Ah, las deliciosas torrijas, ese pecado caído del cielo y recogido con sus manos por nuestras abuelas para alimentarnos y engordarnos en Semana Santa. Una de las recetas más deliciosas que tu boca puede saborear sin caerse a pedazos. ¿Puede haber algo más nuestro sobre la faz de la Tierra?
Bueno, partiendo de que en realidad las torrijas ni siquiera son un invento nuestro, pues seguramente algo debe haber sí. De hecho, son tan internacionales que hasta las hemos visto aparecer en una decena de videojuegos. Nosotros las hemos buscado todas y os traemos las mejores torrijas de la historia del videojuego (con receta incluida).
Lo primero es lo primero: el origen de la torrija
Torrijas, torrejas, caballeros probres, pain perdu, avgofeta, poor knights, french toast… Hay tantos nombres para la torrija como formas de hacerlas, pero en esencia todas las variantes de este delicioso postre, de origen romano y anterior al siglo IV, se centran en lo mismo:
- Una rebanada empapada en leche, rebozada en huevo y frita en una sartén con aceite.
A partir de ahí cada país tiene su toque, claro, pero la esencia es tan similar que lamentablemente nuestra torrija poco o nada tiene de especial respecto a las variantes del resto del mundo. De hecho, ni siquiera la tradición de comerlas en Semana Santa es algo grabado en piedra.
La costumbre, en realidad, tiene poco más de 200 años, pero para una receta que ha ido revoloteando por nuestros paladares desde hace más de 1.700 años, cada país le ha buscado un hueco en su imaginario.
Unos lo toman en Navidad, otros en Carnaval, y el resto lo tienen como un postre tan común que, además de servirlo como un desayuno cualquiera, también le hacen hueco en sus obras como a cualquier otro plato común.
De la receta de torrija tradicional a la french toast
Abrazando la receta como un desayuno, postre o tentempié habitual del mundo anglosajón, la torrija española suele aparecer a menudo en el mundo del videojuego como french toast, lo que traducido vendría a ser una tostada francesa.
¿Qué llevaría al pueblo anglosajón a adoptar ese nombre pese al odio que parecen procesar a nuestros vecinos del norte? Bueno, en realidad parece que el palabro no era originariamente ese.
Como lo de pain perdu podía poner en peligro la estabilidad molecular de su lengua y acabar en esguince bucal, los colonos se referían al plato como french’s toast, las tostadas de los franceses, y en algún punto acabó perdiendo ese apóstrofe para llamarse simplemente french toast.
Torrija o french toast, el resultado es casi el mismo, aunque estas últimas tiran más de mantequilla que de aceite de oliva y, como ya habrás imaginado por haberse hecho un hueco entre las guarrindongadas anglosajonas, suele contar con un aliño bastante más potente.
Las mejores torrijas del mundo del videojuego
Y de la mano de ese lado más internacional de nuestras sabrosas torrijas llegamos hasta su presencia en el mundo del videojuego. Hemos recogido las cinco recetas de torrijas más icónicas que hemos encontrado. Algunas de ellas incluso han traspasado barreras para convertirse en postre propio de un lugar virtual. Aquí las tenéis.
Cooking Mama
Empezamos por un clásico que, además, viene con vídeo receta incluida. Cortar el pan, mezclar huevos, azúcar y leche, empapar las rodajas de pan bien en el mejunje y freír las rebanadas en una sartén bañada en mantequilla.
Más básico imposible, pero ojito a la pintaza que tienen. Para servirlas te piden sirope, helado, fresas, arándanos y un ramillete de menta. Por aquello de convertir las torrijas en un plato aún más contundente de lo que ya lo es.
Minecraft
Torrijas en Minecraft. Si eso ya no te vuela la cabeza no sé qué más puedo decirte. Las gracias debemos dárselas al mundo de los mods, que entre las muchas comidas que ya incluía de serie el propio juego ha añadido varias mezclas como las siguientes.
En Foodcraft, por ejemplo, la versión de la torrija es la más simplona que te puedes echar a la cara, el resultado de mezclar una tostada de pan con un huevo cocido. Queda claro que el que creó el mod no ha hecho el desayuno en casa en su vida.
En el mod Life in The Woods, en cambio, la receta incluye pan, huevo, azúcar, canela molida y requiere de una sartén para poder hacer la mezcla. Tan buenas están que mejoran tu barra de vida en un 33% después de comerlas. Eso sí, la mejora te dura dos minutos, justo lo que vas a tardar en querer comerte otra.
Final Fantasy XIV
Seguimos con el que probablemente sea el plato más especial y apetecible de la lista. Lejos de agarrarse al término de tostada francesa, Final Fantasy XIV se lleva la receta hasta el escenario inicial del juego para llamarla La Noscean Toast.
El manjar, que potencia la ganancia de experiencia durante 30 minutos, consiste en una rebanada de pan bañada en una mezcla de leche de búfala y huevos que luego se fríe en cremosa mantequilla y se baña en sirope de arce. Curiosamente es la única receta de torrijas que he encontrado en la que necesitas aceite de oliva para cocinarla.
Los Sims
Otro caso que me ha dejado picueto es el de Los Sims, que en su tercera entrega te piden un nivel 9 para poder aprender la receta de torrijas. Cuatro niveles por encima de preparar unos falafel o un estofado y sólo un nivel por debajo de la maestría en cocina que supone preparar una langosta con salsa Thermidor.
¿Tienes curiosidad por saber qué ingredientes necesitas para preparar unas sabrosas torrijas en Los Sims 3? Pues dos manzanas y un huevo. Ya, no intentes comprenderlo porque es imposible, y sin embargo es una de las recetas más celebradas de la gastronomía Sims.
New World
El MMO de Amazon también tiene su ración de tostadas francesas, aka torrijas, y en este caso lo que más me ha flipado, además de la pintaza que tienen, es el nivel de complejidad que parece tener la receta. Te piden un nivel 40 para tu personaje y un nivel 4 de cocina para poder asomarte a empapar unas tostadas en leche y freírlas. Ferran Adrià estaría orgulloso.
Además de la mezcla de pan, huevos, leche, canela y mantequilla, en New World se suma un ingrediente que nos toca mucho más de cerca, la miel que se usaba por estos lares cuando aún no nos habíamos asomado al pozo del azúcar.
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