Hay tres cosas que me aterran dentro del sector de los videojuegos, a bote pronto: descubrir cuáles serán los próximos títulos en abandonar Xbox Game Pass (al igual que sucede con Netflix y similares), ver cómo desaparecen juegos exclusivos del mercado digital y saber que cerrarán los servidores de un juego que requiere conexión a Internet permamente para jugar, aunque tenga modo en solitario...
Esto último es un verdadero problema, porque si cierran los servidores de un juego de esas características, no se podrá jugar offline, que es justo lo que ha sucedido con Battleborn, que eliminó su rastro a finales del pasado mes de enero. Y, por desgracia, es algo más habitual de lo que parece y con problemas asociados.
Age of Empires Online
No podíamos empezar por otro juego. Sí, el nombre de Age of Empires Online ya daba una pista del requerimiento a estar conectados a Internet, pero no hay que olvidar que también contaba con una campaña en solitario. El problema es que nuestra conexión no se podía caer en ningún momento, de lo contrario había que retomar la partida desde el principio... algo que sucedió en muchas ocasiones.
Este trabajo de Robot Entertainment y Gas Powered Games tan solo estuvo activo entre 2011 y 2014. Lo bueno es que resucitó gracias a un grupo de personas por medio de Project Celeste y con descarga gratuita. ¿Y lo mejor de todo? Que ahora ya no hace falta estar conectados online, pudiendo jugarlo con total tranquilidad.
Battleborn
El gran perdedor frente a Overwatch, con la mala fortuna de haber salido ambos el mismo mes de mayo de 2016. La diferencia es que Battleborn sí que contaba con una campaña que hasta se podía jugar en solitario, gozando de un sentido del humor muy parecido al de Borderlands (por algo lo desarrolló Gearbox Software).
Sin embargo, con su reciente cierre de los servidores, no se puede jugar a nada. Ningún modo de juego. Cero. Ni campaña en solitario, ni disputar partidas contra los bots, ni tan siquiera rejugar el tutorial. Y tampoco influye que hayásemos comprado la versión en físico, al requerir una conexión a Internet para jugar.
Castlevania: Grimoire of Souls
Konami nos sorprendió hace una década con el lanzamiento de Castlevania: Harmony of Despair en formato digital. Fue un juego que se distanció de la fórmula clásica para abrazar un componente multijugador (sin renegar de las partidas en solitario) y con un montón de rostros conocidos en los más de 30 años de historia de Castlevania. Esto último nos lleva hasta finales de 2019 con Castlevania: Grimoire of Souls para dispositivos móviles, donde el gigante nipón rescató a sus personajes más queridos bajo un estilo ligeramente parecido.
Gozó de experiencias tanto en solitario como en cooperativo y PvP, pero no cumplió con lo esperado y duró tan solo un año en el mercado, perdiendo toda posibilidad de jugarlo. Y vale que su calidad no fuese sobresaliente, pero sin contar reediciones como Castlevania Requiem o Castlevania Anniversary Collection, fue el primer Castlevania nuevo en cinco años, que se dice pronto.
Minecraft Earth
Minecraft Earth aún se puede jugar, pero sus servidores cerrarán en junio de 2021. La noticia la dio Microsoft el pasado mes de enero, dejando claro que afectará a "todo el contenido y soporte de servicio para el juego", momento en el que ni siquiera se podrá jugar al eliminarse, ya de paso, todos los datos de los jugadores (no relacionados con los derechos de Character Creator y Minecoin).
La andadura de este juego de Realidad Aumentada de Mojang sobre el universo Minecraft ha sido efímera, puesto que debutó en acceso anticipado en octubre de 2019. Fue una propuesta interesante para trasladar el espíritu de Minecraft al mundo real, viendo trabajos asombrosos, como un piano en medio de una calle.
Pokémon Rumble Rush
A veces se gana, otras se pierde. Por un lado, Pokémon GO se convirtió en todo un fenómeno de masas y sigue vigente en el mercado, actualizándose de manera constante; y por otro, Pokémon Rumble Rush fracasó estrepitosamente en 2019.
Su acogida a nivel de crítica no fue nada buena, estando muy por debajo de la serie Rumble en Pokémon, la cuál se distancia de los juegos tradicionales por turnos para apostar de lleno por la acción. Su cierre se produjo a mediados de 2020, siendo imposible seguir jugando, pese a ser una experiencia en solitario.
The Mighty Quest for Epic Loot
Imagina una mezcla entre los clásicos Diablo y Dungeon Keeper. Es justo lo que propuso, en esencia, el histriónico The Mighty Quest for Epic Loot, al mezclar precisamente ambos conceptos. Había una parte de hack & slash rolero, pero también otra de gestión de nuestro castillo para poner trampas y proteger nuestro tesoro frente al resto de jugadores. Y es que los castillos que atacábamos eran precisamente de otras personas, echando en falta una opción contra la máquina.
Ubisoft cerró sus servidores en 2016, con una vida de tan solo un año, llamando la atención ver cómo resucitaba esta simpática IP en 2019 para dispositivos móviles, aunque suprimiendo una de sus características: la creación de castillos.
Otros juegos se pueden seguir jugando, pero...
Hay más juegos que no se pueden jugar, como el fallido The Tomorrow Children de Q-Games, sin contar los que son propiamente online, como Gigantic, pero eso no significa que no haya otros afectados por la supresión del acceso a Internet.
Sin ir más lejos, los de creación. Ese 31 de marzo maldito para Nintendo hará que no se puedan subir más niveles al Super Mario Maker de Wii U, al igual que tampoco descargar el del resto de jugadores. Esto también sucedió con Project Spark en 2016, perdiendo la posibilidad de acceder a las demás creaciones tras el cierre. Y tenía un gran potencial, aunque sin la chispa del más reciente Dreams.
Y que nos haya fascinado el remake de Demon's Souls en PS5, no significa que no nos haya fastidiado ver cómo el Demon's Souls de PS3 cerró sus servidores en 2018, perdiendo toda posibilidad de jugar con otras personas (¡con lo que molan las invasiones!) o incluso ver sus notas... Es parte de la esencia de un Souls.
Tampoco podemos olvidarnos de lo ocurrido con Diablo III en su estreno, viendo cómo se colapsaban sus servidores, impidiendo el acceso de los usuarios, o todos los problemas que arrastró SimCity en 2013 por sus servidores y el molesto DRM. Por suerte todo esto se solucionó en 2014 con la actualización 10 para ofrecer un modo offline, pero el susto (y el disgusto) momentáneo no nos lo quita nadie.
En otros juegos el impacto es menor, al afectar el cierre de los servidores tan solo a la parte del multijugador online, conservando la campaña en solitario o partidas en local. Aquí el número se dispara, desde decenas de juegos de EA y Ubisoft hasta muchos de PS3, como Twisted Metal o PlayStation All-Stars Battle Royale.
¿Qué cierre os ha dolido más? ¿Echáis algún videojuego en falta? ¡Contadnos!
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