La semana pasada recibíamos la sorprendente noticia de la alianza entre Epic Games y LEGO. Las dos empresas pasaban a aliarse con el fin de crear un metaverso dirigido a los niños y con el que plantarle cara a fuerzas de la naturaleza como Roblox.
Ahora, la propietaria de Fortnite ha recibido doble inversión. Estamos hablando de 2.000 millones de dólares por parte de Sony y la propia LEGO, con participación de 1.000 millones por parte de cada una. El objetivo tras este movimiento es el de "avanzar en la visión de la compañía de construir el metaverso y apoyar su continuo crecimiento".
No es la primera vez que Sony pone dinero encima de la mesa con Epic Games. En 2020 aportó 250 millones de dólares y el año pasado sumó otros 200 millones de dólares, fortaleciendo mucho más la relación que une a ambas compañías.
En este caso tenemos a KIRKBI, holding familiar detrás de LEGO, como tercer participante y el trío de grupos empresariales "valoran mucho tanto a los creadores como a los jugadores, y pretenden crear un nuevo entretenimiento social que explore la conexión entre los mundos digital y físico".
Por supuesto, Epic Games todavía sigue estando dirigida por Tim Sweeney, su CEO. Explica Kenichiro Yoshida, presidente y consejero delegado de Sony Group Corporation, que se busca "profundizar nuestra relación en el campo del metaverso".
Además, Sony detalla que "confiamos en que la experiencia de Epic, incluido su potente motor de juego, combinada con las tecnologías de Sony, acelerará nuestros diversos esfuerzos, como el desarrollo de nuevas experiencias digitales para los fans en los deportes y nuestras iniciativas de producción virtual. Tras el cierre del acuerdo, Epic Games valora sus fondos propios en más de 31.500 millones de dólares.
El camino hacia el metaverso es uno de los que está marcando a la industria en los últimos tiempos. Microsoft quiere liderarlo completamente, mientras que Nintendo todavía se muestra reticente a este tipo de espacios.
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