Estamos en el mes que da el pistoletazo de salida al despiporre, al show, a las vacaciones. Incluso un mafioso emergente como yo debe tomarse un respiro en GTA Online y lo cierto es que Los Santos ofrece numerosas opciones para relajarme. Sin embargo, hay una piedra en el camino que no se puede esquivar en esta maldita ciudad.
Los chalados profesionales. Esa parte de la población, absolutamente incompetente, con puestos de poder y lo que es peor, creyéndose que tienen razón en todo. Ya me he topado con el dichoso Lamar Davis, que si no llega a ser porque me pasea los fajos de billetes por la cara lo hubiese mandado a paseo.
Por ello, me apunté a una invitación a un yate de los que se pueden ver desde la playa de Vespucci. Ni cinco minutos llevaba echándome la crema solar cuando comenzó la lluvia de balas. Lo de esta ciudad no tiene sentido y está claro que no aprendí la lección de la semana pasada.
Menos lujos y más tiroteos
Resulta que el yate de lujo Galaxy lleva entre nosotros un par de años y su precio sigue siendo un desafío para cualquier cartera. Hay que tener una buena tarjeta Tiburón para dejarse la morterada de seis millones de dólares en GTA Online por un barco que no hace nada más que lucir. Lo hace con mucho brillo, eso sí, pero igual que con los navíos reales, es dinero a fondo perdido.
Un lujo de ricachones que está capitaneado por el capitán Darcy, un siniestro personaje más preocupado por organizar guerras paramilitares que en hacer que el yate se mantenga a flote. Por motivos que desconozco, nos encomienda al grupo del que formo parte que busquemos venganza naval.
Yo tenía ya fichada la tumbona de proa para mí, pero en apenas unos segundos estoy subido al helicóptero que descansa en el helipuerto. Seamos serios, si tu yate tiene capacidad para poder aterrizar vehículos aéreos es que tu última preocupación es mirar si los yogures están más caros en el supermercado.
No sé a donde nos dirigimos, pero en la parte de atrás tienen una botella de champán con copas, así que no me privo. Hay que estar preparados para la acción y domesticar al hígado quizás no sea la mejor de las formas, pero necesito templar los nervios. Aparecemos en los canales de Vespucci, con criminales huyendo en motos de agua y yo más perdido que Geoff Keighley en una fiesta que no es en su honor.
Me aclaro las ideas al descubrir que toca destruir prácticamente todos los barcos que están en el puerto. Mis compañeros atacan de forma indiscriminada a lanchas y veleros, conmigo colaborando con alguna granada traviesa. Tras semejante descontrol, se me suman más de 40.000 dólares a mi cuenta. Una vez más, conocen mi punto débil, así que me dejo engatusar.
Digno de Naughty Dog
¿Es posible creerse que estás en mitad de una escena de Uncharted 3 en GTA Online? Sorprendentemente sí, y no tanto por los tiroteos, sino por la puesta en escena, pero no nos adelantemos a los acontecimientos. En la segunda misión de Darcy, nos mandan a robar el Tula.
No, malpensados, no es lo que estáis creyendo. De hecho, se trate de un aparato muy noble, pues es un hidroavión destinado a apagar incendios allá donde se le necesite. No somos nosotros tan nobles, pues pasamos a robar dos y me toca pilotar uno de ellos.
¡Sorpresa! Posee despegue vertical y vuelo asistido con propulsión incluida. Una fantasía que procedo a llenar de agua en el mar para extinguir las llamas en mitad del club de campo. Varios coches aparcados están ardiendo y aquí es cuando la fastidio. No me entero bien de los controles y acabo estrellando el Tula por intentar pilotar en vertical. Está claro que la labor de un bombero no consiste en crear nuevos focos incendiarios.
En el siguiente intento le dejo la batuta a un compañero y así me aseguro fácilmente 56.000 dólares. No habré tardado más de 20 minutos en hacer todo esto y me he agenciado 100 de los grandes; me gusta el trato con Rockstar.
