Eso qué significa?
Hasta marzo de 2017, fecha en la que salió Nintendo Switch, había dos maneras de abordar el relevo generacional entre consolas por parte de la Gran N: en consolas de sobremesa se buscaba ofrecer ese "algo completamente nuevo" implícito en la pregunta que se le hizo a Furukawa, mientras que en portátiles se apostaba por afianzar el terreno ya conquistado. Algo que vimos cuando de Game Boy se pasó a Game Boy Color y de ahí a Game Boy Advance, y volvió a suceder con Nintendo DS y Nintendo 3DS. Sin embargo, Switch unificó ambos legados al ser tanto una consola de sobremesa como portátil.
Siendo justos, a lo largo de estos siete años, Nintendo Switch ha tenido hasta tres modelos y una barbaridad de ediciones: sin contar con las revisiones, como la de 2019, tenemos una Switch Lite que solo se puede jugar en portátil y una Switch modelo OLED con pantalla mejorada, más almacenamiento y batería y otras mejoras; pero a la hora de la verdad no hay una diferencia en el modo en el que se ejecutan los videojuegos en ellas. Y ahí es donde cobran un sentido específico las palabras de "el próximo modelo de Switch" de Furukawa.
Nintendo Switch 2, ¿revolución o evolución?
Pese a que no se han dado datos oficiales, ni se darán hasta pasado junio de 2024 por parte de Nintendo, lo que se da a entender por las palabras del presidente de la compañía es que la transición de Switch a su sucesora será más próxima a las vistas en sus portátiles que las de sus consolas de sobremesa. Ofreciendo nuevas posibilidades a los jugadores y más recursos de hardware, pero siguiendo la misma estela de una consola que solo ha conocido el éxito.
Game Boy, Nintendo 3DS y Nintendo Switch
En lo que respecta a los rumores, y sin nada confirmado o desmentido por parte de Nintendo, las declaraciones de Activision durante el proceso de compra por parte de Xbox dejan caer que la sucesora de Switch ofrecerá juegos comparables a los sistemas PS4 y Xbox One, que la pantalla sería LCD en lugar de apostar por OLED para hacer su precio más atractivo e incluso se ha hablado de un nuevo sistema de conexión de los propios Joy Cons. Por la parte de los juegos, lo único que tenemos constancia es de la predisposición de la Gran N por ofrecer retrocompatibilidad.
Todavía es demasiado temprano para saber si lo de enfocar la próxima consola de Nintendo como "un nuevo modelo" acabará siendo un acierto o no, pero tenemos dos cosas claras: la Switch de 2017 va encauzada a convertirse en la consola más vendida de la historia (PS2 le lleva nada menos que 20 millones de unidades) y si Nintendo quiere igualar el éxito con su sucesora su prioridad debe estar en convencer a los millones de fans que hoy juegan a Animal Crossing New Horizons o Mario Kart 8 Deluxe. Algo mucho más fácil de lograr si se hace el mismo tipo de relevo que en sus anteriores consolas portátiles.
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