Sobre la eterna cantinela de las portadas feas de videojuegos hemos hablado hasta la saciedad y hay colecciones que harían llorar hasta al muñeco del pesebre del niño Jesús, pero una de las que lleva años sorprendiéndome de forma exagerada es la imagen de la carátula occidental de Resident Evil.
Vale que cuando se creó MegaMan y su mítica portada eran otros tiempos, pero aquí ya estamos en 1996, el juego nace casi con una franquicia, con la promesa de una película bajo el brazo, y con el potencial para convertirse en uno de los mayores videojuegos de todos los tiempos. Entonces… ¿Qué es esto?
La imagen de Resident Evil que parece de una IA
El personaje no parece ninguno de los protagonistas del juego, la cara es extrañísima, el arma parece un collage con trozos de rifles, ametralladoras y escopetas que dan forma a un monstruo metálico surrealista, el fondo parece sacado de una pesadilla de Roscharch…
Esa expresión, esas tarántulas a modo de mosaico, ¡si hasta se pueden ver por ahí unos brazos de dinosaurio! Como si de repente Dino Crisis se hubiese adelantado a su tiempo para avisarnos de lo que estaba por llegar en el mundo de los survival horror de Capcom.
Nada que ver con la portada original japonesa, mucho más sobria pero bastante más potente. Una cantinela que ya nos sabemos de memoria desde que en los Kirby decidieron cambiarle la sonrisa y simpatía de las carátulas niponas por unas cejas de bola rosa cabreada como si eso fuese a vender más.
Lo cierto es que si hoy le enseñases esta imagen a cualquiera sin conocimiento previo de la historia y su origen, lo más probable es que te dijese rotundamente y sin temblarle la voz que la portada occidental del primer Resident Evil la ha hecho ahora una IA. Y sería difícil de rebatir, la verdad.
El verdadero origen de la portada
Durante muchos años hubo varias teorías sobre el origen de la mítica portada. Algunos decían que el que allí aparecía era Richard Aiken, miembro de S.T.A.R.S. del primer Resident Evil con un futuro lejos de ser prometedor en la franquicia (pese a que a la hora de renovar el juego le diesen algo más de protagonismo).
Es extraño que un secundario de los que está ahí para que veamos cómo muere en algún momento se lleve tanto peso en una portada, pero en busca de una explicación lógica a aquella imagen intentábamos buscar una lógica donde, en realidad, no había absolutamente nada.
Por las similitudes con su cara, aunque él nunca lo ha reconocido abiertamente, sabemos que el señor en el que se inspira el personaje es el propio artista de la carátula, el dibujante de cómics Bill Sienkiewicz. Y a lo que sí podemos agarrarnos sobre lo curioso del montaje, es lo que el propio artista contó hace unos años.
Al parecer cuando le encargaron el trabajo, o el juego estaba aún en un proceso temprano o no pudieron mostrarle más de la cuenta, así que le indicaron que iba a ser un juego de acción y disparos con monstruos y que debía incluir algunos elementos en pantalla como las armas o las arañas. Y así, de aquél breve resumen que a grandes rasgos suponía la nada más absoluta, Sienkiewicz se sacó de la manga esa imagen, a Capcom USA le gustó, y con ello nación una de las leyendas más emblemáticas de la franquicia Resident Evil.
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