Juraría que no es la primera vez que inicio un texto diciendo que los 90 se nos fueron bastante de las manos. Sólo así se explica una SEGA que quemó la mayoría de sus últimos cartuchos en una colección de anuncios más centrada en enseñar carne que en promocionar sus productos.
O peor aún, una Nintendo que, muy alejada del puritanismo de las últimas décadas y que incluso se las veía con agencias de regulación que acababan retirando sus anuncios, colocaba un pezón en la página de una revista para presentar Game Boy Pocket.
La vergonzosa publicidad de los 90
Aunque sería injusto decir que con los 90 empezó la idea de “el sexo vende”, lo cierto es que hubo un punto de inflexión en el que gran parte de la industria parecía dispuesta a pasarse por el forro cualquier atisbo de decencia o moral.
Si en los 80 las máquinas arcade se presentaban acompañadas de una mujer sugerente, con la llegada de los 90 se saltó a niveles aún más cuestionables, no sólo utilizando a la mujer como objeto sino también denigrándola con ideas como la que provocó la retirada de este anuncio de Nintendo.
Dentro del mundo del videojuego, gran parte de la culpa de toda esa moda destinada a la promoción por ruido se la debemos a SEGA. Sin una estrategia centralizada para la publicidad de sus productos, los caminos de Japón, América y Europa eran completamente distintos.
Así, mientras que desde Estados Unidos pretendían llegar a todas las edades posibles y se evitaba la idea de utilizar el sexo como vehículo para sus promociones, en Europa se abrazaba el humor zafio y canalla con campañas dirigidas a revistas de adultos.
En busca de la agresividad y la controversia, SEGA se las apañó para relacionar Ecco The Dolphin con el consumo de cocaína, asesinar a Papa Noel con la pistola de Master System o colocar unos huevos colganderos junto a un escote para hablar del combo de Sonic y su secuela en Game Gear.
Nintendo se suma a la fiesta de la polémica
Pese a que el rendimiento de aquellos anuncios siempre ha estado en entredicho por los números cosechados por SEGA en Europa, en el salto de Game Boy a su versión Pocket, Nintendo vio la oportunidad de seguirle el juego al erizo apelando a otro tipo de público. Del “no sonrías cuando te digan que estás castigado” al “la segunda mejor cosa que puedes hacer en la oscuridad”.
Como en el caso de SEGA también optaron por revistas para adultos en la mayoría de sus salidas de tiesto, pero lo que según la agencia publicitaria que trabajaba con Nintendo fue una mala interpretación de lo mostrado en el anuncio que veíamos unas líneas más arriba, derivó en una reclamación de la ASA -el equivalente inglés a nuestra agencia de Autocontrol- que acabó provocando la retirada del anuncio.
“Cuando miras nuestro anuncio en el contexto del medio en el que aparecía, está en consonancia con lo que se ve a nivel editorial que, según yo lo veo, va incluso más lejos de lo que nosotros fuimos. La naturaleza de las quejas han malinterpretado nuestra intención de mostrar a la mujer como frustrada, no asustada”.
Para sorpresa de nadie las campañas continuaron por ese camino hasta que la llegada de Nintendo DS primero, y Wii después, provocaron la apertura de la industria del videojuego a otro tipo de público. Aquél pelotazo haría virar la estrategia de prácticamente todo el sector.
Lo que había funcionado durante décadas había dejado de hacerlo y, aunque el sexo seguía vendiendo, también era un arma de doble filo que podía llevarse por delante el prestigio de cualquier compañía.
Hay quienes recogen que la estrategia de SEGA de generar polémica, en vez de mostrar de lo que eran capaces sus consolas y juegos, fue una de las principales razones de su ocaso tras el fiasco de Saturn y Dreamcast. Y lo cierto es que con campañas como las recogidas en este recopilatorio, no nos extraña demasiado.
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