Hace unos días Neil Druckmann, miembro de Naughty Dog, vino a dar a entender con sus declaraciones que el final de 'Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón' supondrá también una conclusión a las aventuras de Nathan Drake, el pícaro ladronzuelo que ha protagonizado los cuatro primeros capítulos de la serie.
Obviamente, esto no debería suponer el fin de la colección 'Uncharted', pero sí un punto de inflexión tras el cual continuar con otro rostro al frente. Como siempre, habrá opiniones para todos los gustos, pero yo creo que no tendremos nada que lamentar mientras que el listón se mantenga tan alto como hasta la fecha.
A falta de disfrutar en PlayStation 4 la que será su despedida, la ocasión parece estupenda para rememorar los mejores momentos vividos junto a Nathan a lo largo de estos años. Huelga decir que un repaso así viene cargado de spoilers, así que continuar desde este punto queda estrictamente bajo vuestra responsabilidad.
El primer combate en las aguas (El tesoro de Drake)
'Uncharted: El tesoro de Drake', y con él toda la saga, dio comienzo de manera impactante, sin apenas tiempo para el respiro tras una simpática escena de introducción que ponía perfectamente en situación a Nathan. El primer combate en nuestro bote frente a las fuerzas atacantes marcaba ya un tono de puro espectáculo cinematográfico que no abandonamos nunca.
Al borde del precipicio (El reino de los ladrones)
Si el comienzo del primer juego resultó potente, comparado con el arranque de 'Uncharted 2: El reino de los ladrones' nos parecerá un tranquilo paseo por el mar. Sin más indicaciones previas, nos encontrábamos súbitamente colgados del vagón de un tren a punto de despeñarse por un precipicio. No sabíamos cómo habíamos llegado ahí, ni nos importaba; todo lo que queríamos era sobrevivir antes de que la maquinaria nos arrastrara al abismo.
Por los techos de Nepal (El reino de los ladrones)
La espectacular recreación de Nepal en la segunda aventura de Drake nos dejó con la boca abierta, pero lamentablemente nuestros enemigos no estaban dispuestos a dejar que la contempláramos plácidamente. En lugar de ello, nos perseguían implacablemente con todo lo que tenían, incluido un helicóptero de combate. El duelo que sucedía por los techos de la ciudad, con todo siendo destrozado a nuestro paso, nos hizo segregar toneladas de adrenalina.
Tren contra helicóptero (El reino de los ladrones)
El dichoso helicóptero no parecía dispuesto a dejarnos escapar con vida, aunque obviamente no sería él quien saldría victorioso del enfrentamiento. El asalto al tren, que más tarde resultaría ser aquel donde comenzó la aventura, con el correspondiente enfrentamiento a cara de perro contra el helicóptero, es bajo mi punta de vista el momento más espectacular de este capítulo, y por consiguiente de los mejores en toda la pasada generación.
A pique el transatlántico (La traición de Drake)
Lo hecho en la segunda entrega por Naughty Dog ya nos pareció un espectáculo de mucha envergadura, pero la desarrolladora no quiso quedarse ahí, subiendo un punto más la locura con 'Uncharted 3: La traición de Drake'. Toda la secuencia del hundimiento del barco, tanto en su planteamiento visual como jugable, era una muestra de las elevadas ambiciones planteadas, consiguiendo que llegáramos a sentir que nosotros mismos nos ahogaríamos si no salíamos a tiempo a la superficie.
En caída libre y sin paracaídas (La traición de Drake)
Posiblemente, el momento cumbre de toda la saga 'Uncharted' se desataba en el mítico accidente aéreo, acompañado de su pertinente combate, porque ya sabemos que nuestros enemigos no estaban dispuestos a dejar de atacarnos por ningún motivo del mundo; ni siquiera porque el avión en que viajaban se fuera a estrellar. Era sencillamente imposible cerrar la boca durante toda la secuencia, mientras dábamos por hecho que de esta ya sería imposible que Drake se escapara. Y al final lo consiguió el tío golfo.
Por las arenas del desierto (La traición de Drake)
Y tras el tormentoso accidente, la calma. Eso sí, una calma que no le desearía ni a mi peor enemigo, con una lección de diseño que cambiaba por completo el tono de acción constante por una lucha mucho más cruel. En nuestro deambular por las dunas nos veíamos obligados a combatir contra el ardiente sol, la falta de agua y las alucinaciones del propio Drake, y en nuestra memoria quedó grabada para siempre una fase de juego como nunca antes se había visto.
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