Es uno de los juegos a los que más ganas tenía para este año y no me ha decepcionado ni un poquito. That Time You Killed Me nos traslada hasta una lucha espaciotemporal en la que ir viajando del pasado al futuro hasta que destrocemos a nuestro rival.
Un abstracto inteligente, divertidísimo y con una rejugabilidad a base de novedades sorpresa con la que va a ser imposible que no quieras echar más de una partida. That Time You Killed Me es uno de esos juegos que prometen acompañarnos durante mucho tiempo.
Cómo jugar a That Time You Killed Me
Con tres tableros que simulan el pasado, el presente y el futuro, con un peón colocado en la misma posición en todos ellos, nuestro objetivo será movernos de forma ortogonal para ir empujando al contrario hasta que se choque con una pared o contra otra copia de su peón. Ahora vamos a eso.
Con dos movimientos por turno, el foco será ir repartiendo nuestras jugadas entre los tres tableros para conseguir borrar la ficha del oponente en dos de ellos. Si lo conseguimos, habremos ganado a That Time You Killed Me, pero como imaginarás hay mucho más que rascar.
La idea es que además de movernos persiguiendo al rival, o escapando de él, una de nuestras dos jugadas también podrá ser viajar al futuro, moviendo ese peón a la casilla siguiente y abandonando en la que estabas, o viajar al pasado haciendo lo propio.
El girito es que al movernos al pasado dejamos una copia nuestra en el lugar en el que estábamos, creando así más posibilidades de destruir al rival de forma más eficiente, pudiendo llegar a tener hasta siete peones jugando a la vez pero haciendo mucho más difícil gestionar sus movimientos.
El juego perfecto para los fans de las paradojas
La clave detrás de That Time You Killed Me es que no podremos mover las fichas a placer, sólo las que estén en el tablero con una ficha de foco que desplazaremos a otro tablero a nuestro elección al principio de nuestro turno (sin poder quedarnos en el sitio). Además, sólo podremos mover un peón por turno, así que las jugadas terminan siendo mucho más sesudas de lo que parece.
Además, cuando nos cansemos del juego base, podremos ir introduciendo novedades en las mecánicas. De la mano de cuatro cajas que contienen fichas y reglas especiales, las iremos abriendo una a una para incorporar a la partida objetos que, de una forma u otra, modificarán las reglas añadiendo obstáculos que afectarán a los tres tableros a la vez.
No quiero entrar demasiado en detalles para no incurrir en spoilers, pero para que os hagáis una idea (saltad ahora al último párrafo si no os interesa conocer nada de esto), en la primera caja se nos ofrece la posibilidad de plantar una semilla en el pasado que hará crecer un arbusto en el presente, que servirá como pared para eliminar enemigos, y un árbol en el futuro que podremos empujar para tirarlo sobre un enemigo o hacer que su tronco se convierta en una nueva pared.
Con todo eso en mente, pocas pegas se me ocurren para un That Time You Killed Me en el que lo único que podría reprocharle es no poder sumar más de dos personas a la partida. El resto, desde la presentación hasta la calidad de los materiales y lo accesible de su jugabilidad, es para aplaudir bien fuerte.
That Time You Killed Me
En VidaExtra | Es el mejor indie que he jugado en 2023 y sólo tiene 13 reseñas en Steam. Dentro de poco tendrá miles