Si bien las artes marciales han sido una temática constante en Dragon Ball desde sus orígenes, lo cierto es que el tono de la obra de Akira Toriyama era muy diferente en sus inicios: la búsqueda de las dragon balls del pequeño Goku eran la oportunidad perfecta para descubrir a los lectores una obra en la que el humor y la aventura estaban mezcladas en proporciones desmedidas.
A través de los ojos de un delirantemente inocente Son Goku se nos abría un mundo exótico, fascinante e inagotable, colmado -entre otras cosas- de descubrimientos que saciarán su sed de aventuras y, en mayor medida, su prodigiosa fuerza. Pero también servirán para hilar de un modo divertido su destino con el de aquellos compañeros de aventuras, maestros de talla mundial y amigos para toda la vida.
De hecho, incluso las fases iniciales del primer Gran Torneo de las Artes Marciales eran más una extensión del humor propio de Dr. Slump. Un evento de prestigio global que, de cara al lector, no se tomaba demasiado en serio a sí mismo y en que los finalistas eran gente (literalmente) apestosa, luchadoras con poco pudor a quitarse la ropa o un señor muy mayor y muy poca vergüenza.
Pero claro, el objetivo de ese señor mayor no era ni la fama ni el premio en metálico, sino darle al lector (y a Goku) un mensaje: da igual lo alto que hayas llegado, en Dragon Ball siempre habrá rivales más fuertes. ¡Hay que estar preparado para no perder nunca! Y lo mismo se puede decir de todas las adaptaciones que el manga y el anime han tenido en los videojuegos.
Cuando Dragon Ball era sinónimo de aventura
Estamos de acuerdo en que los apoteósicos combates y las técnicas más espectaculares se convirtieron por méritos propios en el motor de Dragon Ball. La tensión que precedía cada choque de fuerzas y aquellos explosivos finales que, de vez en cuando, nos regalaban una alucinante transformación. De hecho, sería injusto negar que Toriyama hacía demasiado bien aquello que nos cautivó una vez Goku se hizo mayor. Y, pese a todo, el encanto de las primeras aventuras permanece intacto.
Y eso, a la vez, hace que nos planteemos nuestra asignatura pendiente en VidaExtra: ¿se ha plasmado ese espíritu en los videojuegos? La respuesta breve es que sí, aunque -lógicamente- con matices: si bien los arcos argumentales de Dragon Ball Z (el anime) se han abordado centrándose en las batallas más icónicas de los saiyans, se han reservado ese tipo de experiencias para los primeros capítulos del manga y la serie animada.
Lógicamente, no siempre se ha conseguido ofrecer al fan y al jugador una experiencia de juego a la altura de las aventuras de Goku. Pero cuando se ha hecho bien, ha sido un gustazo. Si algo ha quedado patente a lo largo de nuestros repasos a Dragon Ball a través de las consolas, recreativas y PCs es el enorme abanico de experiencias que abren los mismos acontecimientos que tienen lugar en el Dragon World.
A lo que hay que sumar, claro, el salto tecnológico que ha habido entre la Super Cassette Vision, la consola dónde se publicó el primer juego protagonizado por Goku, y lo que vino después.
Por ello, en VidaExtra nos hemos propuesto seleccionar los mejores juegos de aventuras y acción basados en Dragon Ball y, de paso, ordenándotelos de peor a mejor. Porque, como verás justo debajo, no todos han salido igual de bien. Pero también porque aquí nos mojamos.
Dragon Ball GT: Transformation
- Fecha de lanzamiento: agosto de 2005
- Plataformas: Game Boy Advance
Dragon Ball GT siempre ha dividido opiniones, pero en lo referente al Beat’em Up de Webfoot Technologies hay un consenso claro: estamos ante un despropósito total. Un juego realmente innecesario que flaquea en prácticamente todos sus aspectos, carente de ritmo y, pese a ello, se mantiene siempre dentro de lo genérico. Lo cual tiene su mérito tratándose de Dragon Ball.
En lo argumental, Dragon Ball GT: Transformation llegaba hasta el confrontamiento contra Baby Vegeta y su poderosa transformación en Golden Oozaru, siendo el estado de Super Saiyan 4 uno de los reclamos de la experiencia. Como extra, más allá de los 12 niveles de acción en scroll lateral con algunos monstruos gigantes, el cartucho ofrecía vagas alternativas de juego al estilo survival.
Dragon Ball: Dragon Daihikyou
- Fecha de lanzamiento: septiembre de 1986
- Plataformas: Super Cassette Vision
El primer juego basado en Dragon Ball no vino de la mano de Bandai, sino de Epoch y para su propia consola, la cual competía con la Famicom en Japón y con la Atari 7800 en tecnología. Lo cual, sumado a que salió en 1986, nos da una idea de lo que se podía llegar a ofrecer en lo jugable y hasta dónde se podía aspirar como juego.
Dragon Ball: Dragon Daihikyou se atrevió a llevarnos volando sobre la nube mágica desde los inicios de la historia al asalto a los cuarteles de la Red Ribbon, invitándonos a limpiar con Goku y en clave de Shoot'em up interminables escenarios de enemigos. Imposible hacer más con menos.
Dragon Ball Z: Sagas
- Fecha de lanzamiento: marzo de 2005
- Plataformas: PS2, Xbox y GameCube
En muy pocas ocasiones se ha puesto la licencia de Dragon Ball en manos de desarrolladoras occidentales, y el Dragon Ball Z: Sagas de la actual WB Games | Avalanche parece explicar muy bien por qué: distribuido por Atari, estamos ante un mal título de acción en entornos tridimensionales con un control mediocre y que, en esencia, tiraba por tierra las escenas más icónicas de la obra de Toriyama.
