Las excusas del mal perdedor en el multijugador

A nadie le gusta perder, las cosas como son. Y a nadie le gusta admitir que ha sido vencido en buena lid, siendo justamente superado por la habilidad del contrincante. En esos casos, los peores perdedores suelen contar con el más amplio y variado abanico de excusas posibles, gracias a las cuales poder cubrir la vergüenza de la derrota (especialmente si antes de la contienda se habían estado pavoneando de sus muchas habilidades).

Pero a fin de cuentas, ¿qué sería de los intensos duelos multijugador con los colegas sin esta clase de excusas, tan pobres como graciosas? A veces es incluso más divertido ese rato de después, donde los vencedores se alzan orgullosos y los derrotados aguantan el chaparrón, que el transcurso de la propia partida. Largas tardes de 'Pro Evolution Soccer', de 'Mario Kart' o de 'Goldeneye 007' con los amigos han sido testigos de innumerables momentos como el que he descrito.

Seguramente todos hayamos caído alguna vez en una de estas justificaciones, tampoco hay nada de malo en admitirlo

Es cierto que en la era del juego online se ha perdido parte de la esencia del duelo multijugador cara a cara, en el que hasta se podía llegar a lanzar el mando directamente contra el rival en un momento de máxima frustración, pero también este nuevo orden mundial nos ha deparado algunas buenas excusas para el repertorio. Seguramente todos hayamos caído alguna vez en una de estas justificaciones, tampoco hay nada de malo en admitirlo, así que vamos a reírnos un poco de nosotros mismos, que también es sano.

"Este mando está roto"

El clásico entre los clásicos. La solución definitiva para censurar (al menos en la mente del perdedor) cualquier atisbo de victoria limpia. Ya puede ser que un botón no responda como es debido, que un joytick esté atascado o que las pilas parezcan estar fallando. El caso es que el mando del mal perdedor siempre va a ser el que peor está, y si tras un intercambio de controladores vuelve a perder, entonces encontrará nuevas taras del periférico en las que poder excusarse. En realidad resulta hasta entrañable.

"La conexión va fatal"

Por supuesto, el juego online también da margen para culpar a la tecnología por la derrota, en lugar de reconocer el mérito en la habilidad de los contrincantes. Dado que en estas circunstancias no tiene sentido ir quejándote de tu propio equipo, con el que juegas habitualmente, el objetivo sobre el que cargar todos los improperios bien puede ser una conexión a Internet que no está respondiendo como es debido, o un servidor que no está dando el rendimiento esperado. El lag, el maldito lag que siempre va contra el mismo. Todo con tal de no admitir que otros han sido mejores.

"Me estabas distrayendo"

De vuelta al multijugador en vertiente local, no siempre echar la culpa a la calidad de los mandos puede ser suficiente, así que en esos casos se pueden centrar las iras en el ambiente que nos rodea. Por ejemplo, ese amigo que viene a cruzarse por delante la pantalla para ir al baño justo cuando ibas a realizar tu mejor movimiento o ese otro que decide pegar un grito de emoción cuando más concentrado estabas. Está claro, todos los factores externos que se presenten van a actuar siempre en contra del perdedor.

Si todo no está perfectamente al gusto del perdedor, ya tendrá un motivo perfecto para explicar por qué no ha arrasado a su paso

"Es que han cambiado lo que a mí me gustaba"

Un clásico especialmente en juegos de fútbol, que año tras año ven modificados ciertos ajustes o patrones de funcionamiento para frustración del usuario que se especializó fuertemente en un capítulo anterior y no ha sabido adaptarse a las novedades. Si determinado regate ya no se hace como a él le gustaba, si la barra de disparo ya no tiene el mismo comportamiento o si la física de los choques entre futbolistas ya no responde igual, el sufrido perdedor agitará su puño al cielo exigiendo justicia (esto es, jugar con la versión antigua, porque la nueva no se le da tan bien).

"Con estas reglas no se puede jugar"

Excusa directamente heredada de los clásicos juegos de mesa, donde en cada casa se emplean unas reglas diferentes y adaptadas a los gustos del anfitrión. Cuando no se puede culpar ni a la calidad de los mandos, ni a la versión del juego, entonces la causa de los males estará en la configuración del título por parte de su dueño. Un caso muy típico en partidas de 'Super Smash Bros.', donde casi hay más pelea por decidir de qué forma han de ser configurados los objetos, el tiempo de duración de las partidas y otras nimiedades, que a la hora de combatir realmente. Por supuesto, si todo no está perfectamente al gusto del perdedor, ya tendrá un motivo perfecto para explicar por qué no ha arrasado a su paso.

"Pero si haces lo mismo todo el rato"

No hay forma más contundente de infravalorar al rival vencedor que atacando directamente a su estilo de juego. Sí, yo sé que da mucha rabia que llegue el típico colega que solo sabe hacer el hadouken con Ryu y te gane mientras tú estás intentando ejecutar los movimientos más imposibles y majestuosos con Zangief, pero por mucho que nos pese, esa discutible forma de jugar también forma parte de las reglas y hay que aceptarla. El lamento por la actitud "campera" de ciertos jugadores en los shooters online es en cierto modo una evolución de esta misma excusa, pues una vez más se trata de algo contemplado en el diseño del juego y hay que tragar con ello aunque nos fastidie.