A menudo, entre discusiones sobre gráficos o mecanismos de la industria dispuestos para que nuestros ahorros se escapen del bolsillo, olvidamos que el videojuego, además de un entretenimiento fantástico basado en lo que nos transmite a través de los mandos o el teclado, es también un medio creado para contar historias.
Desde la mera y manida salvación de la damisela en apuros hasta el tratamiento de enfermedades terminales de un ser querido, el mundo del videojuego ofrece algunas historias tremendamente banales pero también otras para quitarse el sombrero. Más que sobre ellas, queremos hablar de la forma de transmitirla, de cómo algunos lo han hecho de forma magistral durante el último año y de cómo otros pueden ir un paso más allá en 2017.
Firewatch
Colocado en casi todas las listas de los mejores juegos del año, 'Firewatch' no llega a ese lugar por suponer ninguna revolución a nivel jugable, lo hace valiéndose de una historia y de la forma de contarla. Embutidos en un maguffin que aparenta llevarnos por otros derroteros, la historia de Henry y su relación con Delilah, algo controlado en gran parte por nuestras propias acciones y la necesidad de empatizar y simular el humor del protagonista en cada momento de la aventura, acaba siendo una historia sobre el que está a los mandos, sobre sus éxitos, sus fracasos y cómo la vida a menudo te ata a ellos como si de una aventura con final feliz se tratase. Lo realmente jodido es que al final no hay escapatoria, el final es un final, y punto, sin flores y sin palmadas en la espalda, y sientes que lo ocurrido ha sido una experiencia única en el medio.
Inside / Unravel
Lo lógico sería dejar en solitario a 'Inside' por haberse ganado a público y crítica de una forma mucho más extendida que 'Unravel', pero no creo que fuese justo darle la espalda al segundo. En ambos, aunque cada uno a su manera, la falta de diálogos o aspectos que marquen el curso de la historia más allá de lo que vamos viendo en pantalla se resuelven a base de mostrarnos la evolución del mundo a nuestro paso por él. Si en el caso de 'Inside' todo ese camino nos lleva a un final de absoluta demencia e impacto, 'Unravel' hace lo propio sacándonos una tímida lagrimilla. Conseguir ambas cosas sin aparentemente decir nada es toda una declaración de intenciones.
Oxenfree
Una de las cosas que más se echan en cara a 'Oxenfree' es la velocidad con la que desaparecen los diálogos. Acostumbrados a vivir las aventuras como si de un juego de ajedrez se tratase, un toma y daca constante en el que cada integrante espera su turno, lo que se ofrece aquí es una historia previamente pensada que sigue su propio ritmo con una única meta, hacer crecer a los personajes y dotarlos de una profundidad ejemplar en la que con cada frase, o silencio, podamos conocerlos mejor. Aquí no se mueve una historia a click de ratón, aquí se dota a los personajes del rol de un actor en el que hasta las pausas o la posibilidad de terminar las frases de tu interlocutor son parte de la magia.
Quantum Break
En Remedy han demostrado en más de una ocasión que les encanta contar historias, y si 'Quantum Break' merece un hueco aquí es por cómo se lo jugó todo a la carta de lo transmedia. Prometía ser una de las grandes revoluciones del medio y, como tantos otros inventos de los que ya nadie se acuerda, fracasó en su misión de ganarse al gran público. Pero ojo, no tuvo la culpa su idea, esa es otra historia, porque si 'Quantum Break' se propuso impulsar la convergencia entre dos medios, cumplió con su cometido y demostró hacerlo a la perfección.
That Dragon, Cancer
Imposible evitar en esta elección cierto choque, y es que como ya comentamos en nuestro análisis de 'That Dragon, Cancer', las decisiones en lo jugable de esta novela visual no eran del todo acertadas para intentar zanjar el debate sobre la lucha entre juego e historia. No por ello, sin embargo, merece menos atención, y es que consigue darle una profundidad al medio nunca antes vista en la que la dureza de una historia narrada a través de las lágrimas de unos padres irremediablemente te marca durante toda la partida. Junto a él vivimos uno de esos episodios en los que se demuestra que no sólo no está todo inventado, si no que quedan infinidad de caminos por explorar.
Uncharted 4
¿Cómo la enésima aventura triple A puede suponer un salto en la madurez del medio más allá de lo técnico? Si 'Uncharted 4' está aquí no es por la evolución de la franquicia, de la unión entre Nathan y su hermano o de sus conversaciones. Si lo de Naughty Dog merece un hueco es por cómo formula su inicio y consigue que el lado más mundano de la vida de su protagonista se convierta en una experiencia inolvidable. Si de 'Uncharted 2' recordaré para siempre el segmento de el tren, de esta cuarta entrega tendré grabados a fuego momentos como el del desván o el sofá.
VA-11 HALL-A
Cuando los juegos sobre trabajar se pusieron de moda nunca imaginamos que nos llevarían hasta una genialidad como la de este 'VA-11 HALL-A', juego injustamente tratado en el que la excusa de servir copas en un bar nos sirve para dar rienda suelta a unos diálogos tremendos en los que bebida tras bebida los clientes dejan paso a sus demonios para revelar toda su profundidad. Una muestra más de los muchos caminos que cede el medio para hablar de aspectos como la pobreza, el consumismo o las miserias personales sin tener que recurrir a grandes artificios.
Los referentes de cara a 2017
A la espera de ver si finalmente nos llegan cosas como 'Death Stranding' o 'Detroit: Become Human' (las locuras de David Cage siempre dan para un buen puñado de líneas sobre narrativa), ahí está el 'Vampyr' de los creadores de 'Life is Strange' y 'Remember Me' para reconfirmar que los de Dontnod le han pillado el truco a lo de rompernos el cuello con sus giros.
Rarezas como 'Sea of Thieves' tienen por delante el complicado reto de convertir los juegos multijugador en otra forma de narrar y, aunque el costumbrismo nipón de 'Persona 5' y el americano de 'Red Dead Redemption 2' prometen agradables sorpresas, los ojos los tendremos puestos en el panorama independiente y sus inventos.
Ahí 'Rime' podría dar un campanazo si acaba acercándose al Team ICO, mientras que otros como Supergiant Games nunca decepcionan con su forma de contar historias, y el resto de la escena siempre intenta llevar un pasito más allá, aunque sea desde su humilde presupuesto, la forma en la que visualizamos, leemos y disfrutamos los cuentos que nos tienen preparados.
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