Apodado como el juego de mesa que parece un videojuego, No Game Over es lo más cerca que vamos a estar de un Munchkin basado en nuestros personajes y accesorios favoritos. Una simplificada vuelta de tuerca a la idea de utilizar cartas para equipar a nuestro héroe con armas que van desde la espada de Minecraft hasta el Lancer de Gears of War.
Con arte propio y nombres modificados para no recibir el ataque de una horda de abogados, No Game Over es uno de esos juegos de cartas para toda la familia que, por la simplicidad de sus reglas y los piques generados, te va a dar grandes tardes de diversión y nostalgia.
Cómo se juega a No Game Over
El objetivo de No Game Over es vencer a un jefe final o conseguir ser el último jugador en pie de la partida. Para ello equiparemos a nuestro personaje con cascos, armaduras, botas, armas, habilidades especiales y monstruos que sirvan como compañeros de equipo.
En nuestro turno, una vez tengamos desplegadas todas las cartas de la mano que hayamos querido bajar a mesa, levantaremos una carta de nivel para enfrentarnos a una maldición o un enemigo.
Las primeras nos fastidian a base de quitarnos vidas, obligarnos a descartar cartas o incluso hacer que desaparezca nuestro equipamiento. Las segundas, en cambio, serán nuestro primer paso hacia ganar el juego por las recompensas que conseguimos al eliminarlos.
La idea es tan simple como sumar nuestros puntos de vida y equipamiento para tener más poder que la carta de enemigo, permitiéndose que el resto de jugadores nos lancen maldiciones o sumen un enemigo adicional para obligarnos a huir o perder una vida quedándonos sin el ansiado premio.
Si ganamos, conseguimos una vida y el premio que entregue la carta. Si ganamos hasta seis vidas, podremos luchar contra el jefe final sin que nuestros rivales puedan intervenir. Y si perdemos todas, seguiremos jugando como fantasma lanzando maldiciones y enemigos al resto. Nadie se queda fuera.
Un Munchkin rápido para fans de los videojuegos
Sin grandes explicaciones en cada carta y unas reglas lo suficientemente blanditas para que cualquiera pueda sumarse a la partida, No Game Over está más cerca de un juego para toda la familia que de una experiencia sesuda y profunda.
La clave, como suele ocurrir en este tipo de juegos, está en el azar que marque las cartas que robes y las que jueguen tus rivales, así que es fácil darle la vuelta a una tarde de juego en la que lleves dos partidas manqueando y, de repente, juegues otra en la que revientes al resto.
Es parte de la gracia de un juego que no se olvida del humor con sus simpáticos nombres, referencias y piques durante la partida. Una experiencia que, además puedes ampliar de la mano de un pack de expansión con tres grupos de cartas más.
Con reglas adicionales para darle algo más de vidilla cuando tengas el resto algo quemadas, estos sets basados en Nintendo, PlayStation y juegos retro son la guinda perfecta para un pastel que, no nos vamos a engañar, ya estaba bastante rico antes de coronarlo aún más. Una grata sorpresa este No Game Over.
No Game Over- Juego de Cartas, Multicolor (0701197944466)
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