Las malas prácticas laborales son cada vez más frecuentes en la industria. O mejor dicho, ya lo eran antes, pero ahora estamos hablando de ello. Hoy, otra compañía ha quedado en entredicho por someter a sus trabajadores.
El medio Polygon informa que Chucklefish, estudio indie conocido por títulos como el reciente Wargroove, contrató a adolescentes para que trabajaran gratis en el desarrollo de Starbound. Algunos de estos empleados denuncian no haber visto remuneración alguna por las cientos de horas que pasaron trabajando allí.
Damon Reece es uno de ellos. Chucklefish fue su primera experiencia en el desarrollo de videojuegos cuando tenía 16 años, donde se dedicaba a la parte de guion y narrativa de Starbound, además de administrar los foros del juego. Relata que desempeñaba estas labores hasta altas horas de la noche. Estuvo así dos años.
La compañía lo tenía en calidad de "colaborador", o lo que es lo mismo, trabajador sin contrato que no percibe un duro por lo que hace. Reece explica que en aquel entonces, debido a su inexperiencia en el mundo laboral, eso le parecía bien, y Chucklefish se aprovechó de eso.
Esto me parecía normal y emocionante porque no me valoraba a mí mismo ni a mi trabajo. Pensaba que la visibilidad y la experiencia que ganaba al trabajar en el juego serían una compensación suficiente. Obviamente eso no es verdad, pero es una mentira que un adolescente se traga fácilmente.
El estudio ha hablado con Polygon y se ha pronunciado al respecto, asegurando que se sienten "tristes por los actuales alegatos". Explican que, en aquel entonces, los colaboradores trabajaban mediante una sala de chat, y que siempre lo hacían por voluntad propia y no se les exigía un mínimo de horas ni de tareas.
Algo que sobre el papel puede ser cierto, pero sigue siendo un aprovechamiento de la poca conciencia obrera de los adolescentes que quieren empezar en su trabajo soñado. No se les obligaba a nada, pero estos se sentían validados por estar ahí y querían trabajar. Qué menos que pagarles por ello, especialmente tratándose de Starbound, que acabó siendo un éxito de ventas con el que el estudio ganó muchísimo dinero. Nada de eso fue a parar a los colaboradores, que se contaban por docenas.
Cuando vieron todo este dinero fueron a pedirle a Finn Brice, fundador de la compañía, que les pagara. Este respondió que no lo iba a hacer porque no les prometió nada en ningún momento.
Chucklefish asegura en su comunicado que todo esto pasó hace casi diez años, y que desde entonces el estudio ha crecido en todos los sentidos, adscribiéndose en la actualidad a una filosofía que prioriza las buenas prácticas laborales.
Además de esto, también han vuelto a surgir acusaciones hacia Brice por acoso laboral. Rho Watson estuvo trabajando varios meses sin contrato, pero luego fue capaz de negociar uno y recibir compensaciones monetarias por sus labores. No obstante, lo que más le preocupaba era otra cosa. Watson describe Chucklefish como "un lugar horrible para trabajar".
Ser acosada por [Brice] y ser una diana para sus crueles bromas era lo normal. Yo personalmente fui objeto de una en la que me forzaba a responder una pregunta humillante sobre obligarme a acostarme con un compañero del equipo.
El propio Brice ha respondido ante estas acusaciones de la siguiente manera:
Estos alegatos vienen de hace años y no reflejan quien soy ahora. Me gustaría pedir perdón si mis palabras o acciones han causado algún tipo de daño o controversia, ya que no era mi intención. Me enorgullezco de llevar una compañía inclusiva y progresista, y de continuar con mi compromiso para que la igualdad y las prácticas justas sean la piedra angular de Chucklefish.
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