Animaciones pobres, mecánicas repetitivas, un exagerado uso de los gritos en cada movimiento, poca variedad de enemigos y enfrentamientos finales que solo pueden ser definidos como ridículos. ¿Todo mal? Bueno, entre fase y fase se incluyeron escenas directamente extraídas del anime e incluso se buscó ofrecer alternativas en cooperativo. Elementos que no salvan el resto de la propuesta.
Dragon Ball: Shenron no Nazo / Le Secret du Dragon
- Fecha de lanzamiento: noviembre de 1986 / como Dragon Warrior en marzo de 1988
- Plataformas: NES
El primer juego de Dragon Ball publicado por Bandai era muy modesto en presentación, pero supo ofrecer una adaptación bastante meritoria. Shenron no Nazo fue un título de acción y aventura en top-down que reimaginaba en lo jugable las primera aventuras de Goku, nos invitaba a participar en el Gran Torneo de las Artes Marciales e incluso nos permitía pedir deseos al dragón Shenron como verlo bailar en la pantalla de título, avanzar fases, regresar al principio con la experiencia acumulada o, cómo no, lencería femenina.
Dado que ni el manga ni el anime se publicaron en occidente hasta mucho después, Dragon Ball: Shenron no Nazo llegó en 1988 a las NES de EE. UU como Dragon Warrior con severos retoques en los sprites y la historia. Dos años después sería posible encontrarlo en Francia y España, con los contenidos originales, los textos en francés y renombrado a Le Secret du Dragon.
Dragon Ball: Origins 2
- Fecha de lanzamiento: febrero y junio de 2010
- Plataformas: Nintendo DS
La secuela de Dragon Ball: Origins 2 cumplió con lo prometido holgadamente, pero perdió en el camino buena parte del encanto y el humor de los primeros compases de la obra de Toriyama. En esencia, se trata de una aventura con puzles y acción que se juega a dos pantallas y en entornos tridimensionales, abarcando la lucha contra la Red Ribbon y los combates en el palacio de Babá la adivina.
Sería injusto decir que no hubo adiciones interesantes: Bandai Namco retuvo aquello que gustó y apostó por añadir modos cooperativos, ofrecer otros personajes jugables además de Goku y hasta incluir un extra irresistible en las ediciones japonesas: una copia desbloqueable del clásico Dragon Ball: Shenron no Nazo de Famicom.
Dragon Ball: Revenge of King Piccolo
- Fecha de lanzamiento: Julio / Octubre de 2009
- Plataformas: Wii
Wii no contó con muchos títulos de Dragon Ball, pero supo reunir los dos clave: por un lado, el un celebrado Budokai Tenkaichi 3 con controles por movimiento. Y pese a ello, la exclusividad de Revenge of King Piccolo supo brillar con luz propia, ofreciendo acción alocada, entornos divertidísimos y elaborados con extra de mimo y una fantástica recreación de las últimas aventuras del pequeño Goku.
Dragon Ball: Revenge of King Piccolo supo dar a los fans de Toriyama un soplo de aire fresco en sobremesas en un tiempo en el que los juegos de Dragon Ball se limitaban a replicar los mismos combates y personajes. Pero también un juego lleno de coleccionables y encanto propio que, a su vez, tomaba prestadas las sensaciones de los clásicos nintenderos.
Dragon Ball: Origins
- Fecha de lanzamiento: septiembre de 2008
- Plataformas: Nintendo DS
Casi ningún juego de Dragon Ball ha conseguido capturar la esencia de la obra de Toriyama tan bien como Dragon Ball: Origins: el juego de Nintendo DS sacaba un soberbio partido a las dos pantallas de la portátil (incluyendo un estupendo uso a la táctil) para expandir las primeras páginas del manga y darles ese necesario toque extra de humor a base puzles y cinemáticas.
A diferencia de la secuela, en Dragon Ball: Origins solo era posible controlar a Goku, aunque su rejugabilidad reposaba en una generosa cantidad de desbloqueables. Sin embargo, lo que lo hizo tan especial (además de su acertadísima presentación y jugabilidad) fue la manera de replicar el espíritu original de Dragon Ball.
Dragon Ball: Advanced Adventure
- Fecha de lanzamiento: noviembre de 2004 / junio de 2005
- Plataformas: Game Boy Advance
Dragon Ball: Advanced Adventure ofrece todo lo que un fan del pequeño Goku puede esperar, pero también es un juego con una historia colmada de acción y aventura, así como aciertadísimos modos adicionales, incluyendo un modo Gran Torneo de las Artes Marciales, un modo Vs., minijuegos y hasta un modo extra con el que revivir todos los escenarios principales con los personajes desbloqueados. Y eran una barbaridad: desde Jackie Chun al Rey Piccolo, pasando por Cyborg Tao Pai Pai.
El modo principal del Dragon Ball: Advanced Adventure ofrece tres clases de experiencias: niveles de acción y aventura en scroll lateral en los que podremos mejorar las habilidades de nuestro personaje, algunas fases en las que surcamos los cielos con la nube mágica y los inevitables grandes enfrentamientos que tienen lugar desde el primer encuentro entre Goku y Bulma hasta la batalla contra el Rey Piccolo.
El juego se corona con un apartado jugable y visual prácticamente impecable, con buenas animaciones (exceptuando algunos personajes desbloqueables) y sprites elaborados con mimo, ofreciendo esa experiencia de aventura y acción del Dragon Ball que nos enamoró desde sus primeros capítulos, pero también dando su debido protagonismo a las artes marciales, ya que siempre han estado presentes en el manganime. Una joyita atemporal y, a la vez, un divertidísimo repaso a las primeras aventuras de Goku.
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