¿Dónde se pone el límite? Esa pregunta parece estar haciéndose Sony, que según un reciente artículo del Wall Street Journal podría estar endureciendo las normativa que se refiere al contenido sexual en sus juegos.
Según dicho reporte, una representante de la compañía nipona habría confirmado la existencia de una serie de normas nuevas, con el objetivo de que "los creadores puedan equilibrar la temática del contenido ofertado, y que los juegos no inhiban el crecimiento y desarrollo saludable de los más jóvenes".
El artículo, tras consultar con otras fuentes dentro de la compañía, señala dos razones por las que esto puede haberse acentuado últimamente: la primera es el movimiento #MeToo, una campaña de concienciación relacionada con el acoso y/o violación que ganó relevancia tras varios casos dentro de la industria del cine y que parece haber creado un debate dentro de la sociedad, re-orientando las discusiones sobre el tema. La otra sería la consolidación de plataformas como Twitch y Youtube, que permitiría a juegos -en su mayoría japoneses- con alto contenido sexual explícito llegar a una mayor audiencia y podrían generar, creen, problemas tanto legales como de imagen a la compañía.
Esto último encajaría de hecho con que muchas de estas normas se están aplicando ya sobre todo a juegos japoneses más "de nicho". Tal y como apunta el diálogo mantenido entre el medio y dicha representante de Sony:
Una de nuestras mayores preocupaciones es el software vendido en el mercado doméstico japonés, que siempre ha tenido una mayor tolerancia a los desnudos y a las imágenes chicas que parecen menores de edad.
Un ejemplo puesto en el artículo señala lo sucedido con la visual novel para adultos Nekopara Vol. 1, cuya salida en Playstation 4 se vio retrasada varios meses para hacer menos explícitas algunas imágenes -con trucos similares a la foto que se ve justo antes de este párrafo- y quitar determinados elementos, como un slider con el que ajustar el movimiento de los pechos.
No es el único. Recientemente pudimos ver estas nuevas normas siendo aplicadas a ciertas escenas de Devil May Cry 5 en Occidente, aunque con un resultado desigual, ya que fueron rectificadas en una posterior actualización y no llegó a ser censurado nunca en su versión japonesa; dejándonos con la incógnita de si fue realmente cosa de Sony o de la propia Capcom el hacer ese cambio.
A falta de que saber exactamente cuál es el baremo, lo cierto es que estas normas parecen contrastar incluso con las de compañías más sensibles en apariencia como Nintendo, quienes aseguran en el mismo artículo que mientras los juegos apliquen la regulación de organismos como el ESRB pueden venderse como tal en su plataforma. Cierto es, tal y como apuntan, que ninguna de las dos ha vendido por el momento títulos que hayan recibido el calificativo de "solo para adultos", así que será cuestión de ver cómo avanza el tema y hasta dónde están dispuestas a llegar una y otra en cuanto al contenido que ofrecen.
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