Sin embargo, la diversión sube hasta límites insospechados en la tercera misión. No me atacan ni Zoran Lazarevic, ni Katherine Marlowe ni Rafe Adler, pero lo parece. En mitad del mar, subido al yate, con una tempestad descomunal y enemigos por todas partes. Como si de hordas se tratasen, comienzan a avasallarnos.
Las explosiones casi resuenan más que los rayos de la tormenta, las balas silban por todos lados y los refuerzos contrarios llegan por mar y aire. Es frenético, no hay respiro, apenas lugares donde parapetarse y dos de los nuestros caen en combate. A pesar de todo, resistimos y nos llevamos la victoria.
Con todo, la alegría se disipa rápidamente. Uno de los nuestros aprovecha que aparecemos en una nueva sesión de GTA Online para liquidarnos rápidamente y llevarse la mitad del dinero que tenemos encima. Una rata callejera que huye sin mirar atrás.
No entiendo nada, solo disparo
Llegados a este punto, lo único que importa es tener la mira bien ajustada y los pulmones totalmente llenos de aire. En mi siguiente peripecia me toca hundirme en el fondo del mar para recoger unos paquetes de los que no quiero ni saber el contenido. Sencillo, hasta que nos avisan por radio que el capitán Darcy y la azafata han sido secuestrados.
Darcy no ha parado en todo este tiempo de congratularse de cómo domina los bajos fondos y que las guerras entre bandas son una chiquillada para sus negocios. Bueno, con una pistola apuntando en su cabeza la egolatría se le baja rápido, así que toca salvarles. No nos ficharán los GEO, pero sí que hacemos una escabechina muy digna, aunque no falta una nueva traición tras terminar la misión.
La fiesta no para y ahora toca ir Cypress Flats, en la zona industrial de GTA Online. No quiero pensar en nada más que en vaciar la botella de champán, lo cual es preocupante cuando el helicóptero ha aterrizado, mis compañeros ya están a balazos y yo sigo degustando la espuma en la boca. Puede que el trabajo en equipo no sea lo mío, así como la orientación.
Al parecer tenemos que robar unos camiones de una nave industrial, pero como han aterrizado en el tejado, no tengo ni pajolera idea de cómo entrar. Me acabo deslizando entre cornisas, parando mis caídas con la cabeza y mientras me cuelo entre dos edificios, oigo una explosión tremenda en lo alto. De repente, los restos del helicóptero caen frente a mí, en llamas, me cortan el camino y no me queda otra más que tomar una ruta alternativa.
Todavía no sé cómo llegué hasta uno de los camiones, pero me lo llevo y palmadita en la espalda para todo el mundo. Para el final queda poner a prueba todos los conocimientos acuáticos posibles. Seguro que recordáis las típicas minas submarinas, esas esferas con pinchos y con una cadena.
Pues es turno de hacer un rally entre ellas con un submarino Kraken para cada uno. Yo me habré chocado con las rocas del pecio, pero dos de mis compañeros se ve que tenían ganas de abrazar esas bolas oscuras. A pesar de que su destino fue fatal, a mí me sonríe la fortuna y consigo esquivar a toda una flota de guardias en la superficie.
Me cuelo entre ellos y consigo llegar al yate en el que está un pez gordo que Darcy quiere ver muerto. Soy el primero en subirme y podría esperar, pero la paciencia se me acaba y liquido el asunto rápidamente. 65.000 dólares al bote y trapicheo finalizado.
Para finalizar, me voy al casino y tiro la ruleta; que la suerte me acompañe. La tirada gratuita diaria me sonríe y recibo 40.000 dólares que se suman a los 30.000 del día anterior. Para más jolgorio económico, 200.000 dólares aparecen en mi cuenta gracias a otra promoción de esta semana con Prime Gaming.
Además, reviso la actualización de esta semana y me van a ingresar 100.000 dólares más por hacer tres de las misiones que os he contado. Yo me habré quedado sin vacaciones en GTA Online, pero con todo lo que tengo en el banco creo que me voy a poder permitir un viaje con todo incluido.