Chernóbil es sinónimo de desastre, de lugar imposible que quedará eternamente marcado en la superficie de la Tierra como un punto indeseado y como un recuerdo de los peligrosos errores que la Humanidad puede cometer. Aunque no supuso muchas muertes de manera directa, la explosión del reactor 4 de su central nuclear aquel 26 de abril de 1986 supuso un horror que aún hoy tiene consecuencias.
Lógicamente abandonada hoy en día, la central sede del mayor accidente nuclear (el único considerado de nivel 7, junto al de Fukushima) y la ciudad fantasma de Prípiat, situadas cerca de la frontera ucraniana con Bielorrusia, son también dos espacios cargados de misterio y que han servido de contexto para narrar numerosas historias, incluso en videojuegos, siendo la saga 'S.T.A.L.K.E.R' el ejemplo más evidente.
Pero ni siquiera los videojuegos han sido capaces, hasta el momento, de emular la increíble y terrorífica experiencia que debe ser visitar un lugar así, algo que puede cambiar gracias al alucinante 'Chernobyl VR Project', una aventura que usará la realidad virtual para llevarnos hasta el mismo corazón de la zona de exclusión. El siguiente tráiler os ayudará a entender mejor las ambiciones de sus creadores.
En el estudio polaco The Farm 51, responsables de esta idea, aseguran haber obtenido un acceso científico especial, lo cual les está permitiendo capturar el entorno en 360 grados para su posterior recreación en VR. Para ello prometen una experiencia de calidad fotorrealista y una aventura que no se limitará al simple paseo, sino que nos invitará a seguir las pistas con las que resolver las incógnitas del pasado de un superviviente.
Esta genial forma de mezclar realidad y experiencia de juego suena exactamente a lo que esperamos poder disfrutar de la realidad virtual cuando se convierta en una solución practicable, especialmente si se recurren a marcos tan imposibles de visitar en la vida real como el de Chernóbil. Pensando en ello, aquí van otros siete emplazamientos imposibles que me encantaría visitar recurriendo a esta tecnología.
El desierto de Danakil, el lugar más cruel del mundo
Ese "apodo" tan dramático para el desierto de Danakil no es cosa mía, sino de National Geographic, que definió así a este extremadamente inhóspito espacio situado entre Eritrea, Etiopía y Yibuti, en el llamado Cuerno de África. Con temperaturas que alcanzan fácilmente los 60 °C, numerosos volcanes altamente activos, arenas movedizas que ocultan depósitos de ácido sulfúrico y un aspecto que difícilmente parece de este mundo, es obvio que no se trata de un paseo agradable, pero si alguien se atreve a capturarlo, me encantaría visitarlo digitalmente.
Imagen | Achilli Family
La fosa de las Marianas, viaje al centro de la Tierra
Espacio imposible donde los haya, la fosa de las Marianas es célebre por marca el punto más profundo que se ha medido en los océanos, con más de diez kilómetros de agua y una presión mil veces superior a la que percibimos en la superficie. Pocos humanos podrán experimentar la sensación de bajar hasta ahí y observar un espacio donde conviven especies que parecen alienígenas. Imaginad la terrorífica experiencia que podría salir de un videojuego ahí.
Gandom Beryan, demasiado calor
De vuelta a la superficie, Gandom Beryan nos plantea otro extremo imposible para el hombre al ser el lugar más cálido que podemos visitar en nuestro planeta. Con temperaturas récord de 70 °C, es una llanura de 480 kilómetros cuadrados cubierta de lava en el desierto de Lut, dentro de la meseta iraní. Una aventura virtual aquí podría ser algo parecido a la travesía por el desierto de 'Uncharted 3: La traición de Drake', pero llevado al máximo nivel.
Oimiakón, no hay abrigos suficientes
Si sentís que lo de aguantar el calor no es problema, decidme qué os parece entonces visitar la región habitada más fría de la Tierra: Oimiakón, al este de Siberia, solo admite entre sus nieves a los más duros. Con temperaturas que han llegado a poner el termómetro más allá de -70 °C, hasta respirar se antoja un reto en este espacio. Un paseo por sus pocas calles y los bosques que la rodean sería un auténtico desafío, más aún si sirve de escenario para una aventura de supervivencia en formato VR.
Annapurna I, la cima asesina
¿Escalar el Everest os parece un desafío descomunal? Nada comparado a la cima Annapurna I, el más peligroso de los ochomiles aun a pesar de estar entre los más bajos. Es el que menos veces ha sido ascendido (191 veces, muy lejos de las 5656 visitas del Everest) y cuenta con el más alto rango de muertos en escalada (un 32%, dejando atrás incluso al célebre K2 con 26,5%). Yo, desde luego, no me veo capaz de subir algo así en la vida real, pero me chiflaría un juego que me permitiera afrontar semejante desafío virtualmente.
Los valles secos de McMurdo, mejor llevar agua
Si hay algo hay en la Antártida es agua, ¿verdad? Pues en realidad no siempre es así en este continente, pues existe una región conocida como los valles secos de McMurdo con 4800 kilómetros cuadrados que sufre una humedad extremadamente baja y no tiene cubierta alguna de hielo o nieve. Para hacer el lugar aún más terrorífico, en algunos puntos se producen las llamadas Cataratas de sangre, fruto del óxido de hierro. ¿Imagináis un juego que nos obligue a orientarnos y sobrevivir en esta región con un suministro limitado de agua? Lo querría para ya.
Cualquier lugar fuera de este planeta
Y puestos a soñar, ¿por qué quedarnos en la superficie de la Tierra? Quizás, salir al espacio llegue a ser algo tan normal para nuestra especie como coger un avión, no lo sé, pero dudo mucho que quienes ahora vivimos podamos ver eso algún día. Un proyecto que nos permitiera vivir una aventura totalmente realista en cualquier punto mínimamente alcanzable de nuestro sistema solar, como la Luna o Marte, con su correspondiente aderezo sci-fi, se convertiría en un éxito más que garantizado.
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