Recreativas, ese pilar de nuestro pasado que supuso nuestro primer contacto con los tugurios y personajes de nuestra ciudad. Fuese en salones recreativos o con las máquinas que encontrabas en bares y restaurantes, el sudor, lágrimas y monedas vertidas sobre aquellos mastodontes electrónicos marcaron el comienzo de un hobby que se mantiene a día de hoy.
Una afición cargada de alegrías, pero también de no pocos sufrimientos por culpa de una dificultad endiablada que, como los rumores alentaban en aquella época y el tiempo se ha encargado de demostrar, algunas máquinas modificaban a placer para fastidiarnos.
No es nada nuevo que no se supiese ya, pero aquí se ve como las recreativas (en este caso Ghouls n Ghosts) iban subiendo automáticamente el nivel de dificultad de la misma cuando el jugador llevaba mucho rato sin morir y si moría, la dificultad descendía de nuevo a su origen. pic.twitter.com/d6pLeMvuHu
— Jose Ramos (@EvilGouken) February 16, 2021
El extracto pertenece al manual de la recreativa de Ghouls'n Ghosts (puedes verlo al completo aquí), donde se muestra abiertamente que el juego dispone de 16 niveles de configuración interna que se irán modificando según se crea oportuno.
Iniciándose la partida en el más fácil de ellos, si conseguías superar la franja del minuto y medio sin morir, el nivel de dificultad subía un punto. Un proceso que se repetiría cada 10 segundos después de ese incremento hasta llegar al nivel más alto o perder una vida.
También funcionaría hacia atrás, reduciéndose un punto la dificultad si morías antes de que pasase ese minuto y medio de juego, pero lo más sorprendente es que la dificultad también se reduciría en base a las monedas introducidas. Aquellos que empezaban con cuatro créditos lo tenían mucho más fácil que quienes íbamos con lo puesto.
Imagen | Arcade Perfect
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